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Aldosivi, el centenario y su insistencia por Rosales

Alejandro Giuntini inició su carrera como entrenador en el club portuense, dirigió el partido con Almirante Brown enmarcado en los festejos por los 100 años y fue muy importante en el surgimiento del pibe que hoy vale millones.

por Víctor Molinero

@vhmolinero

Alejandro Giuntini inició su carrera como entrenador en Aldosivi, club en el que vivió algunos momentos significativos.

Tras colgar los botines como futbolista en Emiratos Arabes, Alejandro aceptó el desafío de dirigir a un Aldosivi que venía de descender de la Primera B Nacional en el 2000.

La institución portuense atravesaba una grave crisis institucional. Tras aquel doloroso descenso en Arrecifes el plantel fue prácticamente desmantelado y las deudas se acumulaban.

Giuntini y Gustavo Galera (su fiel ladero), asumieron el difícil compromiso de intentar armar un equipo que estaba conformado por gran mayoría de jugadores marplatenses.

Sin embargo, la dupla se inclinó por intentar armar un equipo de neto corte ofensivo, arriesgando siempre.

Los resultados no acompañaron aquella audacia del planteo en el que convivían entre los once muchos jugadores de buen pie como Eloy Bernaola, Andrés Bogado, Darío Fernández, Alejandro Sammarone o Gustavo Giustozzi, quien volvía tras pasar por el fútbol de primera división.

Aunque quedaron algunos recuerdos importantes, como un 4-4 en Tres Arroyos ante el Huracán que era el gran equipo de ese torneo y que terminaría ganando el ascenso.

“Creo que en la segunda rueda Aldosivi jugó un fútbol que muy pocas veces se vio en Mar del Plata” le aseguró Alejandro a LA CAPITAL la tarde en que su equipo se salvó del descenso sin jugar (tenía fecha libre en la última jornada) por la derrota de Liniers de Bahía Blanca en San Juan ante Juventud Alianza.

Es que ese Aldosivi, pese a sufrir hasta el final para mantener la categoría, había ido de menos a más, entregando algunos pasajes de muy buen fútbol.

Pocos saben que Giuntini hasta puso dinero de su bolsillo para cumplir con algunos compromisos que la dirigencia no podía hacer frente (como pagar el lavado de la indumentaria del plantel).

Giuntini y Galera volvieron al club para hacerse cargo de la coordinación del fútbol juvenil. Y, entre otras cosas, fueron determinantes para el surgimiento del jugador que hoy está a punto de convertirse en la venta más importante en la historia del club portuense.

Es que Giuntini fue quien recomendó a Alfredo Berti que subiera a Santiago Rosales al plantel profesional en 2014. Y previamente habían sido Alejandro y Gustavo Galera quienes prácticamente “obligaron” al pibe a jugar como volante por izquierda, cuando Santiago pretendía seguir como enganche.

El propio Rosales reconoció en una entrevista con LA CAPITAL, un par de meses atrás, que aquella insistencia de Giuntini fue clave.

Al punto que, según reconoció Rosales, Giuntini le decía que si no jugaba como volante por izquierda no lo iba a tener en cuenta. Y allí, en esa posición en la que luego se consolidaría en Primera División generando el interés de River, Racing, Benfica y demás clubes, lo ubicaba Galera en la cuarta división.

Antes de ser el gran gestor de la aparición de Rosales, Giuntini se dio otro gusto en Aldosivi. Porque tras la renuncia de Fernando Quiroz, dirigió en forma interina al equipo en un triunfo sobre Almirante Brown (4-2), enmarcado en los festejos por el centenario del club portuense.

Ese interinato se prolongó dos partidos más (derrota en Pergamino y empate aquí ante Defensa y Justicia) y luego llegó Sebastián Pascual Rambert para tomar el cargo del equipo en la Primera B Nacional de fútbol.

Giuntini también fue entrenador del otro equipo “grande” de la ciudad, Alvarado, en el Torneo Argentino 2006/2007, aunque durante esa etapa no lo acompañaron los resultados ni alcanzó a plasmar en su equipo el juego que Alejandro pregonó.

De todas maneras, en todos los casos, aún cuando las condiciones no estuviesen dadas desde el entorno en los momentos en los que le tocó dirigir a Aldosivi o Alvarado, siempre Giuntini buscó inculcar el profesionalismo, el respeto y una idea de juego.

Así lo expresó a este medio horas después de consumada la salvación en el Argentino A 2001:

“Yo les dije a los jugadores que al margen de las limitaciones teníamos que ser lo más profesionales posibles, en cuanto a horarios, a orden y educación táctica, en cuanto a un sentir futbolístico. Yo disfruté y voy a seguir disfrutando el caño de Bernaola perdiendo 1 a 0 contra Liniers, o los de Bogado o Darío Fernández. Porque teníamos que tener respeto por un sentir futbolístico y practicarlo de esa manera”.

Así fue como siempre sintió el fútbol Alejandro Giuntini…

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