Por Gerardo Gómez Muñoz

Una mezcla de soberbia, de ambiciones de poder, de incapacidad de gestión y la influencia de su elenco de “asesores pirincho” lo llevaron a Carlos Arroyo a la semana de pleno despliegue de sus capacidades para el bochorno político.
En rigor se venía notando en las últimas semanas que los consejos del “pirinchaje” lo estaban llevando a la respuesta inevitable de una mujer que ha demostrado capacidad de plantarse con autoridad ante el irrespetuoso que creía más en su propio entorno que en la enérgica capacidad de la gobernadora María Eugenia Vidal.

Los “cuatro vivillos que lo rodean” -Guillermo Sáenz Saralegui dixit- venían aconsejando que, en camino a los tiempos electorales, Arroyo debía endurecer sus posiciones. Claro en el convencimiento que de tal modo lograría mejor consideración en el reparto. Evidente era cómo con la compañía jugaba con un supuesto poder propio e independiente, a veces enfrentado a Vidal.

No usó los desaires de la gobernadora para recomponer la relación, por el contrario el “pirinchaje” y el abusador secretario de Hacienda lo llevaban al infatuado a aumentar el volumen de la carga.

Se dice en La Plata que “Mariú” dijo basta cuando el inocuo intendente se alzó, junto al secretario de Salud con los laureles de la reconstrucción del Centro Salud número uno, obra que había costado muchos millones de pesos que había aportado el gobierno provincial, tal cual hacía también con las obras de la avenida Mario Bravo, repavimentación de la calle Berutti, ampliación de la avenida Constitución. Y muchas otras en que el sonámbulo aspirante a la reelección lucía y aparecía a cada rato y con comitiva como si fuese el factótum de las realizaciones.

En la capital provincial se preguntaban todos los días al escuchar y leer las quejas de los vecinos. “Cómo el descosido éste no se ocupa de las calles de tierra que se tornan intransitables apenas llueve, para los colectivos y los chicos que deben ir caminando a las escuelas. Cómo si es el jefe político de la ciudad no encabeza las gestiones para reponer los vidrios de las escuelas donde los chicos deben protegerse con frazadas para no morirse de frío. Cómo ahora sale como un pavo real pretendiendo dirigirse a las autoridades, en nombre del pueblo, para reclamar por el alto y desmedido costo de las tarifas de servicios, cuando hasta hace muy poco no se ponía al frente de ese reclamo de las pymes, de la UCIP, de los sindicatos, de las entidades vecinales, deportivas y sociales y de los vecinos en general”.

Lavagna y el nocaut

El lerdo cacumen de los onerosos e inútiles “pirinchos” no soñaron ni advirtieron que Arroyo, más acostumbrado al papel inverso, -lo dice la historia- iba ser calzado de “cross”, por la gobernadora. Para mayor resonancia le dejó la cuestión a algunos de sus secretarios. Estos sucesivamente le informaron que se dispuso su retiro de las PASO que disponga de su propia lista y que vote a “Cambiemos”. Eso de que el final habría sido “o haga lo que se le de la gana”, parece más bien el ninguneo de habituales chicanas para los perdedores.

Los “pirinchos” se creen dueños de muchos recursos y Arroyo les paga bien con la plata de los contribuyentes. Apenas curados de los soponcios sufridos en La Plata, se acordaron de Roberto Lavagna, recurrieron a Luisito, sponsor del precandidato presidencial, que los recomendó. Y a la voz de” intendente habemus” en CABA con un asesor, el hijo del jefe político de la ciudad y el ex yerno, que a pesar del raje que le propinó sigue siendo el papá de la nieta.

Porque hay que aclarar que todos aquellos otros protegidos, no son parientes, memoria, por favor… Hay que recordar que don Arroyo -salvo algunos deslices de los que hablan los tribunales- es respetuoso de la ley “vayan -dijo hace poco- y fíjense en los documentos y verán que ninguno es familiar mío”… Las designaciones y los ascensos indebidos son harina de otro costal… Y ni siquiera Unidad Ciudadana quiso votar y coincidió con la marcial Agrupación Atlántica en no votar restricciones a los que tienen la posibilidad de designar en venturosos puestos municipales a su parentela.

¡Qué plomo estos tipos!…, habrá pensado Lavagna, un tipo muy elegante y modoso -excepto cuando veranea en Pinamar- y estalló en Mar del Plata porque periodista bien informado insistió conociendo el rechazo del día anterior averiguando si Arroyo será el candidato a intendente de “Consenso 19”. Tajante y medido surgió el “de ninguna manera”. Algún pesado insistió y ahí el candidato presidencial, casi zapateando de bronca clamó “no, no y no”… Mientras a su lado Santiago Bonifatti crecía cinco centímetros por cada exclamación.

Raverta con canasta llena

Es evidente que el disenso entre Fernanda Raverta y Gustavo Pulti no terminó en buenos térmimos. El exintendente no vaciló en darle estado público a la profundidad de las diferencias y comenzó a publicar que a su propuesta de un “frente grande” para ganar Mar del Plata le habían respondido con el ofrecimiento de una diputación. A partir de entonces sobreabundaron los contactos de ambos para lograr respaldos provinciales y nacionales, en apoyo de sus respectivas aspiraciones. Raverta, no es secreto se basó en sus contactos con, la conducción de la Cámpora y el dedo peligrosamente definidor de Máximo Kirchner, como en la elección anterior.

Claro que la respalda una incansable militancia que reúne multiplicidad de agrupaciones que representan a los variados sectores de la comunidad. Pulti por su parte se basaba en una contundente afirmación de su instalación superior en las encuestas.

No abdicaba ninguno de los dos en su reclamo de la candidatura a intendente. Un punto de no regreso lo subrayó el titular de Acción Marplatense cuando hizo pública su decisión de concurrir con boleta corta como consecuencia del corte que se efectuará.

Hace unos 10 días un grupo de referentes peronistas proclamaron en la sede del PJ la candidatura a intendente de Horacio Tettamanti, hombre siempre cercano a Pulti.

Tal vez embalado por el momento tenso habló de la permanente persecución contra peronistas que supieron estar siempre junto a Daniel Scioli, Cristina Kirchner y a Gustavo Pulti. Atribuyeron ese accionar a sectores fanáticos, que gozaron de altos sueldos y que contaban con la protección del Instituto Patria.

Después, un hombre de prestigio y vasta experiencia pareciera haberse llamado al raciocinio y brindó declaraciones a LA CAPITAL donde no habló de los cargos ya lanzados ni de su eventual candidatura.

Pero Raverta tuvo que contestar y no fue menos dura, aunque guardando la compostura, sin bajar el nivel del enfrentamiento. Desde entonces no circuló información sobre la actividad de Pulti en tanto se multiplicaban actos, algunos muy significativos de Fernanda con sectores justicialistas y de otros que pasaban a adherir. Muy interesante la presencia de Juan Garivoto, Manino Iriart, Pepe San Martín con los casineros Chucho y Daniel Méndez, en la mesa central con la candidata.

Lo más llamativo fue el encuentro para “generar un gran frente popular” desarrollado en el Club Mar del Plata presidido por Carlos Alderete del Partido del Trabajo y del Pueblo integrante de la Corriente Clasista y Combativa. Estuvo también allí Fernanda Raverta, quien recibió la adhesión de ese sector.

También se sumó Daniela Castro en el acto del Frente Patria Grande y en el Puerto se registró la reaparición después de la exitosa convocatoria del partido Mar del Plata, Puerto y Región.

Partido vecinal se suma

El sábado 9, en el encuentro del barrio Santa Rosa del Mar, José Daniel Ibáñez, Carlos Sepúlveda y Daniel Sosa, habida cuenta que el partido vecinal que ya participó de una elección en 2017 con casi cinco mil votos, cantidad ya rebalsada ahora con la captación de adherentes y la escasa actividad política que se advierte en la zona portuense, ponerse a disposición de la campaña de Raverta.

Señaló Sosa que, “la tremenda situación del Puerto ha creado un clima de desánimo en la zona y nosotros con apoyo de Unidad Ciudadana, queremos volver a entusiasmar a quienes quieren enfrentar a este gobierno que demolió la producción y el trabajo”. Destacó asimismo que es uno de los tres partidos vecinales reconocidos en la ciudad y con los requisitos legales y electorales”.

Saludos para Arroyo y Gabbín

Los vecinos de Sierra de los Padres no han tenido suerte ni con Arroyo ni con su delegada preferida Stella Maris Marinier que corrida por los vecinos y apoyada por el intendente con un ascenso a subsecretaria de Asuntos de la Comunidad, y el actual Ricardo Gabbín al que califican como “un abanderado de la inoperancia”. Los vecinos vienen haciendo cortes del acceso a la Sierra, a la altura de la delegación municipal.

Entre las quejan señalan que han retirado las dos ambulancias y no cuentan con ese servicio. Acumulan tantos reclamos desoídos y ni siquiera transmitidos a la instancia superior que hoy exigen la renuncia de Gabbín. “Necesitamos de una persona que tenga ganas de trabajar y que aporte soluciones porque la situación está cada vez peor”, dicen. La retahila no se agota “las calles un desastre, no tenemos veredas, caminamos por el barro, no se arreglan las calles y obviamente la inexistente seguridad”.