A Pedro Maceira (69), el criador de caballos que fue encontrado sin vida el lunes en su estancia de Coronel Vidal, sus asesinos le vaciaron el cargador. Fueron seis los proyectiles que le provocaron heridas y derivaron en su muerte, según reveló la autopsia efecutada en las últimas horas.
“No está muy claro cuál fue el móvil del crimen, porque en un sector de la estancia se pudo ver un desorden, como que algo buscaban. Pero resta mucho por investigar”, explicó hoy una fuente a LA CAPITAL.
Un dato revelador es que Maceira habría intentado defenderse con un sable que, poco después, fue descubierto junto a su cuerpo acribillado.
Maceira fue hallado en el interior de la casa del establecimiento rural ubicado en el kilómetro 344 de Coronel Vidal.
El ayudante fiscal Diego Benedetti realizó las primeras averiguaciones y determinó que existían algunos indicios para incluir en la línea de investigación el posible robo. Es que si bien en la casa misma no había desorden o rastros de búsqueda, en un sitio que funciona como quincho había cajones salidos.
Los peritos que trabajaron en la escena del crimen -sumado al informe de autopsia- sostienen que al criador de caballos los soprendieron mientras dormía. Por ello se cree que el disparo mortal fue el que recibió en el homóplato, aunque como tuvo una sobrevida de algunos segundos se levantó, quiso defenderse y luego fue acribillado. Los accidentes balísticos en toda la casa fueron seis en total lo que significa es que podría haberse utilizado un revólver que vació todo su cargador. Esta suposición se basa en que no fueron encontradas vainas en el lugar.