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La Zona 1 de septiembre de 2016

Anunciaron la construcción de la cárcel de Sevigné

El ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, dijo que en las próximas semanas se evaluarán los terrenos que fueron cedidos por la comuna a la provincia y que a partir de allí se decidirán las características de esa construcción. “El sistema penitenciario hoy es un fracaso”, dijo.

El ministro de Justicia Gustavo Ferrari, el intendente Camilo Etchevarren y el subsecretario de gobierno Mario Etchevarren.

El ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, anunció la construcción de una nueva cárcel en la localidad de Sevigné en el partido de Dolores.

Ferrari firmó hoy con el intendente Camilo Etchevarren la escritura de las 55 hectáreas que la municipalidad cedió a la provincia con ese objetivo. “En los próximos días, arquitectos nuestros estarán evaluando las posibilidades de esos terrenos”, indicó Ferrari.

El ministro señaló que aún no está presupuestada la construcción que, como mínimo, debería poder albergar a 300 personas, por cuanto eso dependerá de la evaluación que se haga sobre las condiciones del terreno. Según indicó, debería estar construida en dos años y medio.

Dijo, además, que esto no significará por el momento la desactivación del actual edificio de la cárcel de Dolores, ubicada en pleno centro de la ciudad. “Ojalá pudiera pero no puedo desactivar nada, porque no hay manera, en el corto plazo, de descomprimir”, señaló al tiempo que reconoció que la superpoblación en la provincia es de 7000 en cárceles y 2500 en comisarías.

Reforma en el sistema penitenciario

Ferrari trazó un oscuro panorama sobre el sistema penitenciario provincial. “Durante décadas se ha abandonado al Servicio Penitenciario, lo que lleva a desintegrarlo del sistema de seguridad”, sostuvo.

“Ocupémonos de las cárceles: puede no ser rentable desde el punto de vista electoral pero sí en el largo plazo”, reclamó.

“Salvo aquellos que han tenido vínculo con algún sector religioso o alguna ONG o alguna práctica deportiva, las personas que pasan por el sistema penitenciario no son reintergrados a la sociedad, reinciden y reingresan: esto es un fracaso como sociedad”.

La falla central está relacionada con que “hay penas en el cuerpo” y esas penas en el cuerpo están relacionadas con las terribles condiciones de vida en los penales. “Hay lugares en los que no hay agua potable, todavía no hay un colchón por preso. No comen: ahora estamos generando un sistema para que tengan dos comidas calientes por día. No tienen remedios, no tienen un hospital penitenciario, no hay trabajo en cárceles, la inmensa mayoría de los talleres están cerrados”, enumeró Ferrari.

Por otra parte, Ferrari habló de lo que consideró “un cambio revolucionario” en el funcionamiento del Servicio Penitenciario Bonaerense.

“Hemos planteado una propuesta a 10 años para cambios en el sistema de formación, en el escalafón y el sistema disciplinario”, dijo. Parte de ese cambio implicará dividir las áreas de seguridad y tratamiento en cuanto a la formación de efectivos y su funcionamiento.

“Hay que poner todo para que esa persona se reintegre”, propuso, y trabajar para que “cada reingreso sea un fracaso cuando hoy cada reingreso es lo lógico.”

También indicó que se estudia la posibilidad de “avanzar sobre cambios estructurales como cárceles para primarios solamente”.

“Yo sé que la ciudadanía tiene un concepto formado de la cárcel: que se queden así. Es un error gravísimo porque tarde o temprano vuelven a la sociedad y siguen delinquiendo porque tuvimos una persona depositada durante años y no nos ocupamos de ella”, señaló.