Aplican una pena mínima para el autor de un brutal asesinato
La Justicia acordó una condena de 8 años para Hernán Bertone (22), quien en diciembre de 2015 asesinó de 15 puñaladas a Maximiliano Ramallo (21).
Hernán Bertone (22), el joven adicto que asesinó a puñaladas a su amigo y proveedor de estupefacientes, Maximiliano Ramallo (21), fue condenado a 8 años de prisión en un acuerdo entre las partes.
Bertone reconoció el crimen ocurrido el 27 de diciembre de 2015 en un contexto de consumo y comercialización de marihuana dentro del departamento de la víctima, ubicado en Gascón al 1500.
El juez Alfredo De Leonardis se encargó de avalar el entendimiento entre el fiscal Fernando Castro y la defensa a cargo de Federico Carnicero y confirmar la responsabilidad penal por “homicidio simple” de Bertone.
Bertone recibió la pena mínima que la escala prevé para dicho delito, que tiene como máxima 25 años de prisión.
El asesinato tuvo características peculiares porque Bertone y Ramallo no solo eran conocidos sino que además vivían a poca distancia uno del otro. Ramallo lo hacía solo en su departamento de Gascón entre Sarmiento y Alsina, y Bertone junto a sus padres en Las Heras al 2500.
La investigación de Castro permitió reconstruir que aquel domingo de diciembre Bertone compró una cerveza y fue a visitar a Ramallo, quien lo recibió como en otras ocasiones. No eran amigos íntimos pero se veían con frecuencia a raíz de que Ramallo tenía cultura cannábica y siempre contaba con marihuana para vender a sus conocidos. Bertone solía comprarle y pagar con cierta morosidad.
Cerca de las 8 de la tarde dentro del departamento de planta baja Ramallo le habría demanadado a Bertone el dinero adeudado y ello desató una pelea. Armado con un cuchillo Bertone atacó a Ramallo en el comedor y en la pieza y le propinó 15 puñaladas. El asesino también dejó rastros: un corte en un dedo le provocó un sangrado.
La joven víctima, que era conocido además por sus habilidades para el hip hop e incluso había grabado algunas canciones de su autoría, no tuvo ninguna oportunidad de sobrevivir. En tanto Bertone, tomó una bolsa con marihuana, guardó el cuchillo, y se colocó una campera para cubrir las manchas de sangre, y un casco en la cabeza.
Las cámaras de seguridad de los comercios de la zona lo mostraron a Bertone mientras huía y dejaba caer el casco a los pocos metros de la esquina de la calle Sarmiento.
Distintas averiguaciones de la DDI local en las primeras horas avanzaron hacia “Gordoma” -era un apodo que figuraba en agendas de Ramallo- y tres días después lograron detener a Bertone.
Las pruebas en su contra era determinantes pero además el 4 de julio de 2016, un análisis comparativo de las evidencias de ADN obtenidas de la sangre en la escena del crimen arrojó un resultado contundente: de las 17 muestras remitidas, de 11 se obtuvo “un perfil genético ocho trillones seiscientos mil billones de veces más probable que el perfil genético analizado en las evidencias mencionadas que haya sido depositado por el imputado Bertone
Hernán David que por un individuo al azar de la población de referencia”.
Bertone, debido a su adicción a las drogas, continuará su detención en el centro Vida Digna, donde un equipo de terapeutas controlan su proceso recuperatorio.