Opinión

Argentina en el G20: expectativas ambiciosas y conclusiones moderadas

Por Florencia Fleitas

ROMA, Italia.- Con una agenda cargada que incluyó postura pospandemia, recuperación económica y cambio climático, se llevó adelante la décimo sexta y de carácter presencial Cumbre del G20 que reunió a grandes potencias mundiales (a pesar de controversias históricas) y países cuyas economías se posicionan como emergentes. En esta última categoría, y reconocida por su capacidad de exportación, la Argentina se presentó con un objetivo claro: lograr convenios multilaterales que le permita la reestructuración de la deuda con el FMI.

La comitiva presidencial arribó con la ansiedad -e incertidumbre- de haber tomado las mejores decisiones estratégicas de cara a sentarse en la mesa con Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional. La reunión fue un hecho, y un gran gesto de que el lugar elegido fuese la Embajada Argentina en Italia, presidida por el embajador Roberto Carlés. Todo fue acorde a lo previsto, Alberto Fernández junto a Martín Guzmán y Santiago Cafiero frente a los que tendrán la última palabra pero siempre con la postura de ponerse al hombro un planteo justo y clave para la economía de nuestro país.

¿Resultados? ¿Qué dijeron? ¿Logramos algo? Haciendo un balance del encuentro, son preguntas un tanto complejas de contestar con exactitud. Sin embargo, se confirmó que la reunión fue constructiva y se pudo poner sobre la mesa la revisión de los “sobrecargos” que cobra el organismo de crédito a las naciones endeudadas, lo que tuvo un apoyo contundente de la Unión Europea y quedó plasmado en el documento final de la Cumbre, según fuentes consultadas por La Capital.

En los pasillos del centro de convenciones “La Nuvola”, el Presidente Fernández también logró un saludo distendido con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, casi tan duradero como un “pull aside” en estos encuentros. Siendo testigos presenciales, pudimos ver los gestos y escuchar las breves palabras intercambiadas, lo que significó una señal de buenas expectativas para el acuerdo que se quiere lograr.

Mientras tanto, la Primera Dama Fabiola Yañez no desentendió su compromiso con la agenda social mundial y con una marcada impronta en la contención familiar, inauguró en el Consulado en Roma un espacio interactivo y un sector para la Lactancia, mantuvo reuniones con la Consulesa Argentina en Italia, la esposa del Embajador Carlés, Mónica Monterotti; el Embajador de la FAO y la presidente del FIDA, además de las reuniones protocolares con las demás primeras damas en el marco del programa de acompañamiento al Presidente Alberto Fernández.

Volviendo al concepto de intentar mantenerse en el camino del entendimiento, Argentina dejó en claro a nivel mundial que continúa con sus intenciones de lograr consensos internacionales. Busca incansablemente nuevas posibilidades de financiamiento, trata de sacar mayor provecho posible a las reuniones bilaterales –la mayoría concretadas en esta Cumbre- y tiene la seguridad de que el mundo está de su lado.

Ahora, el Ministro Guzmán continúa en Roma manteniendo reuniones con el equipo de Georgieva mientras el resto de la comitiva argentina ya se encuentra en Glasgow intercambiando ideas sobre cómo enfrentar la problemática del cambio climático, un suceso irreversible que nos repercute a toda la población mundial aunque actualmente no sea del todo perceptible.

Haciendo también un rápido panorama de cuáles fueron los objetivos y resultados de los demás países participantes porque, como dijo el editor diplomático internacional, Nic Robertson: “si el G20 fuera un festival musical, estarías preocupado por no estar allí”, esta cumbre dejó una clara postura de apoyo mutuo en un contexto de pospandemia entre países con economías fuertemente potenciadas y aquellos que se desvelan por reforzar las propias. Pero en estos tiempos el objetivo común es que todos logremos emerger tras una crisis que no discrimina lugar, identidad ni religión.

En tanto, “Personas, Planeta y Prosperidad” fueron los ejes inspiracionales que se encontraron en el documento final de la Cumbre con un pacto clave de tirar todos para el mismo lado en la reducción del calentamiento global en función de las posibilidades y herramientas de cada nación. Además de lograr llegar al 70% o más de la población con pauta de vacunación completa para el año entrante y de la necesidad de creación de un fondo de Sustentabilidad y Contra la Pobreza, que inyecte recursos en los países más dañados por el Covid-19.

De ahora en más, miramos atentos a Glasgow para confirmar que los propósitos claves en materia medioambiental serán posibles a través del trabajo conjunto y comprometido de líderes y población mundial.

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