Armani sobre los shows en vivo: “Se siente esa falta, hay un hueco”
Editó “Cerca”, su disco número catorce. Homenajea a la amistad con tintes rockeros y bluseros. Contiene canciones propias y de Juan Pablo Chapital Gianlupi, un músico uruguayo.
“Cerca” es el nuevo disco de Jorge Armani, un material más rockero, con paisajes de blues y jazz hecho a medias con el músico uruguayo Juan Pablo Chapital Gianlupi. De las seis canciones que contiene, tres son composiciones del marplatense (“Niño mantra”, “Doble” y “Si quisiera”) y las otras tres del montevideano (“Tito´s Blues”, “Esto merece un tango” y “Father song”). Los acompañan Quique Ferrari en bajo y voz y Colo Maddío en batería.
El catorceavo disco de Armani viene a celebrar la amistad con Chapital, una amistad de la adultez, en la que confluyen las conexiones musicales, las largas charlas, las opiniones divergentes. Pero sobre todo, un vínculo que se caracteriza por tener siempre “un feedback copado”.
Y en tiempos de aislamiento, de imposibilidad de recitales y de viajes, un golpe difícil de digerir para la comunidad musical, “Cerca” cobra un sentido impensado para sus autores: viene a ratificar la convicción de que la música es todo lo contrario a la distancia.
Con Chapital “tenemos historias parecidas y una amistad en la que podemos opinar libremente, nos preguntamos cosas, estamos muy cerca y la música es una demostración de lo que nos pasa en el corazón de verdad”, apuntó el destacado guitarrista a LA CAPITAL y contó que cada uno parece funcionar como el fans del otro o como parte de la hinchada.
Ambos guitarristas se conocieron a mediados de los ’90, en festivales de jazz de Uruguay. En esos ámbitos, Chapital -hoy es parte de la banda de Fernando Cabrera- ayudó a Armani a sentirse cómodo en tierra uruguaya. Luego fue artífice de varias clínicas del marplatense en el vecino país y hasta medió para que pudiera parirse “Aire”, un disco grabado con Osvaldo Fattoruso.
Mantienen el ritual de verse en la capital uruguaya y de sentarse en La Pasiva para degustar “media docena de panchos” cada uno, charla va, charla viene, en un país en el que siente rápido “el respeto, una hermandad y una cultura” común. “Nos conocemos desde hace mucho, este disco nació de una charla natural, fue para el lado rockero porque con el `Chapa´ estamos comunicados desde ese ángulo”, indicó el marplatense.
Chapital, Armani, Fattoruso y Nacho Mateu, durante la grabación de “Aire”.
“Si quisiera” fue la canción que funcionó como disparador de todos los temas que vendrían después, de una parte y del otro del Río de La Plata. Esa composición, que tiene unos años y que Armani tocó varias veces en vivo, unificó sonoridades y búsquedas. “Cerca” se grabó en diciembre del año pasado y que está casi listo para ingresar a la virtualidad.
“Esta cosa de que se hayan cortado los shows en vivo, se siente esa falta, hay un hueco, tratamos de hacerlo como sea, haciendo vivos, grabando discos, no siento que me tenga que detener”, expuso Armani, quien confesó que a pesar de las clases de música virtuales y de los proyectos que mantiene encendidos siente “una opresión al estar siempre entre cuatro paredes”.
No obstante, le encuentra varios sentidos positivos al confinamiento: la necesidad de reinvención de los sistemas de comercialización de la música independiente y la sinceridad que ve, ahora, en los vínculos afectivos. “Se profundizaron las relaciones de los que estamos en la misma”, opinó. “Los verdaderos vínculos se solidificaron y los otros se esfumaron”, dijo.
Y en relación a su faceta de trabajador del arte, consideró atinada la posibilidad de diseñar su propia plataforma musical, lejos de los monopolios de difusión que ubican al artista “en el mundo” pero generan una nula rentabilidad económica. “Resulta que estamos en Spotify pero no nos escuchan desde todo el mundo y cuando queremos grabar nuestro próximo disco no tenemos con qué, tenemos que reinventarnos pensando en nosotros como músicos”, entendió el artista, quien se manifestó a favor de “aprender a ganarse lo propio de una forma decente”.