MIRAMAR (Corresponsal).- El rubro de la construcción no escapa a una crisis que ya se venía manifestando con menores inversiones por la actualidad económica y que en este contexto de pandemia ante el Coronavirus, se agudizó con la paralización total de distintas obras desde que el gobierno adoptó las medidas restrictivas ya conocidas.

El comienzo de una cuarentena que fue afirmándose de manera gradual cada 15 días atentó directamente con quienes luego de una temporada alentadora pretendían encarar distintas obras, pero lo peor se vio del lado de la cadena comercial que genera este rubro, con un alto impacto en empresas constructoras, corralones, profesionales y trabajadores de los distintos oficios.

“Sin duda alguna la situación golpeó de lleno a todos aquellos que viven del ingreso diario, sobre todo a los cuentapropistas entre los que además  existe desde siempre un altísimo porcentaje de informalidad”, expresó ante LA CAPITAL, el titular de la delegación del Colegio de Arquitectos de General Alvarado, Enrique Malbrán.

En referencia a la actualidad de su profesión, el arquitecto se sinceró al argumentar que, “no nos salvamos de esta paralización de actividades ya que además de las obras privadas, debimos cerrar nuestros estudios. Somos monotributistas que durante los últimos 60 días afrontamos todos los gastos fijos pero con ingreso cero”.

Miramar, pese a algunos pacientes declarados en observación por síntomas relacionados al Coronavirus e hisopados que seguramente comenzarán a realizarse con mayor continuidad no cuenta aún con casos positivos por lo cual actualmente, con la respectiva habilitación del municipio, comenzaron a reactivarse algunas planificaciones.

“Por el momento sólo hay desarrollo de obras de pequeña o mediana escala  donde distancias a recorrer son relativamente cortas y los trabajadores las realizan en su vehículo propio o bicicleta. El 14 de abril tuvimos una reunión con el intendente, adjuntamos un protocolo junto a otras instituciones y finalmente el retorno de la obra privada sucedió el pasado 11 de mayo”, aclaró Malbrán.

“Las construcciones que están reabriendo de manera  simultánea y eso requiere de planificar nuevamente los procesos constructivos,  la intervención de los gremios por turnos, prever con mucha antelación la compra y recepción de materiales, además del alquiler de contenedores. Paralelamente, todos los trámites en la Dirección de Obras Privadas se realizarán con turnos solicitados por correo electrónico o telefónicamente”, enfatizó el arquitecto.

A futuro

Igual el panorama para los próximos meses es preocupante en cuanto a la continuidad de los proyectos edilicios por la inflación y los costos de obra que van aumentando cada vez más.

“No todos los comitentes se decidieron a reiniciar o empezar muchos de los proyectos.  Se prefiere cuidar los ahorros esperando el curso de los acontecimientos en los próximos meses, tanto en lo que respecta a la crisis sanitaria como la económica de nuestro país.  Pensamos que recién a principios de junio podremos contar con cifras reales las obras que se reiniciaron y cuántas continúan cerradas”, concluyó Malbrán