En sus últimas semanas como intendente, Carlos Arroyo decidió darle prioridad a un viejo reclamo personal de su pareja, la también subsecretaria de Educación municipal, Susana Rivero: arreglar la calle frente a su casa, no el barrio, sino la cuadra donde reside la mujer y madre de otros tres funcionarios incorporados por el jefe comunal a la gestión con cargos jerárquicos. Curiosamente se trata de la única obra de vialidad en todo Parque Luro, para la cual debieron interrumpirse tareas en otro frente de obra.

Una retroexcavadora, dos camiones “almejeros”, una minicargadora y entre seis y ocho empleados del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado (Emvial) trabajan a destajo hace algunos días en Strobel al 3800.

La obra no consiste en un simple recapado del asfalto, sino que se ejecuta en profundidad para reconstruir la calle y avanza “a muy buen tiempo” para terminarla “cuanto antes”. Hacía tiempo que no se intervenía la zona. Sin embargo, no está previsto con claridad seguir ejecutando reparaciones en este barrio, donde muchas de las calles se presentan en un estado mucho más intransitable que ésta.

En comparación a la gran mayoría de las calles en deplorable estado distribuidas en gran parte de Mar del Plata, Strobel entre Dardo Rocha y Ricardo Gutiérrez no presenta un deterioro extremo, aunque sí registraba “un desnivel importante”, según explicaron autoridades del Emvial.

Si bien hace años que -como en tantísimos barrios- los vecinos de la zona reclaman por el mantenimiento de las calles, curiosamente -o no- el despliegue de maquinarias se concentra en la cuadra donde reside la pareja del intendente Carlos Arroyo, cuyos tres hijos forman parte del polémico engrosamiento de la planta municipal, escándalo que sacude política y judicialmente a la gestión.

Hace cinco meses el jefe comunal firmó un decreto para designar a Evangelina Susana Tedros (hija de Susana Rivero) como subsecretaria de Inspección General. Sus hermanos fueron nombrados en la misma área. Uno de ellos, Nicolás Tedrós, asumió incluso como director de Inspección General, todos ellos con onerosos sueldos. También se supo que una nieta, Camila Tedros, de 21 años, fue designada en Obras Sanitarias, específicamente en la Torre Tanque.

La orden para ejecutar en Parque Luro la polémica obra frente al domicilio de Susana Rivero, en la cuenta regresiva para el cambio de gobierno, la habría dado Eduardo Leitao, el presidente del Ente de Servicios Urbanos (Emsur) quien, ante la “renuncia” del titular del Emvial -protagonista de uno de los polémicos traspasos de funcionarios a la planta de Obras Sanitarias que ya investiga la Justicia Federal y cuestiona todo el arco político-, por orden de Arroyo pasó a hacerse cargo también de supervisar los trabajos del Emvial, aunque admitió en declaraciones a LA CAPITAL “no entender de eso”.

La urgencia por arreglar la cuadra de la pareja del intendente y subsecretaria de Educación habría llevado a que una cuadrilla del Emvial debiera suspender la ejecución de una obra de reparación vial en otro barrio para iniciar “cuanto antes” el arreglo de la calle Strobel al 3800, que abarca una cuadra por Strobel y la esquina de Ricardo Gutiérrez, que se encuentra cortada al tránsito.

La decisión, casi en forma inmediata, generó fuerte malestar entre los trabajadores, que se encontraban abocados a otro frente de obra. Y al enterarse de que el cambio tenía que ver con arreglar “la cuadra de Susana”, la bronca creció puertas adentro.

La… nerviosa… “justificación”

LA CAPITAL consultó al responsable de Emvial por la ejecución de esta obra, la única sobre toda la extensión de Strobel y también en todo el barrio en este último tiempo.

Nervioso y titubeante, Eduardo Leitao dijo textualmente: “Eso lo tenían programado y lo han dejado, se ve. Y eventualmente si se puede hacer en función de la programación… se hace por supuesto porque era un trabajo que no se había atacado de alguna manera y bueno… los vecinos, cada vez más… y yo… que vi en los programas, o mejor dicho lo analizamos en los programas que tenían de trabajo, se… se dijo bueno, hay que hacerlo esto porque ya estaba... dentro de lo posible, porque hay otros lugares que van a quedar y se van a tratar de atacar en la medida de lo posible. Tampoco yo en el caso de lo que tengo, de acá hasta fin de mes, digamos de gestión, obviamente no hay mucho tiempo, pero bueno, lo importante es también que continúe la gestión que viene con ese tipo de tareas”.

Según el funcionario, a quien le costó justificar el desarrollo de esta obra sin admitir que se trata de un pedido de la pareja del intendente, el arreglo de la calle responde a “un pedido de los vecinos de mucho tiempo”.

Sin embargo, Leitao intentó explicar, más allá del estado de la calle, el por qué de la obra. Dio varias versiones a la vez, sin terminar de confirmar ninguna.

“Abajo se supone que hay un conducto que está un poco descalzado. Se desplazaron algunas veredas. Hubo hundimientos, que pueden ser producto de la filtración de agua. Ya se habló con Obras Sanitarias para ver si había que resolver algún tema hidráulico. Hasta el momento en la zona que se está trabajando… yo estuve presente en el descalce de la primera etapa, este… digamos la rotura de pavimento… la compactación de la tosca está muy bien, lo hablamos con el técnico porque yo no entiendo de eso, pero hay un sector que no, que se ve que había que profundizar un poco más para ver cuál era el problema que tenía abajo, vendría a ser de la carpeta estructural”.

La explicación, sin sentido en varios tramos, incluye otra versión más. “Se tuvo que levantar eso (el asfalto) porque había un desnivel entre placas y placas de más de cinco centímetros y eso provocó algunos accidentes de bicicleta y motos”.

Asimismo, Leitao remarcó que Strobel es una calle “muy, muy, muy transitada” y una “entrada obligada de la costa a Parque Luro” y que por eso “se atacó” ese frente.

Consultado por la posible extensión de las obras en Parque Luro y en otros puntos de la zona norte, donde abundan pozos y tramos con asfalto vencido, el titular del Emvial indicó: “No, no, no… la idea es ir en esa zona… ir haciendo… fijate lo que es la esquina que se está haciendo y se hizo otro bache más adelante también”.

“Es decir -continuó- lo importante de alguna manera, entiendo yo, muchas veces es agarrar algún circuito, alguna zona que tiene ese tipo de problemas, ¿no? No solamente ahí por supuesto. Bueno, yo tampoco no puedo (sic) en un mes reprogramar lo que ya estaba programado, digamos, anticipadamente. Es… ir tratando de resolver lo que está quedando pendiente, esa es la realidad, en la medida de lo que se puede en cuanto a partidas presupuestarias”.

“El problema era el desnivel. Si vos venís en… en una… en un vehículo, eso ocurría que (sic) muchas veces te caes… cinco centímetros de lado y puede ocurrir un accidente como seguramente ha habido, de acuerdo a lo que dicen los vecinos, que hay gente de muchos años que nos contaban la historia de todo ese sector”.

Sobre el final, Eduardo Leitao agregó: “Es una obra más, es una obra más que está en el sector para seguir atacando todo ese sector que tiene tanta transitabilidad a partir de la costa, que está el semáforo… Strobel y sale todo ahí para adentro, es así, esa es la realidad. Yo creo que es así, ojalá”.

Asfalto nuevo y cordón cuneta

La obra de reparación vial que se lleva a cabo desde el miércoles sobre la calle Strobel entre Dardo Rocha y Ricardo Gutiérrez incluye la reparación integral del pavimento en toda la cuadra.

El trabajo se extiende hacia ambas esquinas. De hecho, en la intersección con Gutiérrez, como en todo Strobel, también se contempló la reconstrucción del cordón, para lo cual hay cuatro unidades del Emvial y entre seis y ocho operarios afectados que llevan adelante los trabajos a intenso ritmo.

“Se había levantado la vereda”, explicaron desde el Ente al intentar acreditar los trabajos, sin justificación acerca de por qué no se ejecutan obras en otras zonas hundidas en pozos, donde el asfalto es una promesa y el cordón, un “lujo” lejos de casa, y las cloacas, una utopía.