MIRAMAR (Corresponsal)- La sequía viene afectando de sobremanera al sudeste de la provincia de Buenos Aires y esto provocó durante los últimos días importantes incendios en zonas forestales, obligando a una ardua tarea por parte de bomberos quienes trabajaron durante horas para sofocarlos.

Esta preocupante situación climatológica no es ajena para la ciudad de Miramar, especialmente para el bosque vivero dunícola “Florentino Ameghino”, de unas 500 hectáreas de extensión.

La escasez de lluvias encendió una señal de alarma por la gran cantidad combustible vegetal que desde hace ya un tiempo carece de la humedad necesaria.

“La situación es complicada, está todo muy seco y el clima como se verá no nos está ayudando mucho. Sabíamos que este verano tenemos el fenómeno de ‘La Niña’ que lo hace caluroso con poca lluvia, lo que determina que todo el vivero, de alguna manera, esté más preparado para prenderse fuego. En caso de tener un incendio se torna más difícil controlarlo”, dijo a LA CAPITAL, el capitán, Sergio Angelozzi.

Los vientos permanentes complican aún más el panorama ya que durante los últimos días se produjeron algunos siniestros en campos de la región y hasta un foco en el mismo bosque los cuales lograron ser controlados por el cuartel forestal.

“Hace unos 20 días se prendió fuego un sector ubicado a unos 400 metros del bosque energético que fue iniciado por un fogón prohibido. Pedimos colaboración a la gente, especialmente a los jóvenes que parecen haber tomado la costumbre de hacer previas nocturnas con esta modalidad. Deben ser conscientes que pueden ocasionar un verdadero desastre”, agregó el bombero.

El objetivo es minimizar los riesgos y por eso continúan las tareas diarias de prevención con recorridas por los diferentes rincones del vivero. “La posibilidad de incendio aquí está siempre latente y más en estas condiciones, a lo que deben sumarse también otros barrios periféricos como Parquemar, Bristol y Copacabana, de acuerdo a sus características. Hacemos campaña permanente, este año trabajamos mucho con las escuelas, hablar con los chicos es muy interesante porque después hacen de comunicadores en sus familias”, amplió.

Regla del 30

Los bomberos forestales manejan ciertos códigos meteorológicos para entender la gravedad de las situaciones que pueden presentarse. Hay una regla específica, cuando hay temperaturas que alcanzan o superan los 30 grados, la humedad es menor al 30% y los vientos superan los 30 kilómetros por hora, la situación es extrema.

“Para mantener la humedad regular del suelo se necesitarían precipitaciones cada tres días”, concluyó Angelozzi.