por Víctor Molinero

 
Aldosivi sumó 7 de los últimos 9 puntos disputados con una receta tan simple como efectiva: comenzó a ser consciente de sus limitaciones.

Desde la llegada de Martín Palermo en el conjunto portuense se cambió el enfoque. Luego de un par de ciclos en los que los entrenadores del club aseguraban no mirar ni pensar en la tabla de los promedios y apuntaban alto Aldosivi comenzó a tener los pies sobre la tierra.

Tal como dijo el propio Palermo días atrás en la amplia entrevista con LA CAPITAL, ya habrá tiempo para pensar en clasificar a torneos internacionales y competir con mayores ambiciones.

Hoy Aldosivi tiene que fijar como objetivo principal el asentarse en primera división. Y para ello, de momento, necesita sumar puntos que engrosen un promedio que está preocupantemente pobre de cara al próximo año, cuando vuelvan los descensos al fútbol argentino.

Hasta no hace mucho tiempo atrás, en ese afán por mirar siempre hacia arriba, paradójicamente la salida del pozo parecía estar cada vez más lejos. La serie de ocho derrotas al hilo hundió a Aldosivi en la tabla de posiciones y en la de los promedios.

Con su llegada Palermo buscó ir recobrando la confianza de atrás hacia delante. Tras la dura derrota en Junín, en su debut (0-3 con Sarmiento), el nuevo entrenador metió mano decididamente en el equipo. Al punto que primero cambió a los dos centrales para recibir a Independiente (1-0) y luego a toda la defensa completa, a partir de la baja de los suspendidos Emanuel Iñiguez y Emanuel Insúa para ir a Rosario (0-0 con Newell’s).

Los cuatro que salían de memoria hace algunas semanas, con reconocidas trayectoria y probada jerarquía, le dieron lugar a una defensa con menos nombres y más dureza.

Mario López Quintana y Marcos Miers, los centrales paraguayos, no tienen reparos en revolear la pelota a la tribuna ante el menor apremio. Y salir jugando desde el fondo ya no es la primera opción.

Sin dudas lo que Aldosivi ganó en seguridad defensiva en estos últimos partidos lo perdió en la generación de juego. De momento costó encontrar sociedades y jugadas de ataque más elaboradas.

Martín Cauteruccio por momentos queda demasiado sólo adelante y se desgasta en su encomiable trabajo defensivo para bien del equipo.

Probablemente la baja del lesionado Francisco Cerro influya en cierta medida para aportar una salida limpia desde el medio.

Así como Palermo tiene claro que el objetivo de Aldosivi es mantenerse en primera división y no volar más alto por ahora, también el técnico es consciente que a su equipo le falta evolucionar mucho todavía en la generación de juego.

“Generamos poco pero fuimos eficaces” reconoció en la conferencia de prensa post triunfo ante Arsenal el lunes (2-1).
Es que el técnico vio lo que vieron casi todos. También un cambio con respecto a tiempos no tan lejanos.

Porque en Aldosivi hoy prima la intención de mantener los pies sobre la tierra. Ser consciente de las limitaciones propias suele ser la base para un crecimiento sólido.