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Cultura 3 de marzo de 2022

Apareció la novela “La vida que tuvimos”, de Claudia Salandra

Narcotráfico, complicidad policial y suspenso.

 

La investigación más importante sobre narcotráfico en la Argentina está a punto de romperse en mil pedazos y explotar en la cara de los involucrados. Demasiada inoperancia, desidia y complicidad de la policía local y hasta de la justicia. La ciudad de Rosario se ha convertido en el lugar ideal para el nacimiento de un cártel de drogas al estilo mexicano. El clan de “Los Reyes” es casi una réplica del cártel de Sinaloa y nadie parece querer hacer lo que se debe hacer.

De esto trata “La vida que tuvimos”, la nueva novela de Claudia Salandra editada por Gogol Ediciones. Un relato donde se entrelazan la acción, el suspenso, la pasión y una particular historia de amor. No obstante, es la lealtad la que sobrevuela la trama convirtiéndose en un personaje más en su lucha contra la traición, quizá para hallar la respuesta a una pregunta clave: ¿se llama traición cuando no se puede hacer nada más?

En un recurso narrativo muy bien utilizado por la autora, los tres personajes que le dan vida al relato lo cuentan desde su punto de vista y con sus voces en primera persona.

Así, Jaime, un antiguo y experimentado agente de la AFI (ex SIDE), el más influyente, el de las más impiadosas operaciones, le pide al ministro al que reporta saltear que la justicia lo convoque y comenzar a dirigir la investigación. Es decir, meterse en el barro y hacer de memoria lo que sea necesario.

En un operativo de bajo impacto capta a un informante, Santiago Rearte, alguien del riñón del clan que transitará ese sinuoso camino de responder a ambos bandos sin levantar sospechas. Y, así, el engranaje para que la investigación llegue a ser una megacausa judicial se pone a andar, también, con la aparición de otra pieza clave para ese mecanismo, Clara Burke, “la chica de la historia”.

Si bien la novela comienza con el relato de Clara, que de manera un poco liviana nos introduce en el tema de su irregular vida emocional, muy pronto se advierte que la historia va de otra cosa. Como dice Javier Chiabrando en la contratapa: “El mérito de Claudia Salandra es saber cómo meter a sus personajes en problemas y no darles demasiadas pistas para encontrar una salida… en “La Vida que tuvimos” asistimos al ir y venir de personas buscando salidas (en este caso un agente, un informante y una mujer), la mayoría de las veces en callejones donde no las hay…”.

Con un ritmo vertiginoso y un buen uso del suspenso, la autora de “Rescatar a Pablo” y “La pasión según Marcos”, vuelve a introducirnos en una historia que no tiene intenciones de dar respiro al lector.