La Selección Argentina masculina de básquetbol, con el envión anímico de haber sellado su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se enfrentará este martes a Serbia, uno de los candidatos al título, en los cuartos de final del Mundial de China.

El partido se disputará a partir de las 8 en el Basketball Center de la ciudad de Dongguan, con televisación en vivo de TyC Sports, la Televisión Pública y DirecTV Sports.

El equipo albiceleste vivió un lunes de festejos, porque desde el piso 37 del hotel de concentración, observó en conjunto (cuerpo técnico y jugadores) la victoria de Estados Unidos sobre Brasil, que eliminó a los cariocas y certificó el pasaje a Tokio 2020, el primer objetivo con el que llegó a este certamen.

Ahora, sin presiones extra, el conjunto conducido por el bahiense Sergio Santos Hernández quiere ir por la gloria y un título que solo consiguió en el primer Mundial, como local, en 1950.

Liderado por la experiencia de Luis Scola (39 años), más la desfachatez de los nuevos valores como Facundo Campazzo, Nicolás Lapprovitola, Nicolás Brussino, Gabriel Deck y los marplatenses Patricio Garino y Luca Vildoza, Argentina llega invicto con cinco victorias consecutivas.

Es cierto que partía con favoritismo ante sus rivales, pero la suficiencia con que resolvió a Corea del Sur (95-69), Nigeria (94-81), Rusia (69-61), Venezuela (87-67) y Polonia (91-65) invita a la ilusión.

El subcampeonato en Indianápolis 2002 fue la última vez que Argentina se subió a un podio mundial, por eso el post Generación Dorada tiene un tinte diferente e invita a volver a creer que es posible.

Pero ahora será diferente, porque el propio “Oveja” Hernández ubicó a Serbia “por calidad del plantel el mayor candidato a ganar el torneo”, incluso por encima del bicampeón actual Estados Unidos.

“Serbia puede armar un equipo con estatura promedio de 2,10 metros, si quiere. Tiene internos muy poderosos y un jugador como (Bogdan) Bogdanovic que le resuelve todos los problemas en ofensiva”, analizó sobre el vigente subcampeón.

Serbia llega golpeado porque, después de cuatro triunfos, cayó frente a España y quedó condenado al segundo puesto en el Grupo J de la segunda fase.

El ganador del cruce jugará semifinales con el vencedor del vigente campeón mundial, Estados Unidos, y Francia, el viernes próximo en Beijing.

El perdedor lo hará con el eliminado de la misma llave entre estadounidenses y franceses, el viernes en Dongguan por la reclasificación del quinto al octavo puesto.