Los preparativos, la espera, la ansiedad y la emoción del ex comandate Guillermo Tibaldi llegaron este sábado al punto de partida de su ambiciosa expedición homenaje a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, a dos años de su última partida en la Base Naval de Mar del Plata, donde se celebró esta mañana una emotiva ceremonia para alentar al submarinista a emprender el trayecto de 1600 kilómetros para unir al mar con la cumbre del Aconcagua en memoria y honor de los 44.

Familiares de los submarinistas, autoridades de la Base Naval, integrantes de Fuerzas Armadas, corredores y vecinos en general se dieron cita esta mañana junto a la capilla del predio militar para dar lugar a una ceremonia para acompañar a Guillermo Tibaldi en el comienzo de la experiencia extrema e inédita para la que hace largos meses viene preparándose rigurosamente.

Llevar la memoria de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan a “la cima de la Patria”. Como le contó a LA CAPITAL, ese fue el propósito que impulsó al ex comandante del buque a idear y preparar una travesía que ya está en marcha: atravesar los 1600 kilómetros que separan al muelle de la Base Naval del que hace dos años zarpó por última vez el submarino y llegar a la punta del Aconcagua con una bandera que rinde homenaje a la tripulación.

Con la emoción a flor de piel, banderas argentinas y otras con el rostro y los nombres de los héroes del ARA San Juan, Tibaldi recibió el apoyo y el cariño de las máximas autoridades de la Base Naval, como así también de su familia, amigos y vecinos que incluso lo acompañaron a dar los primeros pasos por la costa marplatense, hasta llegar a la avenida Luro y adentrarse en la ruta 226 en una misión que demandará más de tres meses de esfuerzo diario.

“Pienso poder hacer 25 o 30 kilómetros por día, pero eso va a depender de las condiciones climáticas y también de cómo me sienta. Hoy, antes de salir, me siento bárbaro”, dijo Guillermo Tibaldi a LA CAPITAL antes departir.

“Lo que quiero es llevar la bandera con el nombre de los 44 a lo más alto, aunque ya subí dos veces el Aconcagua”, aseguró. La odisea podría incluirlo dentro de los Récords Guiness. Jamás se hizo algo así.