Por Juan Miguel Alvarez

Alvarado careció de poder de fuego, se topó con rival muy respetable y, si bien no continuó su racha positiva de local, al menos sumó un punto con el 0 a 0 ante Güemes en la novena fecha de la Primera Nacional de fútbol.
El equipo marplatense no jugó bien del medio para adelante. Sintió más que nunca las ausencias, pese al retorno de Guillermo Sánchez como “9” no referencial.

Alvarado construyó poco a partir de sociedades, tuvo escasa profundidad por las bandas y Vadalá, el que más encontró los espacios detrás de los volantes y atacó con el arco de frente, generalmente tomó decisiones incorrectas. Por la izquierda, Monzón casi no pasó y Santiago González estuvo impreciso. Del otro lado, lo intentaron más Bettini y Barbieri, sin resultados positivos. Sánchez tuvo un par de buenas intervenciones cuando arrancó desde atrás y Jaurena dañó con algunas diagonales hacia la derecha. Argumentos de poco peso para derrumbar a un rival concentrado y laborioso que jugó mejor de lo que dice la tabla.

La más clara del local en la etapa inicial fue una jugada de pelota quieta: ejecución cerrada de Santiago González que superó a todos en el primer palo y Barbieri conectó, bajo el arco, la pelota de cabeza hacia arriba.

Alvarado nunca ganó cuatro partidos seguidos de local en el mismo torneo de la Primera Nacional.

Güemes no se limitó a defender. Fue prolijo con la pelota, Carruega enlazó piezas y la visita lastimó por derecha, con un criterioso y profundo Broggi que conformó un buen tándem con Franco Torres. Lo padeció Monzón. Un buen cruce de Ortiz frenó una linda jugada colectiva y Torres definió a la parte externa de la red en un mano a mano.

En el complemento, el juego “se planchó”. El ingreso de Rebecchi sirvió, sobre todo, para liberar a Sánchez por afuera. De un lado Lungarzo sacó un manotazo alto para tapar una definición con ángulo cerrado de Federico López y del otro Sánchez remató al palo cuando Vadalá encaró como siempre y ahora vio claro el pase hacia la derecha.
Güemes terminó mejor el partido. Le faltó finalización y algo de suerte: un cabezazo de Broggi lo desvió Leyes y la pelota impactó en el travesaño con Lungarzo descolocado.

Sin un revulsivo para cambiar la ecuación, Giganti apostó por el pibe Marco Miori. Y el norteño tuvo la suya: recibió de Boasso y sacó un latigazo al primer palo que chocó con una muy buena respuesta del arquero marplatense Juan Mendonça.

En definitiva, Alvarado no atacó bien, pero pudo ganarlo. Defendió correctamente y no estuvo lejos de perderlo. Sin luces, lo peleó con esfuerzo. Y al menos sumó en un partido que pasará pronto al olvido.

Alvarado nunca perdió contra Güemes en el historial. Le había ganado las tres veces que se habían enfrentado.

Síntesis

Alvarado 0

Lungarzo (6); Bettini (5), Robledo (6), Ortiz (6) y Monzón (5); Jaurena (5) y Leyes (6); Mariano Barbieri (5), Vadalá (5) y Santiago González (5); Guillermo Sánchez (6). DT: Mauricio Giganti.

Güemes 0

Mendonça (6); Broggi (7), Walter Juárez (6), Tomás Berra (6) y Federico López (6); Gonzalo Papa (6) y Gonzalo Alarcón (5); Franco Torres (6), Carruega (6) y Milton Gerez (5); Claudio Vega (5). DT: Walter Marchesi.

Cambios: segundo tiempo, inicio, Rebecchi (5) por Barbieri, 19′ Boasso por González, 22′ David Véliz por Vega, 30′ Marco Miori por Jaurena, 36′ Musarella por Alarcón, 45′ Aleo por Monzón y Mansilla por Vadalá y 46′ Luciano Pizarro por Caruega.
Cancha: José María Minella (aceptable).
Árbitro: Lucas Novelli (6).