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Interés general 13 de octubre de 2020

Apostando a la economía del conocimiento, se van los japoneses de la fase 3 y refundir o refundar

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata

 

El intendente, el gobernador y el Presidente acaban de cumplir sus primeros diez meses en el poder. De esos 300 días, más de 200 -siete meses- los tuvieron que dedicar especialmente a la pandemia del coronavirus que todo lo trastocó. Un virus que, al menos en la Argentina, irrumpió para dejar al desnudo falencias estructurales históricas en todos los niveles. La agenda de los gobernantes entonces se basó en “tapar agujeros”, preparar de la mejor manera posible el terreno para lo que vendría -el “tsunami” del Covid ya irrumpía en Europa- y garantizar que nadie “muriera por falta de una cama”. Mientras, se derrumbaron los puestos de trabajo, creció la desocupación y la pobreza, de la mano del desánimo y del hartazgo y la “fatiga cognitiva” (Facundo Manes dixit) se hizo y se hace presente en millones de argentinos. Nos encontramos en un punto -con las Fiestas y el verano cerca- en el que añoramos que todo esto termine y que el 2020 pueda ser borrado de la memoria. Sin embargo, coincide en destacarse, no habrá respiro hasta tanto se oficialice la vacuna. Paralelamente, comienzan a aparecer los hombres y mujeres que piensan y trabajan delineando la pospandemia y la reconstrucción y va ganando la superficie la necesidad de establecer entonces una agenda que apunte al día después.

En Mar del Plata, hay dos cifras contundentes: 38,9 por ciento de pobreza y 26% de desocupación. Con vistas al futuro hay dos palabras y una sola letra de diferencia entre ambas. La ciudad o se refunde o se refunda. No hay términos medios. La clase dirigente de Mar del Plata tiene frente a sí un gran desafío, como lo es encolumnar a todos los sectores detrás de un objetivo claro, un plan, un programa, para que la ciudad se ponga de pie. La coyuntura exige respuestas rápidas –los concejales del bloque de Acción Marplatense presentaron una resolución solicitando el IFE4 que significaría una inyección de más de 1.000 millones de pesos en la economía para paliar la realidad social y económica en la ciudad con más desocupación del país- pero la mirada también debe ir más allá de lo inmediato. Se impone entonces un cambio estructural.

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“Hay que potenciar lo que se tiene y llevar adelante herramientas nuevas”, señalaba en las últimas horas el intendente Guillermo Montenegro en reportaje concedido al sitio Latecla. “Hay que potenciar la pesca, los eventos todo el año, congresos, el sector frutihortícola, la construcción, y otras cuestiones que son importantes como el desarrollo del polo tecnológico, al que se le puede agregar valor para que distintas industrias quieran venir a la ciudad, como las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) resaltaba. Y añadía: “Transformar a Mar del Plata en una ciudad del conocimiento es clave”.

Dos son los proyectos “fuertes” en los que confían las autoridades municipales. Por un lado, se presentó un programa para crear un distrito tecnológico para incentivar la instalación de pymes y empresas del rubro en la zona de la Estación Ferroautomotora. La propuesta incluye una serie de beneficios e incentivos para aquellas empresas y pymes que se quieran instalar en el distrito tecnológico que se proyecta delimitar entre las calles San Martin, Guido, 3 de Febrero y Chile. “La zona de la estación Ferroautomotora muestra un potencial diferencial para el asentamiento de industrias creativas relacionadas con la economía del conocimiento, en función de un sector histórico que ha sufrido el traslado de la centralidad a las zonas cercanas a la costa”, detalló el secretario de Producción, Fernando Muro.

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Empresarios del sector se entusiasmaron con la propuesta. “Evitará la fuga de empresas TIC locales a otras ciudades o provincias como CABA (Parque Patricios), Mendoza, Córdoba y Rosario, incentivará a que nuevas empresas se radiquen en Mar del Plata, generará trabajo de calidad en la ciudad y posibilitará la creación de un centro de incubación y desarrollo de empresas basadas en el conocimiento, cuyo objetivo es promover la creación de nuevas empresas basadas en el conocimiento y la transferencia a la industria y otros sectores”, expresaron. Paralelamente, Fernando Muro y su equipo trabajan en los detalles finales del proyecto de ordenanza que establece un plan de desarrollo de la economía del conocimiento de General Pueyrredon. Un trabajo muy completo que tiene por objeto contribuir a la transformación económica, social y cultural del partido de General Pueyrredon, promoviendo el desarrollo del conocimiento y la innovación como fuerza impulsora de la economía.

Recientemente, el Congreso aprobó la Ley de Economía del Conocimiento, estableciéndose una serie de incentivos fiscales para firmas del sector TIC. “Si la pandemia nos ha demostrado algo es que la tecnología ahora juega un papel fundamental en nuestras vidas. Los negocios que han logrado subsistir en medio de la cuarentena son los que pudieron reconvertirse de manera digital. La educación ahora está basada en la enseñanza virtual a distancia. Las familias y amigos han aprendido a mantener vínculos gracias a las telecomunicaciones. Está claro que la tecnología se ha vuelto vital”, aseguró Maximiliano González Kunz, CEO de Neutron, aceleradora de negocios. Añadió que ya hay 80 empresas instaladas en esta ciudad que está destinada a seguir creciendo. “Su ubicación central, la facilidad de conexión con el resto del país y la maravillosa playa hacen de Mar del Plata un destino muy atractivo para los talentos que en definitiva son quienes hacen grandes a las empresas”, refirió.

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El empresario marplatense está convencido de que “tenemos un talento único en el país, con profesionales altamente capacitados que necesitan trabajar. Tenemos las bases, estoy seguro de que existe la voluntad. Propongo trabajar juntos para que el apoyo al sector tecnológico sea una política de estado, de la cual nos vamos a beneficiar todos los argentinos”, alegó. Otros representantes del sector estiman que la Ley de Economía del Conocimiento aprobada por el Congreso días atrás, en Mar del Plata posibilitará una facturación superior a los 1.803 millones de pesos en 2021, generará más de 604 puestos de trabajo para el 2021 y más de 18.360 para el 2030 en Mar del Plata. Además, apuntaron, evitará la radicación de las grandes empresas en Uruguay, mejorará la igualdad de género en el mercado laboral TIC local, y generará el crecimiento de ramas como la nano y biotecnología.


La actual gestión intenta reflotar entonces un programa que comenzó a desarrollarse durante la gestión de Gustavo Pulti, luego sepultado en el mandato de Carlos Arroyo. En aquel gobierno de Acción Marplatense se dieron los primeros pasos conducentes a la economía del conocimiento, firmándose un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo y Aticma. También hubo convenios con la Fundación Sadovsky y el Ministerio de Ciencia y Tecnología y así se comenzó a enseñar pensamiento computacional en los jardines de infantes municipales, y a programar en primarias y secundarias y se obtuvo el financiamiento –a través de la Corporación Andina de Fomento- para crear la Escuela de Artes y Oficios Digitales. Se crearon carreras relacionadas con la tecnología en los terciarios municipales y se enseñaron a hacer aplicaciones. Hubo hackatons y maratones creativas de las que surgieron aplicaciones. Y comenzó a levantarse el Parque Informático, donde se contemplaba que tuvieran sus oficinas iniciales las incubadoras de empresas en el predio ubicado frente a Rumencó. De hecho 25 empresas habían firmado un convenio para radicarse en esas 5 hectáreas iniciales. Así arrancó Florianopolis (hoy su parque cuenta con 250 hectáreas). Pero un día asumió el doctor Carlos Arroyo y todo se abandonó…

Un poco de historia. En la campaña electoral del 2015, a Arroyo lo beneficiaban las encuestas. Sus asesores decidieron “esconderlo” hasta que llegara la hora de votar. No participó en debates y poco se sabía sobre sus planes de gobierno. Solo que tenía un programa “secreto”. Una decisión acertada, en lo referente a la estrategia electoral, para que no se supiera lo que le depararía a la ciudad los cuatro años de mandato de quien entonces era mencionado como el “Pepe Mujica marplatense” que se impuso con el 48% de los votos y que cuatro años después volvió a su casa con el 3% de las adhesiones en su intento reeleccionista, reclamando, al igual que algunos de sus adláteres, más de un millón de pesos por vacaciones no gozadas durante el último año de su gestión.

Es preferible, reír que llorar… El 27 de agosto de 2015, plena campaña electoral, en una charla con empresarios del sector TIC, el doctor Carlos Arroyo dijo que suprimiría la secretaría de Desarrollo Tecnológico y no supo explicar qué haría con el Parque Tecnológico. Quienes lo escucharon, consideraron que demostró tener “un gran desconocimiento del sector y en relación a los temas básicos de tecnología y de educación”. Se recuerda incluso una triste anécdota protagonizada en aquella reunión por quien luego se convertiría en el peor intendente de la historia de la ciudad. Recuerda textualmente la crónica de LA CAPITAL que “uno de los pasajes más incómodos de la charla se produjo cuando al ser consultado sobre su conocida negativa a utilizar teléfono celular, Arroyo señaló el control remoto de un aire acondicionado ubicado junto a él y dijo “yo no uso estos aparatitos porque el que me quiere ubicar sabe que me puede encontrar en mi casa”.

tremendo

Además de eso, en medio de la conversación, algunos asistentes debieron explicarle qué era el servicio de Whatsapp y para qué se utiliza. Entre las definiciones del entonces candidato que generaron mayor inquietud, estuvo su promesa de que, para cubrir el déficit de mano de obra, traería a Mar del Plata la carrera de Ingeniería Informática, sin tener en cuenta que esta ya se dictaba en cuatro universidades. Además los presentes también le consultaron las razones por las que como concejal había votado en contra de la creación del programa de fomento para las TIC y de la construcción del Parque Informático. La inquietud nunca fue respondida, ya que en este punto el candidato se concentró en hablar sobre la situación de los countries privados existentes en el entorno del Parque, ubicado en avenida Jorge Newbery y Virgen de Schoenstatt. Ya en el gobierno, Arroyo hasta se dio el lujo de dejar caer un préstamo a tasa cero del BID para dicho Parque Informático. Se perdieron lamentablemente cuatro años en la materia, como en tantos otros rubros por parte de quienes llegaron al gobierno con la promesa de “poner a Mar del Plata de pie”. Se fueron expulsados por el voto popular -al menos debe resaltarse que Arroyo guarda prudencial silencio desde entonces, no así alguno de sus exvoceros- y dejaron a la ciudad de rodillas.

El periodista dialogaba con un funcionario de segunda línea en una de las mesas de la vereda de café cercano a la Municipalidad, en la soleada tarde del lunes, antes de la marcha opositora contra el Gobierno. El concejal opositor se “autoinvitó”, pidió una lágrima, se sentó y arrancó con las chicanas. “Parece que a la gente le gusta contagiarse”, disparó mientras observaba cómo muchas personas se iban concentrando lentamente cerca del monumento a San Martín. Después la emprendió contra el funcionario, a propósito de lo que se vivió en la cervecería Baum de la avenida Constitución, con un video que se viralizó donde se constató que nadie respetaba las medidas de distanciamiento social. “Yo entiendo que la gente tenga que laburar y que ustedes permitan ciertas aperturas, pero lo mínimo que deberían hacer es controlar un poco más y cuando se producen anormalidades como estas sancionar. Hasta la Cámara de Cervecerías Artesanales repudió lo que allí pasaba. Es joda. Y además pagan justos por pecadores”, refirió.

El hombre del gabinete municipal se mostraba irónico. “Ustedes son divinos. Piden que les desinfectemos los locales a los comerciantes que no tienen plata para hacerlo, pero se oponen a las aperturas comerciales. Tendrían que unificar un poquito el discurso me parece”, sacudió para ponerse serio y recomendar el libro que estaba leyendo. Mostrarle un libro a un periodista es una invitación al mangazo sin devolución. Así fue. El hombre de prensa empezó a leer allí mismo “La epidemia como política”, del italiano Giorgio Agamben y se quedó con un párrafo que lo compartió en voz alta. “¿Qué significa vivir en la situación de emergencia en que nos encontramos? Significa, sin dudas, permanecer en casa, pero también permanecer lúcidos y preguntarnos si la emergencia militarizada que ha sido proclamada en el país no es, entre otras cosas, también un modo de descargar en los ciudadanos la gravísima responsabilidad que los gobiernos incumplieron al desmantelar el sistema sanitario”. Dio una larga pitada y continuó leyendo. “Significa, sin duda, permanecer en casa pero también escuchar la propia voz y pedir que se devuelvan a los hospitales públicos los medios que han sido privados y recordar a los jueces que haber destruido el sistema sanitario nacional es un crimen infinitamente más grave que salir de las casas sin la declaración jurada de circulación”. “Brillante”, acotó, para resaltar que lo leído era parte de un texto que el Corriere Della Sera le solicitó a Agamben y que nunca lo publicó.

Funcionario y concejal -el periodista seguía leyendo, abstraído, en su mundo- coincidían en destacar que cuando escucharon el viernes el mensaje del presidente Alberto Fernández anunciando la nueva etapa de la cuarentena, pensaron que “nos abrochaban mal”. Hubo que esperar hasta la medianoche del domingo para confirmar en el decreto presidencial que General Pueyrredon seguía enmarcada en el ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) o en fase 3, como los distritos del AMBA más Bahía Blanca, Tandil y San Nicolás. Nada de fase 1 o fase 0 como volvieron a vaticinar erróneamente algunos. “No queda mucho margen para restricciones. Por suerte se podrán ir blanqueando los paros a la japonesa de Mar del Plata, con los cuales se esquivaron las restricciones que contemplaba la fase 3. La obra privada vuelve la semana que viene así que se van los japoneses”, bromeó el subsecretario comunal. Lo mismo sucederá, aventuró, con el personal doméstico, se habilitarán la apertura de restaurantes y bares con mesas en veredas o terrazas, gimnasios al aire libre y salidas recreativas en grupos de hasta diez personas. En realidad, acotó, todas acciones que hoy ya tienen lugar en Mar del Plata pese a no estar autorizadas. El concejal, por su parte, resaltó la importancia de que se hayan sumado camas al Hospital Modular, y se paró para despedirse, no sin antes informar -en la tarde del lunes en realidad nadie lo sabía aún- que había dado positivo el testeo de coronavirus que se realizó el director del Hospital Interzonal General de Agudos, Gustavo Galbán. “La semana pasada la subsecretaria de Salud y ahora el director del Hospital… El bicho no perdona”, dijo, yéndose, obviamente, sin pagar siquiera su café.

Este martes, en conferencia de prensa, el jefe de Gabinete de la provincia, Carlos Bianco, confirmó lo adelantado por LA CAPITAL sobre algunas de las restricciones que se impondrán a determinadas actividades para la próxima temporada estival. En tal sentido, dijo que será “muy difícil” que se puedan aprobar actividades en espacios cerrados, haciendo especial hincapié en “boliches y teatros”. Así, todo parece indicar que Mar del Plata tendrá una temporada extraña y atípica, sin actividad teatral, sin boliches bailables, e incluso sin Casino. “Trataremos de tener la mejor temporada posible. Pero, claro está, no va a ser una temporada récord”, expresó. Además, anunció que esta semana “va a haber definiciones muy claras” sobre la temporada “para que haya certezas”, al tiempo que comenzarán a definirse aspectos relacionados al funcionamiento de hoteles, campings, y transporte aéreo y terrestre (micros).

Ante la declaración del jefe de Gabinete, el empresario y productor teatral Carlos Rottemberg tuitió que la situación sanitaria “obliga a un delicado equilibrio. En lo inmediato -apuntó- buscaré comunicación con el gobierno de la provincia para obtener alguna respuesta directa y certera, si es que existe”. Lo llamativo del caso fue que dos horas después de la conferencia de prensa en La Plata, donde se deslizó la posibilidad de que no hubiese teatros este verano, el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, resaltaba la importancia del Plan Previaje, que ofrece una devolución del 50% de lo que se gaste en reservas de turismo nacional para 2021. “Podrán comprarse entradas para el teatro”, dijo el funcionario en entrevista concedida a Canal 10.

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Una buena para los marplatenses. El plan “Previaje” también permitirá que lo pueda utilizar cualquier marplatense que quiera alquilar una carpa. “Lo puede utilizar cualquier marplatense que quiera alquilar una carpa en cualquiera de los balnearios de Mar del Plata. Es para consumos dentro del sector turístico”, aseguró el ministro a Canal 10, oportunidad en la que aseguró que la ley de reactivación contempla “muchos beneficios” para el sector. El beneficio no solo aplica a la compra de paquetes turísticos, hospedaje y transporte, sino también a excursiones, restaurantes, alquiler de autos y productos regionales, entre una larga lista de rubros vinculados al turismo estableciéndose que todas las compras deberán realizarse entre el lanzamiento del programa y diciembre de 2020 para viajar en 2021. El 50 por ciento del gasto realizado será recibido por el adquirente a través de una tarjeta del Banco Nación. “Si sos marplatense podés gastar en servicios turísticos en Mar del Plata y te reintegran el 50%. E incluso también puede ser al revés. Por ejemplo gastaste 100 mil pesos para ir al Calafate, te devolvieron 50 mil en la tarjeta. No la gastaste en Calafate pero finalmente podrás usarla en Mar del Plata, en restaurantes, balnearios u otros rubros turísticos”, explicó a LA CAPITAL una fuente del Ministerio.

¿Cuarentena sí o no? Si algo faltaba para generar aun más confusión, ahora apareció un asesor de la Organización Mundial de la Salud, quien cuestionó la cuarentena como principal estrategia gubernamental para controlar la propagación del coronavirus y alertó que las restricciones generan un aumento de la pobreza. Sus dichos llegaron a todos los diarios del mundo. David Nabarro, uno de los seis enviados especiales de la OMS para el Covid-19, dijo al medio británico The Spectator que “en la Organización Mundial de la Salud no abogamos por las cuarentenas como el principal medio de control de este virus”. “El único momento en que creemos que una cuarentena está justificada es para ganar tiempo para reorganizar, reagrupar y reequilibrar sus recursos; proteger a los trabajadores de la salud que están agotados. Pero en general, preferimos no hacerlo”, afirmó.

Según el especialista, las restricciones “solo tienen una consecuencia que nunca hay que menospreciar y es hacer que la gente pobre sea mucho más pobre”. Según Nabarro, el impacto económico en los países pequeños que dependen del turismo y el aumento de los niveles de pobreza son dos efectos importantes de las cuarentenas y citó como ejemplo los daños sufridos en lugares como el Caribe o el Pacífico debido a la cancelación masiva de los viajes o las pérdidas de los pequeños agricultores en todo el mundo porque sus mercados han sido golpeados. El director de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, debió salir al cruce. Expresó que “no queda otra opción” que el confinamiento ante el aumento de casos de Covid-19 en Europa y América. “Entendemos la frustración de muchos países a medida que ven los casos subir de nuevo”, señaló en rueda de prensa el etíope, y explicó que “llegado cierto punto, no hay otra cosa que hacer que dar órdenes de quedarse en casa para ganar tiempo y usarlo para elaborar planes, preparar a los trabajadores sanitarios y mejorar los test”.