Vecinos y productores de Comandante Nicanor Otamendi denunciaron contaminación en el Arroyo Las Brusquitas, lo que generó que su agua cristalina se torne de color blanco y que mueran animales.

Los residentes de la zona señalan a una fábrica de puré de papa como la responsable del hecho, empresa a la que acusan de verter sus residuos en la cloaca. Frente a ello, la planta depuradora de Otamendi se ve desbordada y los desechos terminan llegando al arroyo.

“Cuando llega todo el desecho de la fábrica esa, la planta cooperativa de Otamendi no está preparada para semejante cantidad de desechos, entonces se desborda y terminan tirando todo al arroyo”, indicó un productor de la zona en diálogo con LA CAPITAL.

“Hicieron un desastre, hay peces flotando y murieron ovejas porque todos los campos que limitan con el arroyo, que son un montón, tienen animales y toman agua del arroyo”, agregó.

En este sentido, se alertó que la contaminación presente en el Arroyo puede llegar al mar, ya que su curso desemboca en el balneario Las Brusquitas, en Miramar.

Además, se advirtió que los vecinos suelen realizar perforaciones de pozo, debido a que en el lugar no hay agua corriente, y temen que si la contaminación sigue aumentando afecte al agua que consumen.

Frente a este panorama, los residentes de la zona llamaron a un escribano e hicieron tomar muestras del Arroyo para que sean analizadas por un laboratorio.

En este marco, el productor que tuvo contacto con este medio estimó dos posibles soluciones para esta problemática que los preocupa: o que la planta productora de puré no vierta sus residuos a la cloaca, y los trate, o que se invierta en la planta depuradora para que pueda dar abasto frente al crecimiento de Otamendi, localidad en la que se comenzaron a instalar distintas empresas productoras. “Otamendi está creciendo y la planta va quedando vieja”, indicaron.

Asimismo, los productores señalaron que no es la primera vez que ocurren estos episodios de contaminación y se detalló que se registraron, al menos, otros dos hechos de características similares en los últimos meses.

“Me acuerdo que el agua era cristalina”, recordó un productor de la zona y agregó que el Arroyo “es un lugar hermoso, pero ahora quedó toda el agua teñida de blanco con peces flotando”. “Es un asco”, dijo.

Mientras tantos, las personas que tiene ovejas “las tienen que encerrar y darle agua de otro lado”. “No pueden estar cerca del arroyo”, lamentaron.