El intendente municipal, Carlos Arroyo, reconoció que fue un error haber otorgado un aumento del 27 por ciento a los trabajadores municipales, insistió en que buscarán autorización para emitir un bono de deuda amortizable a cuatro años, y dijo que el secretario de Relaciones Institucionales Mauricio Loria -su yerno- es su funcionario de mayor confianza. Además, resaltó la tarea desarrollada por el Jefe de la Policía local, Fernando Telpuk y del titular de Obras Sanitarias, Mario Dell’Olio.

En una entrevista concedida al programa “Vencedores y Vencidos” de radio La Red, Arroyo dijo hoy al mediodía que estaba de acuerdo con el plan del secretario de Economía y Hacienda de la comuna para que Mar del Plata pueda emitir un bono de deuda amortizable a cuatro años.

“Es perfectamente viable”, dijo, y refirió que Schroeder
“propone una práctica usalmente admitida y utilizada en todo el mundo. Es perfectamente posible. Es un bono que significa un préstamo con un interés mínimo amortizable a cuatro años que le permitiría a la Municipalidad salir del desequilibrio éste que es endémico”, dijo, y recalcó que “debe pensarse que la Municipalidad igual que otra empresa, sufre los efectos de la inflación. Yo no pago lo mismo el combustible en setiembre que en enero o febrero. Esto debe tenerse en cuenta”, ejemplificó.

El jefe comunal sostuvo que si hay una fecha mala para que un gobierno asuma es diciembre. “Empezamos como pudimos”, dijo, y prometió que “el presupuesto verdadero lo vamos a hacer este año, y ahí va a estar todo proyectado, tanto el ingreso como el gasto posible. En un presupuesto, cualquier error de un punto significa un monto importante al final de la cuenta”.

En este sentido, y a propósito de la reciente situación vivida con el pago desdoblado a los trabajadores municipales, quienes realizaron un paro de ocho días, admitió que “gran parte de la problemática fue culpa mía y asumo toda la responsabilidad”. Sobre el particular, se explayó diciendo que “cuando se planteó la discusión salarial con los municipales yo tendría que haber respetado un tope de aumento del 25 por ciento y admití subirlo dos puntos. Justo -detalló- dio la casualidad que me tocó comprar comida y vi que habían aumentado una desproporción y no quería que los empleados municipales tuvieran que soportar necesidades, más allá de lo lógico.Por eso autoricé esos dos puntos que fue también gran parte del problema”, dijo.

En otro aspecto, sobre la cantidad de personal que trabaja en la municipalidad, explicó que “hay trabajo para todos. El tema es la mala distribución. De a poco estamos pensando en hacer una redistribición. Hay dependencias de control, que tienen tareas muy específicas como Inspección General que no tienen todo el personal que tendría que tener, y a otras les sobra”, comentó.
Dijo también que “las críticas nunca nos deben afectar si estan bien hechas. Nadie es perfecto. Lo que no estoy de acuerdo es que a veces hay ciertos periodistas que son bufones que responden a determinados intereses, A veces hay gente que opina y no tiene conocimientos reales”.

El inicio de las clases
Sobre las recientes críticas del presidente del Concejo Deliberante y uno de los fundadores de su fuerza política, el concejal Guillermo Sanz Saralegui, dijo que tiene diálogo. “Es raro Saralegui. Lo conozco bien y nos tenemos bastante cariño”, expresó.
Luego sostuvo que el secretario de Relaciones Institucionales, su yerno, Mauricio Loria “es mi mano derecha a nivel legal y administrativo. Es la persona de mayor confianza mía. La palabra de él es como la mía”. También resaltó el trabajo del secretario de Economía y Hacienda, Gustavo Schroeder y calificó como “excelentes funcionarios”, pese a venir de la gestión anterior, al Jefe de
la Policía Local, Fernando Telpuk, y al titular de Obras Sanitarias, ingeniero Mario Dell’ Ollio.

Consultado sobre las relaciones entre las fuerzas que componen Cambiemos reconoció que “siempre hay un buey corneta que sale oponando cosas raras”, aunque subrayó que “la voluntad de trabajo existe. Tenemos un frente unido”.

En otro tramo del reportaje ratificó sus palabras contra la decisión del gobierno nacional de empezar las clases en febrero, cuando señaló que lo dispuesto por el presidente Mauricio Macri “fue una burrada”, lo cual generó malestar en la máxima dirigencia del PRO.

“Sigo pensando lo mismo”, aseveró, tras lo cual aclaró que “soy un docente que trabaja de intendente”. Sobre el tema indicó que “no es necesario empezar las clases el 29 de febrero. Mar del Plata y la costa necesitan que las clases empiecen en la tercera semana de marzo, y eso es lo que aconsejo. Habrá que ajustar los programas para no perjudicar a la temporada”, finalizó.