Una intensa gira por teatros de todo el país que termina el mes que viene, el inicio de la temporada de festivales nacionales, los meticulosos preparativos para encabezar su primer show solista en el Luna Park el 4 de diciembre, la posibilidad de acompañar a Los Ángeles Azules en una parte de su gira por Estados Unidos: la agenda de la artista Ángela Leiva sigue sumando fechas y desafíos profesionales que la tienen “feliz”.

“Una hace lo que hace, primero, porque lo ama y, segundo, porque es un trabajo. Cuando esas dos cosas se mezclan suceden cosas maravillosas”, afirmó la cantante que debutó profesionalmente hace trece años, en una charla con LA CAPITAL, a propósito de su regreso a Mar del Plata.

“La reina de la cumbia”, como se la identifica en el mundo de la música, vuelve con su “Amor Prohibido Tour” este sábado al Radio City.

“Realmente, tengo muchas ganas de elegir lo que me gusta y, en este caso, elegí hacer teatros. Esta gira nacional es por los mejores teatros del país y obviamente que Mar del Plata tenía que estar en esa agenda. Estoy muy contenta porque voy a estar en el Radio City. Había estado en su momento con Los Pimpinela cuando ellos me invitaron a cantar, pero, por primera vez, voy con mi show”, destacó la artista, quien valoró: “me gusta cantar en teatros porque me gusta el público familiar”.

Al igual que esta gira -que termina en agosto-, la perspectiva de llegar al Luna la tiene a Ángela “muy entusiasmada”. “La producción del Luna me tiene también bastante ocupada porque para mí es muy importante, es una responsabilidad grande y me lo tomo muy a pecho. Quiero que salga todo perfecto”, reconoció.

Este año Ángela también fue una de las figuras principales de los Carnavales de Bolivia, donde brilló ante más de 8.000 personas que corearon sus canciones en el “Preca Showtime”.

Surgida profesionalmente de un concurso musical del género, la cantante manifestó que “siempre la cumbia mueve montañas, siempre fue popular y convocante”. A su vez, sostuvo que la diferencia con la actualidad es que “ahora hay un ‘crossover’ y el género tiene más visibilidad. Antes, tal vez, no se lo mostraba tanto”.

“La cumbia -agregó- tiene esa virtud de que te está contando una historia súper emotiva pero te está haciendo mover el cuerpo, está bueno. Además, es catarsis. La música en general lo es, pero tal vez en una balada te vas directo a lo sentimental. En la cumbia, con la letra tenés lo profundo, lo duro, pero con la música tenés la diversión”.

“Me di cuenta de lo importante que fue contar mi historia para que también el medio artístico entienda que todo lo que sucedía tenía que ver con eso. Tuve que aprender a sobrellevar cosas que me pasaban en su momento y entender también por qué me pasaban y que cada uno es artífice no solo de su carrera, sino de su vida, que nadie tiene que venir a decirte lo que tenés que hacer, ni querer… no sé, torcer tu camino. Me parece que tenemos que ser fuertes en ese sentido. Es la parte más difícil, porque a veces te tocan personas psicópatas, como me tocó a mí, que ejercen violencia psicológica. Y fue muy difícil para mí salir de ahí, pero lo logré”, compartió sobre el tiempo que estuvo sin poder cantar por presiones de su expareja.

También reconoció que, por su perfil público, ha sentido la responsabilidad de contar su historia. “Me encanta que mi historia ayude a personas que están viviendo o que están sospechando que viven lo mismo que pasé yo. Me parece bárbaro aportar”, indicó.

“Me arriesgué”

Además de seguir cantando y dejando su impronta sobre el escenario, con la grabación de temas propios y colaboraciones, este año Ángela probó, con muy buena repercusión, la actuación.

La artista asegura que su experiencia como cantante fue determinante a la hora de animarse a aceptar la propuesta para componer a Gina en la tira “La 1-5/18”: “Si me hubiese tocado años atrás, no hubiese estado preparada para hacerlo. En este caso, siento que toda la experiencia adquirida de tantos años de trabajo, de escenarios y de todo lo que me ha pasado en la vida me ha ayudado a ser la persona aguerrida que se animó, se arriesgó, en este caso, a hacer algo para lo cual nunca había estudiado”.

Contenta con la experiencia actoral, ahora “espero la posibilidad de hacer alguna buena y alguna mala, porque las malas son muy lindas para interpretar”, cerró.