Carlos Emanuel “Momo” Barone (27) llegó a la guardia del HIGA con nueve disparos en sus piernas. Los médicos que lo recibieron diagnosticaron casi de manera visual que su vida no corría riesgo, pero lo sometieron a todo el protocolo para las curaciones correspondientes y para ponerlo a disposición de la policía.

En un primer momento, el “Momo” Barone se negó a aportar información tanto sobre lo que le había sucedido como sobre su identidad. Poco después, al cabo de algunas averiguaciones del personal policial del Destacamento y de que el propio herido entró en razón de que lo mejor era contar la verdad, quedó al descubierto una historia tan singular como espectacular.

El “Momo” Barone había sido baleado poco antes en cercanías de la Villa Gascón, en 188 y Gascón, el mismo lugar en donde el año pasado fueron asesinados Marcos Robaina, Walter Silguero y Luciano Quiroga. En ese radio de dos o tres cuadras funcionan “points” de venta de droga y hasta los problemas menores se resuelven con violencia, principalmente a los tiros.

De acuerdo a la información a la que accedió LA CAPITAL, Barone recibió 5 tiros en una pierna y 4 en otra al cabo de una discusión.

Al conocerse su identidad se supo además que era la misma persona que el fiscal Mariano Moyano buscaba por el asalto a un edificio céntrico el pasado 14 de diciembre y en el que la víctima fue una adolescente.

Esa madrugada, un ladrón solitario ingresó a un local de estética de Jujuy al 1800 y causó detrozos, preparó un botín para llevarse y pintó en las paredes las palabras “Putas” y “Baren”.

De allí subió por unos andamios hasta el piso superior e ingresó a un departamento. Eran cerca de las 6.30 de la mañana y en el interior había solo dos hermanos, un joven de 16 años que dormía, y su hermana de 14 que se despertó ante la llegada del ladrón. Éste, luego de atarla, se apoderó de dinero, computadoras, otros valores y se dio a la fuga.

Sin embargo, el ladrón no advirtió que en la huida se le cayó su DNI. Cuando la policía lo recuperó, lo primero que hizo fue cerciorarse de que se trataba de la identidad del ladrón. Esto se confirmó con la comparación de la foto del DNI con los videos de las cámaras de seguridad.

Se trataba de Barone y se sospecha que eso fue lo que quiso escriber en la pared: su apellido. Pero escribió “Baren”.

La policía fue a allanar su domicilio en el barrio Belisario Roldán, muy cerca de la Villa Gascón, pero no lo encontró. Barone era una persona con antecedentes: tuvo una última sentencia el 28 de marzo de 2024 en el Juzgado de Garantías N° 5, donde fue condenado en un juicio abreviado a la pena de 2 meses de prisión de efectivo cumplimiento por unos robos, que se unificó a una pena de 8 meses, ya que contaba con una condena del Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 en la que había sido considerado reincidente, junto a otra pena en el Juzgado Correccional N° 3.

Mientras la fiscal Romina Díaz investiga los pormernores del ataque que Barone sufrió en la Villa Gascón, el fiscal Moyano ordenó su detención.