por Sebastián Arana

Alvarado es cosa seria. Con un funcionamiento colectivo sólido, derrotó con justicia por 2-1 a un Atlético Mar del Plata sin ideas para obtener su clasificación para enfrentar a Banfield en semifinales.
Alvarado, como ante Urquiza, salió a jugar sin complejos de inferioridad. Sin regalarse, cubriendo bien los espacios del medio hacia atrás con un despliegue físico formidable. Pero, al mismo tiempo, sin resignar sus posibilidades de lastimar a Atlético.
El equipo “decano” no pudo en ningún momento del primer tiempo superar el perfecto desdoblamiento defensivo de su rival. Ninguno de sus jugadores pensantes tuvo chances de recibir una pelota con comodidad, ni tiempo para pensar, ni espacios para imponer una gambeta. Fue así que los de Martín Quintas no contaron en toda la primera parte con una mísera chance. Ni siquiera patearon al arco.
Alvarado, en cambio, tuvo claro cómo lastimar. Sabía que por los costados podía explotar la fragilidad defensiva que los “decanos” tienen sobre los costados. Leonardo Verón, inspirado, hizo daño sobre la banda izquierda.
Hubo un par de desbordes muy peligrosos para los de Mariano Padilla. Uno de Benítez por la derecha y uno del propio Verón por izquierda. No fueron rematados por muy poco.
Hasta que a los 27′ Verón apiló sobre la izquierda a Artero y Santiago Yung y envió un gran centro hacia el segundo palo. Acquisto no salió a cortarlo y Laino cerró con lentitud. A sus espaldas entró Gil, quien remató de primera al primer palo y marcó el 1-0.
Alvarado tuvo otra chance muy propicia antes del descanso. La Rosa aprovechó una cesión corta de Bulat y quedó mano a mano con Acquisto. Pero el arquero adivinó su intención de definir por arriba y se quedó con la pelota.
Cuando Atlético más perdido estaba, cuando el único argumento era tirársela larga a Collantes, encontró el empate en una maniobra aislada. A los 8′ Bulat tiró un pelotazo hacia adelante, Collantes lo peinó de cabeza hacia un costado y Catuogno, a la carrera, remató como venía pisando el área y ubicó la pelota lejos del alcance de Álvarez. Uno a uno.
La pulseada se mantuvo indecisa un buen rato. Pero ni Alvarado perdió el orden, ni Atlético encontró la claridad. De los dos, el equipo de Padilla era un poco más peligroso. Por deficiencias defensivas rivales antes que por virtudes propias.
A los 16? Bulat falló en su intento de salir jugando, Ignacio Echeverría le robó la pelota y se fue derechito hacia Acquisto, que salvó haciendo “la de Dios”.
La siguiente falla defensiva fue demoledora para los de Martín Quintas. A los 27′ Verón ejecutó un tiro de esquina y Acquisto lo despejó con los puños -pudo haber embolsado- con tanta mala suerte que la pelota rebotó en la cara de su compañero Yamil Acosta y quedó “muerta” dentro del área. Joaquín Benítez recogió el rebote, abrió el pie y colocó su derechazo junto a un palo. Dos a uno.
Fue justicia. El premio para un equipo que jugó con el cuchillo entre los dientes, que tuvo claro un plan de juego y cómo ejecutarlo. Y el castigo para un candidato que fue un cúmulo de individualidades sin rumbo y que se equivocó demasiado en el fondo.

La síntesis

Atlético Mar del Plata (1): Acquisto (4); Santiago Yung (4), Ignacio Bulat (4) y Yamil Acosta (4); Marcos Artero (4), Leonardo Catuogno (6) y Laino (5); Francisco Grande (5); Collantes (6), Guillermo Agüero (4) y Molinelli (4). DT: Martín Quintas.

Alvarado (2): Hernán Alvarez (6); Joaquín Benítez (7), Bonino (6), Joaquín Santos (6) y Otto (6); Adrián Gil (6), Gonzalo Fleming (6), Ignacio Caamaño (6) y Leonardo Verón (7); La Rosa (5) e Ignacio Echeverría (6). DT: Mariano Padilla.

Goles: en el primer tiempo, 27? Gil; en el segundo tiempo, 8? Catuogno y 27? Benítez.
Cambios: en el segundo tiempo, 9? Ortega Sánchez (5) por Gil, 19? Facundo De Llano por Echeverría, 37? Agustín Arias por Gil y 41? Diel por Caamaño.
Cancha: Nación (mala).
Arbitro: Emiliano Cingolani (6).