Argerich, Goerner y Alarcón crean una noche de paraíso musical en Suiza
El trío argentino invitaron al público a viajar a través de un maratón nocturno de música por los universos de Beethoven, Chopin, Debussy, Prokofiev, Ravel y Piazzolla, entre otros grandes autores.
Martha Argerich.
Tres estrellas argentinas de la música clásica, Marta Argerich, Nelson Goerner y Leonardo García Alarcón, crearon durante doce horas un paraíso musical en Ginebra con un maratón nocturno de conciertos en la que invitaron al público de Suiza a viajar por los universos de Beethoven, Chopin, Debussy, Prokofiev, Ravel, Piazzolla y muchos otro más.
Ginebra descubrió con esta propuesta de García Alarcón, director del centro artístico La Cité Bleue, su primera maratón musical, que empezó a las 19.30 y terminó a las 7.30 de este domingo, después de seis conciertos con intermedios de media hora cada uno, en una serie de conciertos excepcionales en los que la mayor sorpresa fue la participación de Argerich, anunciada apenas dos días atrás.
La pianista argentina se convirtió, más allá de los elogios, en una leyenda de la música clásica al ser considerada por buena parte de la crítica como la mujer pianista más importante del mundo, por su extraordinaria técnica y la emoción que impregna en sus interpretaciones.
Argerich fue invitada a participar en este espectáculo por su compatriota Goerner, reconocido como uno de los mejores pianistas clásicos en la actualidad, llegado a Ginebra a mediados de los años ochenta gracias al primer puesto que obtuvo en el concurso Franz Liszt de Buenos Aires y a quien García Alarcón confió la elaboración del programa de esta maratón.
Goerner, quien como Argerich y García Alarcón vive en Ginebra, destacó que entre los veinticinco músicos que desfilaron por el escenario “hay varias jóvenes promesas, de talento extraordinario” que se están formado y perfeccionando en Ginebra.
Entre ellos estaba el joven franco-peruano Loïc Vallaeys, alumno de Goerner en la Alta Escuela de Música de Ginebra, quien interpretó en el concierto al compositor rumano George Enescu, como parte de su formación de cinco años.
La serie de conciertos se desarrolló en La Cité Blue, una sala recientemente reinaugurada después de años de renovaciones y que cuenta con una de las tecnologías de acústica más sofisticadas que existen.
Este avance tecnológico hace posible una reverberación excepcional y que tiene como resultado una impresionante pureza del sonido que pone en evidencia hasta el más mínimo fallo, pero que en este caso resaltó la perfección de cada interpretación musical, entre las cuales una de las más aplaudidas fue la del cuarteto de cuerda francés Modigliani.
Formado en 2003, este cuarteto se presenta cada año en Norteamérica y Asia y es el responsable de la dirección artística del Concurso Internacional de Cuartetos de Bordeaux, Francia.
Entre entusiasmados aplausos arrancó también el francés William Sabatier, a cargo del bandoneón, reconocido como uno de los interpretes y arreglista de referencia de la obra de Astor Piazzolla, con cuyos temas recorre prestigiosas salas de Europa y América.
Al comentar la idea de esta maratón musical, García Alarcón dijo que en Suiza -como en otros países- debe entenderse “que necesitamos música y que no se le debe considerar un lujo, como algo elitista y que solo podemos disfrutar si pagamos, la música debe ser un bien común”.
EFE.