Por Eduardo Miguel Bonoris

Somos una comunidad, que si bien es oceánica, no tiene ríos, solamente arroyos que dependen de las lluvias, otros han sido entubados y que desembocan en el mar sin acumulación en su recorrido.

El agua potable que consumimos la obtenemos de las natas freáticas, que han sido desgraciadamente mal utilizadas, puesto que muchos de los pozos originariamente perforados lo fueron cercanos al mar y con el correr del tiempo fueron invadidas por el agua salada. Prueba de ello, lo dan inundaciones en algunos sótanos de los edificios cercanos al mar

Los estudios de geología hídrica, indican que en virtud de pertenecer a una zona de abundantes lluvias, que han permitido ser calificadas como una de las praderas más ricas del Universo, por sus abundantes precipitaciones, permiten suponer que el recurso de los acuíferos subterráneos nos daran abastecimiento conveniente de agua. Cuando llegué a esta hermosa ciudad, en marzo de 1970, los habitantes eran más o menos 300.000, hoy debemos estar en torno a los 900.00, un aumento tres veces mayor; y este es un dato que debe por lo menos llamarnos a pensar. Los estudios, que son de antigua data no han sido renovados y que en la realidad nos muestra que Obras Sanitarias cada vez se aleja más de la ciudad en su búsqueda de napas convenientes para el consumo humano.

No es demasiado difícil decir que el régimen de lluvias que se advierten en esta pampa húmeda, son el recurso principal que alimentan a las napas subterráneas, pero debe agregarse que no es solo la ciudad la que se nutre de esas mismas aguas, las explotaciones agropecuarias de la zona, han crecido de manera exponencial en el regadío de sus cultivos y que deben repercutir de manera directa sobre el recurso agua.

Pero es necesario que un gobierno que se precie de tal, deberá considerar – y no es un dato menor – que pasaría si el régimen de lluvias se altera frente a los cambios climáticos de las cual somos testigos presenciales. A ello debe agregarse la habilitación de construcciones de altura que se están construyendo en Mar del Plata, que han de necesitar este elemento fundamental.

Cuales las soluciones que se sugieren:

1.- La instalación de una planta de pretratamiento a construir es un elemento de fundamental importancia, no para que esas aguas pre-tratadas sean arrojadas al mar sino para que se vuelvan a las napas superiores para que la naturaleza produzca la purificación o potabilización del agua en las napas más profundas.

2.- En previsión de fenómenos que puedan ocurrir y que el hombre aún no ha sido capaz de precisar con absoluta certeza, me pregunto si no ha llegado la hora de ponerse a estudiar la posibilidad de la potabilización del agua de mar, tal como lo vienen haciendo países que tienen dificultades para la obtención de agua potable.

3.- Tenemos en la ciudad una Universidad y dentro ella la facultad de ingeniería a la cual deberíamos recurrir para platearles el problema, que puede o no suceder, pero que de todas maneras debe ser objeto de estudio y de resultar exitoso, poder exportar los resultados a otros países cuyas necesidades del agua son fundamentales. El antecedentes de la participación de los hombres de ingeniería de Mar del Plata que están interviniendo en la llamada máquina de Dios debe animarnos a recurrir a ellos para que vayan orientando el futuro que puede traer dificultades. La Facultad de Ingeniería o el Rector de la Universidad, deberá utilizarlos recursos que hacen a la casa de estudios establecer convenios entre ambos países y becar a sus profesionales y recibir a quienes nos envíen para conocer nuestras necesidades

Tampoco podemos evitar decir, que según los científicos en cuestiones hídricas nos señalan que el 70 % del agua que utilizamos está destinada a la agricultura, que es nuestra fuente principal no solo de alimentos sino de los productos exportables para el ingreso de divisas.

Israel figura entre otros como el más interesado en el desarrollo como país de la potabilización del agua de mar. Pues entonces debemos como universidad establecer vínculos con Israel y nuestros científicos. Becando profesionales que conozcan y tengan conocimiento de parte de aquellos mediante intercambio recíproco de profesionales que se encuentran adelantados en la potabilización de agua de mar.

No tengo ninguna duda que nuestros investigadores encontraran la vía mas conveniente para poder potabilizar el agua de nuestro mar, y poder asegurar entonces un futuro aceptable para la ciudad y su zona de influencia.

Espero que sirva para pensar