La Asociación de Lisiados de Mar del Plata, ubicada en Ricardo Palma al 1900, ya está pensando en las futuras actividades que se llevarán a cabo en la sede de su histórico gimnasio, luego de volver a hacerse cargo de su administración.
La organización fue la primera entidad de bien público de Mar del Plata, fundada el 30 de abril de 1974. Desde entonces a la fecha ha pasado por muchas etapas, algunas mejores que otras, y las prioridades han ido variando, aunque algo siempre ha permanecido: la decisión de tener un espacio para ayudar a las personas que sufren discapacidad.
El actual presidente de la organización, Juan Antonio Santoro, también conocido como “Lolé”, remarcó en este sentido que la misión actual de la institución es aggiornarse a las nuevas necesidades de la comunidad, y sobre todo, ser pioneros en materia de inclusión. Parte de este proceso fue la actualización del estatuto el año pasado, que amplió el espectro de personas que pueden participar de la toma de decisiones en la organización.
“Las instituciones como ALMA, que tienen la infraestructura como la que tenemos nosotros, con un gimnasio y casi media manzana en un barrio privilegiado como el de Caisamar tenemos el deber de trabajar con la comunidad. No podemos seguir siendo, como decimos entre nosotros, ‘un club de rengos’, sino estar institucionalizados. Las instituciones tienen que ser las células madre que promuevan la integración en todos los aspectos de la comunidad”, expresó el presidente.
También remarcó que desde la organización buscan una integración real de la sociedad.

Converger sobre discapacidad

Por eso es que también la Asociación pretende, a partir de la recuperación del gimnasio, realizar actividades en red con otras organizaciones de la ciudad, principalmente aquellas que tengan actividades vinculadas a la discapacidad.
Vale aclarar que desde aquellos años en los que ALMA era la primera organización de bien público de la ciudad a la actualidad, todo ha cambiado mucho. Hoy en día, es enorme la cantidad de instituciones que trabajan para mejorar la calidad de vida de chicos y adultos con algún tipo de discapacidad. Muchas de ellas tienen necesidades sin resolver, como puede ser la falta de espacio físico para realizar actividades. Trabajar en red y a partir de una intención real de brindar soluciones posibilita que los recursos que sobren en algún lugar puedan ser utilizados por aquellos a quienes les faltan, y así entre todos lograr el objetivo común: brindar soluciones a la sociedad.
“Yo a veces me pregunto, ¿Qué hago acá? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué sentido tiene esto para mí? Y después te vas encontrando con muchas puertas que se abren, así como vos les abrís la puerta a otros, y ves que lo que hacés da frutos. Nosotros tenemos la disposición de trabajar para las personas con discapacidad porque tenemos toda una vida, una experiencia y una mirada crítica sobre el tema, pero más allá de eso también queremos ser un instrumento para la comunidad toda, para los vecinos, los chicos del barrio. Cuando ves que tu trabajo empieza a entrelazarse con el de los demás, y dejás de trabajar sólo para empezar a trabajar en red, es que el hecho de formar parte de una institución empieza a tener sentido”.