El secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, planteó este jueves su intención de llevar a cero el déficit presupuestario de la comuna y explicó que para lograrlo requerirá que los concejales apoyen la implementación de nuevas medidas para elevar la recaudación y a erradicar el “despilfarro” en el gasto.

El funcionario acudió por primera vez al Concejo Deliberante, donde ante la comisión de Hacienda aseguró que siempre y cuando se apliquen algunas “correcciones”, al término de 2018 y “siendo optimista”, la Municipalidad podría lograr un equilibro presupuestario.

Según dijo, una vez cumplido ese objetivo, la comuna estaría en condiciones de emitir un bono para saldar la millonaria deuda que mantiene con la mayoría de sus proveedores, cuya cifra -según señaló- ascendería a los 1000 millones de pesos.

Mourelle junto al presidente de la comisión, Guillermo Arroyo.

A más de 40 días de haberse incorporado al gabinete del intendente Carlos Arroyo por recomendación del gobierno de la provincia de Buenos Aires, el nuevo secretario mantuvo su primer contacto con concejales de todos los bloques.

En ese marco, expuso su diagnóstico sobre la situación económica y financiera del municipio y describió cuáles serán los principales objetivos de su gestión. El funcionario reconoció que, en las actuales condiciones, el ejercicio presupuestario 2017 concluirá con un déficit estimado de 800 millones de pesos y advirtió que en el caso de que no sean adoptadas medidas para revertir esa tendencia, el año próximo esa cifra podría elevarse a los 1200 o 1800 millones.

De ser así, el déficit “llegaría al 30% del presupuesto, lo que es alarmante”, aseguró. Mourelle indicó que para que eso no ocurra su área propondrá múltiples medidas en materia de ingresos y de gastos. “No va haber achique”, prometió ante la advertencia del concejal del Frente Para la Victoria, Marcos Gutierrez, de no acompañar ninguna decisión que implique un ajuste, sobre todo, en el gasto social.

“Lo que se va a hacer será reducir la participación en el presupuesto de los sectores más privilegiados, que no son justamente los vecinos de Mar del Plata y de Batán”, sostuvo el funcionario. Por momentos, Mourelle se mostró muy crítico con la actual estructura del presupuesto y marcó la necesidad de implementar modificaciones profundas. “A lo largo de muchos años, se fueron generando capas y capas de beneficios que provocaron que hoy el municipio esté como esté”, sostuvo.

Concejales de distintos bloques consultaron a Mourelle sobre los planes para reducir el déficit.

El funcionario, quien respondió a las consultas de los concejales durante casi dos horas, admitió también que en lo que va del año los ingresos obtenidos por la comuna están muy por debajo de las estimaciones que fueron previstas por el gobierno. Por eso anticipó que en materia de recaudación se trabajará para “eliminar una gran cantidad de exenciones de tasas” que, “aunque parezca un chiste, benefician a los sectores de mayor poder económico de Mar del Plata”.

Asimismo, reveló que el nuevo director de la Agencia de Recaudación Municipal (ARM), Diego Balbuena, ya recibió instrucciones para celebrar un acuerdo con la Agencia de Recaudación de la Provincia (ARBA) para realizar tareas conjuntas de inteligencia fiscal y transferir capacitación e información. El funcionario anticipó que se llevará a cabo una licitación para contratar los servicios de una empresa privada especializada en gestión de cobro “para que nos ayude, sobre todo, con las tasas más complejas”.

En ese contexto, y frente a las consultas de los motivos por los que durante en sus dos años de gestión el gobierno de Arroyo no implementó ninguna moratoria para recuperar el enorme stock de deuda que tiene en la calle, Mourelle manifestó sus críticas hacia el uso de esa herramienta.

“Yo creo que las moratorias fueron las que provocaron que la ciudad adquiriera una cultura por la cual hoy estamos abajo del 60% de cobrabilidad”, dijo. No obstante, tras hacer esta afirmación el secretario no descartó ofrecerles a los contribuyentes de menor poder adquisitivo algún plan de pagos con ciertas ventajas y plazos “acotados”.

Al analizar el gasto Mourelle, precisó que en la actualidad el pago de salarios consume una cifra de $ 300 millones por mes, mientras que el contrato por la recolección de residuos asciende a los $ 70 millones.

Tras precisar esos números, el funcionario calificó como algo preocupante que, una vez afrontados esos gastos, la Municipalidad no disponga de excedentes suficientes para hacer frente a otros compromisos.

Asimismo, confirmó que para poder pagar los salarios, en los últimos meses la gestión de Arroyo debió hacer un uso permanente de giros en descubierto –por montos de entre 160 y 200 millones de pesos– que generaron, en promedio, intereses por 2 millones de pesos mensuales.

Según dijo, en las actuales condiciones seguramente el municipio deberá seguir utilizando esta herramienta de financiamiento por mucho tiempo más.

Con los proveedores

Mourelle también se refirió a la deuda que la comuna mantiene con la mayoría de sus proveedores, precisando que su monto asciende a unos 1000 millones de pesos, es decir, una cifra nominal equivalente a la que existía a fines de 2015.

El secretario reconoció que ese número se mantuvo casi sin alteraciones gracias a las constantes ayudas que la actual gestión recibió de parte de la Nación y la Provincia ya que, de otro modo, hoy sería mucho más elevado.

En ese contexto, y ante una consulta del concejal Santiago Bonifatti (Acción Marplatense), Mourelle explicitó su intención de promover la emisión de un bono para así consolidar la deuda y ponerse al día con los principales acreedores del municipio. Pero aclaró que esto se podrá hacer recién una vez que la relación entre los ingresos y los gastos lleguen a una situación de equilibrio.

“Vamos a tratar de llegar a un déficit cero en 2018. La idea es, recién entonces, emitir un bono para darles una salida rápida y efectiva a los proveedores que vienen bancando a la Municipalidad para que se hagan de efectivo. Ahora, sin déficit cero, no podría emitirlo porque el día en que esos bonos venzan no los va a cobrar nadie”, explicó.