El presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein, denunció ayer que la delegación de deportistas argentinos en los Juegos Río de Janeiro 2016 tiene “cinco pisos disponibles en la Villa Olímpica y dos no están habitables” a once días del inicio de la competencia.
Por esa razón, el dirigente anunció que el COA buscará alojamiento fuera de la Villa para trasladar “al personal técnico y de staff” con el objetivo de “privilegiar la preparación y el cuidado de los atletas”.
El complejo habitacional de los deportistas, situado en la exclusiva zona de Barra da Tijuca, “tiene problemas típicos de final de obra, de electricidad y plomería”, explicó Werthein, tras recibir un informe del jefe de la delegación nacional, Diego Gusmán, quien visitó Brasil la semana pasada.
Falta de luces en pasillos y habitaciones, sanitarios tapados y conexiones de gas bloqueadas son algunos de los inconvenientes edilicios en la Villa Olímpica, comentaron fuentes del COA.
“La gente de Brasil ha tenido problemas de todo tipo y en lo que respecta a la Villa, nosotros somos uno de los países más afectados. Los departamentos están terminados por fuera y lucían terminados por dentro, pero creemos que dos de los cinco pisos que tiene Argentina no van a ser habitables”, informó Werthein en una conferencia de prensa brindada ayer al mediodía en el Cenard.
Con el traslado de dirigentes y colaboradores, el titular del COA confió en que todos los atletas estarán en condiciones de residir en la Villa Olímpica, pues el pico ocupacional se dará en los primeros días de los Juegos previstos del 5 al 21 agosto próximo. “Hay ocho departamentos por piso y cada uno puede alojar hasta seis personas”, precisó.
“Sabemos que en este momento no es fácil conseguir alojamiento en Río de Janeiro pero estamos gestionando lugares fuera de la Villa para mover al personal técnico y staff con el objetivo de priorizar a los atletas. La organización dice que los va a terminar a tiempo pero no podemos correr riesgos”, alertó.
Werthein asumió que el COA “se hará cargo” del gasto económico por la falla habitacional, pero se despreocupó de ello porque “ahora no es momento de evaluar los costos sino de garantizar el bienestar de los deportistas”.