Un hombre de 34 años que mantenía sometido a un sector del barrio Las Heras a punta de pistola para poder preservar su negocio de venta de drogas fue detenido esta madrugada durante un allanamiento en la que se secuestraron poderosas armas, chalecos antibalas y estupefacientes.

Walter Calena (34) cayó mientras dormía en la vivienda que utilizaba de “point” en calle Vignolo al 3000, mientras que en otra casa ubicada a pocos metros y que también era de su uso frecuente se halló armamento.

Además de Calena la policía aprehendió a un tío suyo de 54 años, a otro hombre de 41 y a una joven de 18 durante un operativo en el cual la comisaría decimosexta, que llevó a cabo la  investigación, necesitó de refuerzos del GAD para alcanzar el resultado buscado.

Calena era señalado en esa zona del barrio Las Heras como un verdadero conflicto. Varios vecinos se habían manifestado ante las autoridades sobre la violencia del lugar y la evidente venta de drogas. Así fue como la comisaría de la jurisdicción comenzó a entrevistarse con habitantes de las cercanías para preparar un informe y elevarlo a la Justicia. Pero en ese interés hubo un violento hecho que precipitó todo.

El 28 de noviembre pasado Calena mantuvo una discusión con la familia de su pareja. Al parecer su suegra le reclamó por otra situación hostil generada en la vereda de la calle Vignolo al 3100, donde ambos tenían sus casas lindantes. En una casa vive la mujer y en la otra su hija con Calena, aunque en verdad esa relación estaba algo disuelta. Ese día Calena habría mantenido una pelea con un joven y la mujer se lo hizo notar.

Empezaron las amenazas a aparecer en la escena y otro hijo de la mujer –cuñado de Calena- se interpuso. Horas después ese hombre fue baleado y, pese a que no fue herido, el ataque se lo adjudicó a Calena.

Por temor ninguna de las personas afectadas realizó una denuncia, pero los hechos llegaron a oídos de los mismos policías que estaban reuniendo información para poder allanar el “point” de Calena, ubicado en la cuadra siguiente de la calle Vignolo. De inmediato es puso en conocimiento de la fiscal Andrea Gómez del ataque a tiros y se obtuvieron las órdenes para requisar los dos domicilios: el de Calena y su point.

Esta madrugada el titular de la comisaría decimosexta, Cristian Cestorame, encabezó los allanamientos y pudieron irrumpir con autorización horaria de la Justicia de Garantías. Lo hicieron para evitar cualquier respuesta porque se sabía que Calena y sus laderos estaban armados. La casa “particular” tenía solamente en su interior a la ya ex pareja de Calena, dado que éste se había mudado a vivir al “point” tras las discusiones de días atrás. No obstante en ese lugar la policía encontró un fusil calibre 30-06 marca Ruger, un chaleco antibalas y 68 municiones mismo calibre. La mujer fue notificada por el delito de tenencia y munición de arma de guerra.

Pero lo más sustancioso ocurrió a media cuadra de allí, como se suponía. El “point”, una construcción de relativa precariedad, tenía enrejado y hasta cámaras de seguridad y el personal policial debió actuar con premura para ganar su interior. Una vez dentro, detuvo a Calena, a su tío, a un hombre que trabajaría para él y a una joven de 18 años.

Sobre una mesa había una importante cantidad de cocaína ya fraccionada para la venta en envoltorios de nailon color verde. Eran cerca de 100 bolsas más otros paquetes con droga suficiente para armar el doble de esa cantidad de dosis.

Pero además el refugio de Calena tenía armas para defenderse de cualquier tipo de ataque: una pistola 9 milímetros, una pistola calibre 45, un revólver calibre 32, una carabina calibra 22, un revólver calibre 38 y una pistola “tumbera”. En otro lugar había dos chalecos antibalas, más de 100 municiones de distintos calibres y hasta dos miras telescópicas.

Como una muestra del flujo de dinero que se manejaba en el “point”, la policía secuestró 134.140 pesos, recaudación producida en las horas anteriores.

Los tres hombres fueron enviados detenidos a la cárcel de Batán y acusados de delitos tales como tenencia de armas, mientras que Calena, al igual que su padre ahora preso, afrontará una causa extra por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.