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Opinión 15 de abril de 2021

Adiós al “Ronco” Alconada, eterno defensor de los derechos de los guardavidas

El Sindicato de Guardavidas y Afines de Mar del Plata despide con color a quien fuere durante muchos años el líder del gremio.

Por Néstor Nardone 

Una reseña acerca de la personalidad y el trabajo de Carlos Miguel Alconada al frente del Sindicato de los Guardavidas, podría abarcar tan solo la fría estadística de sus 17 años comandando los destinos de la entidad gremial, resaltando sus años de lucha reivindicando una actividad profesional que a partir de su dedicación tuvo el reconocimiento y un crecimiento en lo técnico tanto como en lo específicamente laboral.

Pero hay mucho más que eso. Con el Ronco, los trabajadores de la playa, dejaron atrás definitivamente el antiguo rótulo de “bañeros” y pasaron a identificarse como guardavidas, Profesionales del Rescate Acuático.

Se dirán muchas cosas, pero Carlos Alconada, que para muchos jóvenes que hoy se desempeñan como Guardavidas es casi un desconocido, fue tal vez quien más hizo para obtener el reconocimiento de Cuerpo de Guardavidas de la ciudad y de sus trabajadores.

Corría el año 1983 y como consecuencia del golpe cívico/militar del 24 de Marzo de 1976, el gremio estaba cerrado e impedido de funcionar.

Fue Carlos Alconada, con un grupo de compañeros de la vieja guardia, quien comenzó la lucha para lograr finalmente la reapertura del gremio y la puesta en funciones, de un sindicato que había sido creado en 1947 y que ostentaba su Personería Sindical desde el año 1961.

La sede histórica del Sindicato de la calle Don Bosco estaba desbastada por el abandono. En poco tiempo la gestión que encabezaba Alconada la puso en valor, ampliándola y arreglando las graves deficiencias que tenía, devolviendo a la vida un Sindicato que volvió a ser y de inmediato comenzó a hacerse sentir convirtiéndose en el interlocutor necesario de la actividad.

El Ronco Alconada desde la reapertura de la entidad sindical fue su conductor y cabeza visible y quien desde el primer momento trabajó incansablemente hasta obtener conquistas laborales antes impensadas para los trabajadores de la actividad.

Todavía se recuerdan, (bien por parte de los trabajadores y mal seguramente del lado del sector patronal) los continuos reclamos y medidas de fuerza que cada temporada conducía el Ronco con el claro objetivo de obtener mejoras laborales y salariales para el sector y el reconocimiento que los trabajadores no tenían de parte de las autoridades municipales.

Fueron años difíciles, de lucha y trabajo que se vieron coronados con la obtención del Convenio Colectivo de Trabajo 56/89, de la jornada laboral de SEIS horas, del reconocimiento como Actividad Riesgosa y de la creación de una Escala Salarial acorde a las necesidades de los trabajadores, con una presencia casi constante en los ámbitos de discusión de mejoras laborales y salariales que no solamente beneficiaron a los guardavidas sino también al Personal de Balnearios, carperos, ducheros, etc., que también fueron incorporados en el Convenio Colectivo de Trabajo mencionado.

Alconada, además, gestionó y obtuvo para el Gremio la Obra Social que durante muchos años brindó servicios médico/asistenciales a los trabajadores del sector.

El Ronco era peronista. De aquellos peronistas de Perón, a quien siempre reivindicó y señalaba como ejemplo. Tenía un interesante poder de oratoria. Una oratoria que en él era completamente natural y de la que muchos pueden dar fe, y esto era notable en las asambleas de trabajadores durante los años en los que fue Secretario General.

Con el tiempo, Alconada desempeño distintos cargos en la C.G.T. de la ciudad de Mar del Plata.

En lo personal, quienes lo frecuentaron y hoy lo recuerdan saben que el Ronco era un “chico grande”. Un tipo que intentaba aconsejar a los más jóvenes. Amigo de sus amigos. Hincha de Boca y fanático del tango.
Un tipo que, como muchos otros, si bien no había nacido en la ciudad era un enamorado de Mar del Plata y del mar.

Buen viaje Ronco y gracias por mucho.