“Arde Piaf” es el título de la nueva producción del grupo de teatro Desde La Verdad, que se estrenará en Mar del Plata el sábado 27 de mayo, en el teatro Notarius, de Colón e Independencia.

El equipo conformado por la actriz y cantante Analía Caviglia y el director, actor y dramaturgo Agustín Busefi, vuelve a adentrarse en el mundo de Edith Piaf, tras Los tiempos de Edith Piaf y La Fe del Gorrión.

En esta oportunidad parten de la historia y el legado de la gran artista francesa, para dar un mensaje pleno de actualidad.

“Piaf nos interpela a ser más humanos y honestos” definió Caviglia a LA CAPITAL, en una nota antes del estreno de esta propuesta que, describió, tiene una “perspectiva actual y profunda”, que mira mucho más allá de su interesante e intensa biografía y de sus emotivas y desgarradoras interpretaciones.

En esta obra, Caviglia no solo actuará, sino que interpretará algunas de sus canciones más significativas, bajo la dirección de Buseffi -quién además será el narrador de la obra-.

-¿Por qué el título Arde Piaf? ¿Qué sienten que tiene para enseñarnos, hoy, su historia?

-Hoy el planeta sucumbe, nuestros vínculos con la naturaleza y con los otros se ahogan en la codicia retrógrada del poder. El ser degradado por la enfermedad social, en busca de sentido, en caminos oscuros del pasado. Todos estamos en llamas. Sin embargo otras vidas son memoria, porque dieron las suyas por convicción, por amor.
Piaf fue abandonada en diversas circunstancias y cuando una periodista le preguntó “¿qué les aconsejarías a las mujeres? “, ella contestó: “¡Amen… amen, siempre amen!”. Edith ardió en el sentimiento más transformador que es el amor. De ahí el título de nuestro show y nuestra extensiva invitación.

-¿Por qué Edith Piaf? ¿En qué te sentís identificada con ella?

-Edith Piaf es una artista monumental. Sin haberlo construido conscientemente o deseado, emergió en su tiempo y en nuestro tiempo se revela como ícono de grupos feministas, intelectuales, de artistas, Lgbti+ como la de todos aquellos que sintieron a esa mujer como la figura que los interpreta y otorga un lugar de poder en sus días.

El abordaje, antes y ahora, de tan singular estrella se debe a que su presencia más allá del tiempo nos interpela a ser más humanos y honestos.

Proponernos decididamente compartir un planeta y un futuro, todos. Este posicionamiento abarca todos los aspectos desde lo personal a lo social y también se traduce en ser mejores artistas. Esa es mi identificación con Edith Piaf.

-¿Qué particularidades y diferencias tiene esta interpretación de Piaf, con respecto a las anteriores?

-En poco tiempo cambiaron sustancialmente las coordenadas de pensamiento desde nuevos paradigmas que la sociedad va gestando en su desarrollo. Los humanos no somos ajenos a esa transformación y la percibimos en las estructuras materiales y espirituales. En este contexto también han mutado nuestras visiones artísticas (la pandemia fue definitiva). La perspectiva ante Piaf se torna más actual y profunda ya que dialogamos simbólicamente con sus encarnaciones que ya presentamos anteriormente imaginándola, transformada, hoy.

-¿De qué materiales se nutren para bucear en los aspectos menos conocidos o menos abordados de la Artista?

-Su biografía es la misma. Desde ese plano de certeza y realidad, la creatividad, la estilística, la experiencia, el duende, nos permiten traspasar el velo cronológico y con su espíritu “flotando” en la gimnasia del ensayo se produce una trama donde la materialidad de las herramientas (videos, discos, libros – IAF de Simone Berteaut, Del grito al canto de Beatriz Salvá-, nos enriquecen y complejizan hasta lograr la performance al calor de nuestra admiración por Piaf .

-¿Cómo definís vos la forma en la que amalgamás en tus interpretaciones la actuación y la música?  

-La música es parte vital de mi gestación e infancia. Existen circunstancias y vivencias particularmente singulares (familia de músicos y una niñez impregnada de circo como supo señalarme el maestro Gerardo Loholaberry). Esa amalgama es parte fundante de ser y elegir ser artista.

El recorrido posterior de búsquedas desde el canto y la actuación con maestras y maestros que arribaron causal o conscientemente para nutrirme y completarme y la llegada de otros para enseñarme que las envolturas de teorías, técnicas y praxis, son herramientas a fundir con la esencia luminosa sólo si existe una voluntad amorosa vibrando en el amor.

-¿Cómo organizan el trabajo creativo con Agustín Busefi? ¿Ha ido cambiando a lo largo de los años?

-Somos un dueto que complementa muy bien desde sus diferentes idiosincrasias. Cuando iniciamos una idea la abrazamos con alma y vida entre el deseo y la planificación, para llegar a la concreción. Nos preguntamos, buceamos y confrontamos dando vida a la tarea creativa. Y fieles a nuestro pensamiento con honesta discusión, aggiornando las bases formativas dándoles un giro en el fluir de los tiempos y la alegría de sabernos privilegiados por el sublime acto de crear.

-¿Es una especie de sello del grupo Desde la Verdad el tomar personajes de la historia, muchos reales, para dar vida a sus espectáculos/mensajes?

-Como suele decir Agustín “los personajes son quienes eligen al autor”. Hay un orden de las leyes del azar en conjunción con el universo íntimo del autor. Desde el inicio del Grupo nos hemos sentido buscados por ellos por ejemplo Borges y Carriego en 1999, Dostoievsky en el 2000 y durante un año en Villa Victoria para luego exhibirse en Buenos Aires en la Casa de Rusia y en La Habana, Cuba, en el Teatro Bertold Brecht. Todo un símbolo.

Luego se fueron hilvanando Evita, Alfonsina, Lola Mora, Piaf, Tita, Discépolo y Chaplin como Regina Pacini que es la única dramaturgia escrita y estrenada en el mundo en homenaje a la Fundadora de la Casa del Teatro. Y llegando a las más actuales Simone Weil y la celebración a Piazzolla con Apenas 100, estas dos últimas escritas en Pandemia, y llegó Hécuba con misterio y reencarnación que aún siendo mitológica tiene encarnadura actual de una Madre con hijos desaparecidos. Ahora Arde Piaf, donde el relator, Agustín Busefi, comulga con la maravilla de las canciones en francés del Gorrión de París en un hecho teatral con pinceladas de su vida exitosa y desgarrante.

-¿Es también parte de su estilo el brindarles a los espectáculos un halo onírico?

-Hay manifestaciones que transparentan en sí mismas, el estilo que un artista adopta guiado por sus propios fantasmas. También hay formas que corren tras la notoriedad, vacías de contenido.

Sin dudas hay en nosotros una “herida” que nos nombra y forja a descubrirnos desde el dolor y alguna soledad. Todo ello acompaña desde la noche de los tiempos al creador en algo que no es nuevo ni patrimonio de nadie. Es la pérdida del terruño, de la Patria, del Padre. Un inconsciente colectivo que nos obliga a buscarlos para no olvidar.