El coordinador del Gabinete municipal, Alejandro Rabinovich, aseguró que desde el Ejecutivo local, en conjunto con concejales oficialistas, se encuentran analizando la posibilidad de modificar la ordenanza que reglamenta a los “cuidacoches” en el territorio de General Pueyrredon.

“El tema de los cuidacoches sabemos que es importante. Estamos trabajando en eso y sabemos que hay que llevar adelante una modificación de las ordenanzas para regular y controlar la actividad”, señaló el funcionario, a horas de confirmarse su cargo como coordinador dentro del equipo del intendente Guillermo Montenegro.

Las declaraciones de Rabinovich llegan en plena temporada de verano donde es habitual observar un incremento en la cantidad de personas que desempeñan la tarea voluntaria del cuidado de automóviles en vía pública. Si bien durante el invierno los comúnmente llamados “trapitos” (por el trapo o prenda que llevan consigo para facilitar las indicaciones de estacionamiento)  también pueden verse por las calles de Mar del Plata, en los meses de diciembre a marzo suele darse el desembarco de hombres y mujeres oriundos de otras ciudades que, aprovechando el arribo de miles de turistas a la costa marplatense, buscan hacerse de una recaudación voluminosa.

Sin embargo, mientras en otras ciudades como Capital Federal esta actividad se encuentra prohibida, en Mar del Plata solo se encuentran inhabilitados los “limpiavidrios”, según consta en la ordenanza N°15213, sancionada en 2003, durante el gobierno del exintendente Daniel Katz.

En la mencionada normativa, se prohíbe “el desarrollo de la actividad denominada ‘limpia vidrios’ o similar, en la
intersección de las calles semaforizadas o no, avenidas o en toda arteria de circulación en zonas urbanas”. Además, se pasa a no permitir “la venta en forma ambulante de artículos de diversos origen o naturaleza en la forma y en las zonas descriptas”. En definitiva, nada hace referencia al cuidado de vehículos en vía pública.

En este sentido, y consultado por este medio acerca de las alternativas que analizan desde el oficialismo, Rabinovich señaló que, en los últimos días, mantuvo reuniones con la concejal Vilma Baragiola para llevar adelante modificaciones en el único documento municipal que busca regular la actividad: la ordenanza N°2450, de 1964, que establece la creación de un “Registro Municipal de Cuidadores de Vehículos”. En el escrito, la Municipalidad se compromete a revestir el mismo de “carácter profesional” y destinar su control a la “Dirección de Policía Municipal”, aunque en la práctica dicha normativa no se cumplió.

La ordenanza de 1964 que el oficialismo busca actualizar.

“Como las conductas cambiaron, se está viendo cómo se puede modificar y actualizar esa normativa para llevar un registro de cuáles son las personas responsables de cubrir algunas cuadras de la ciudad. También buscamos que (en el eventual registro) sean solo marplatenses, porque lo que ocurre en verano es que se da una invasión de gente de otros lugares que, además, protagonizan aprietes a los marplatenses y turistas y exigencias que están fuera de la ley”, señaló Rabinovich que, en línea con Montenegro, aseguró que su prioridad es “la seguridad de los turistas y marplatenses”.

Según pudo saber LA CAPITAL, la idea del oficialimo local es elaborar un registro similar al que tiene actualmente la localidad bonaerense de Pinamar que exige, entre otros requisitos, que quien se anote en el mismo debe vivir en la ciudad desde 2013 y durante todo el año.

El coordinar del Gabinete municipal también señaló que otras de las alternativas sería la “prohibición”, aunque reconoció que resulta “difícil” implementarla cuando ya hay gente que durante todo el año se desempeña en esa tarea en diferentes puntos de la ciudad.

La reglamentación de la actividad es una de las preocupaciones del Gobierno municipal por estos momentos. Es que en los últimos veranos, varios fueron los casos de turistas y marplatenses que denunciaron haber sido víctimas de “extorsiones” por parte de cuidacoches que exigían determinado valor por el cuidado del vehículo y que de no acceder al pago del mismo, no permitían estacionar en lugares públicos.

A esta situación, que por supuesto es ilegal ya que el ofrecimiento del “cuidado” es dado por las personas de manera voluntaria, sin guardar relación alguna con la administración pública o privada y, por lo tanto, a cambio de una retribución voluntaria de quien recibe el servicio, se le suma otra de igual o mayor gravedad: los daños que reciben los vehículos de quienes se negaron a pagar el monto indicado por los “cuidacoches”.