El Gobierno nacional presentó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuestas para “mejorar los procesos de transferencias de armas pequeñas y ligeras”, y, además, pidió “reducir las dificultades y cargas administrativas ligadas a los informes requeridos” y “efectivizar el intercambio de información y buenas prácticas”, según se informó oficialmente.

En el marco de la 8ª Reunión Bienal de Estados sobre el Programa de Acción de las Naciones Unidas (PoA) que se desarrolla desde el 27 de este mes al 1 de julio en Nueva York, la delegación nacional expuso ayer por primera vez un documento de trabajo sobre el estado de situación de la conformación y funcionamiento del Sistema Nacional Argentino de Materiales Controlados.

Acerca de la destrucción de armas y el desarme voluntario, la Argentina destacó que “esta política se constituye como eje central en el control de armas, ya que comprende su efectiva eliminación de los mercados ilegales y de la sociedad”.

La comitiva argentina propuso implementar un mecanismo de intercambio y sistematización de información oficial de documentación y procedimientos, entre otros aspectos relevantes, que “permitan agilizar y mejorar los controles nacionales de rastreo de transferencias de armas de fuego y materiales controlados”.

Asimismo, presentó los avances y desafíos de implementación de políticas de control de proliferación de armas y demás materiales controlados, que Argentina “ha logrado concretar durante más de 20 años, en un sistema robusto y destacado a nivel internacional”, según un comunicado oficial.

La delegación argentina en la ONU se conformó por el subdirector de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), Carlos Fernández; el coordinador de Cooperación Institucional de ese organismo, Ignacio Sacchetti; el consejero de la Misión Argentina en la ONU, Emmanuel Guerra; y funcionarios de Cancillería.

Con un trabajo conjunto entre la ANMaC y la Dirección de Seguridad Internacional, Asuntos Nucleares y Espaciales (DIGAN) de Cancillería, se presentaron dos propuestas de trabajo para impulsar acciones de cooperación internacional para el mejoramiento de la implementación de los instrumentos para el desamarme mundial.

Según las iniciativas propuestas por la Argentina, se remarcó la necesidad de “fortalecer las evaluaciones de género en el PoA y el Instrumento de Rastreo Internacional”.

Otro punto es “el fortalecimiento de la sinergia y complementariedad existente entre mecanismos jurídicos de diferentes organismos regionales y subregionales, con el objetivo de reducir las dificultades y cargas administrativas ligadas a los informes requeridos por cada instrumento, como también efectivizar el intercambio de información y buenas prácticas”.

Por otra parte, en esas iniciativas, “se reforzó el compromiso del país sobre el marcaje de municiones y el desarrollo de mecanismos de rastreo internacional”.

También invitó a los estados parte a cumplir con la presentación del informe sobre el Programa de Acción de las Naciones Unidas (PoA), a pesar de que es voluntario, Argentina “siempre lo ha enviado a la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA)”, ya que considera que dicho informe “constituye un mecanismo de control y evaluación sobre los compromisos internacionales”.

Por último, Argentina remarcó el rol que desempeñan las tecnologías en materia de armas de fuego y municiones y propuso la creación de un grupo de trabajo compuesto por técnicos que aborde la temática.

Por su parte, la ANMaC fue invitada a exponer en el evento paralelo de la Organización de Estados Americanos (OEA) ‘Apoyo a la Implementación del PoA. Un debate entre Estados miembros de la OEA y de dos Iniciativas de la Unión Europea’.

El Programa de Acción y el Instrumento de Rastreo Internacional para la prevención, combate y erradicación del tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras de la ONU (UNPoA) se creó en 2001 y 2005 consecutivamente, y los Estados miembros se convocan a reuniones cada dos años.