Acusan y detienen a un joven por matar a su padrastro con la droga como trasfondo
El asesinato de Marcelo Rodríguez ocurrió en la madrugada del 13 de febrero. Primero un pacto de silencio selló la verdad. Ahora la Justicia logró filtrarse y descubrir el conflictivo contexto en el que se produjo.
Marcelo Rodríguez (53) recibió una puñalada mortal en el pecho durante la madrugada del 13 de febrero en el barrio Cerrito Sur y su vida vinculada al narcomenudeo, al consumo de estupefacientes, a un entorno delictivo y una personalidad agresiva pueden explicar el crimen. En la tarde del jueves, su hijastro fue detenido tras ser acusado de la autoría del asesinato.
Ambientes cada vez más violentos pero menos marginales, casi adaptados a las fisonomías de algunos barrios periféricos, suelen entregar con preocupante frecuencia este tipo de episodios. El fiscal Juan Pablo Lódola en los últimos días obtuvo las pruebas para imputar a Brian Bazaure (24) y a su primo como responsables del crimen de Rodríguez en el marco de una pelea intrafamiliar.
Ayer la DDI, a cargo de la investigación, allanó dos domicilios en busca de los acusados. Al hijastro lo encontró en la rotisería de Cerritos al 2700 donde ocurrieron los hechos y al otro joven no lo pudieron hallar en su casa de Ortíz de Zárate al 6000. Dentro de la rotisería, donde se sospecha que se comercializaba estupefacientes, fue secuestrada una cantidad poco significativa de cocaína y en sus fondos varias plantas de cannabis.
Un pacto de silencio entre los autores y testigos directos del crimen obstaculizó en las primeras semanas el avance de la investigación, pero finalmente pudo destrabarse por los aportes tecnológicos de las cámaras de seguridad y el surgimiento de un par de testimonios relevantes.
La historia del crimen
Tiempo atrás Rodríguez había entablado una relación sentimental con la madre del ahora detenido, y los unía el ambiente de la venta de drogas. De hecho, la mujer en la actualidad se encuentra detenida en el penal de Ezeiza por una causa federal de narcotráfico.
De acuerdo a lo que logró reconstruir la investigación del fiscal Lódola y la DDI Mar del Plata, el vínculo entre Rodríguez y el resto de la familia no era bueno. Vivía de conflicto en conflicto a partir del consumo de sustancias y de su propia agresividad. Con actitudes violentas, en un entorno acostumbrado a lo peligroso, Rodríguez fue ganándose el derecho a ser echado de la casa, más aún con la ausencia de quien fuera su pareja.
En la noche del 12 de febrero se desató una primera discusión dentro de la rotisería y el malestar pareció retraerse solamente a un intercambio de insultos. Reproches, acusaciones y amenazas que volvieron a aparecer pero con mayor intensidad unas horas después, a las 3.30 del 13. Fue en esa segunda pelea en la que Rodríguez recibió un puntazo tras pretender acometer a Bazaure con un cuchillo. Junto a Bazaure también estaba un primo que, para la Justicia, habría intervenido con un rol determinante en la reacción. Herido de muerte, Rodríguez se alejó del lugar buscando socorro. Pero la lesión era letal. Apenas recorrió unos metros y cayó sin vida en la vereda.
Las iniciales averiguaciones se limitaron a entender todo lo que rodeaba a la víctima y fueron los propios allegados los que reafirmaron su conflictividad. Pero nada dijeron de la pelea. Incluso hasta hablaron de que podía haber sido cualquier en el barrio por esa condición especial que Rodriguez tenía para ganarse problemas.
Hallazgo
En la tarde del jueves integrantes de la DDI Mar del Plata que comanda el comisario inspector José Miguel Ojeda, realizaron allanamientos en la rotisería, donde además de tener al hijastro de Rodríguez, le secuestraron 20 gramos de cocaína, una cuchilla presuntamente utilizada para perpetrar el crimen, un pistolón, teléfonos celulares y más de 35.000 pesos en efectivo, además plantas de marihuana con un peso de 32 kilogramos. Estos hallazgos propiciaron agregar los cargos de tenencia ilegal de arma de fuego e infracción a la ley 23.737. La pareja del joven también quedó imputada por la tenencia de estupefacientes.
El segundo acusado, primo de Bazaure, quien no se hallaba en su vivienda de Ortiz de Zárate al 6000, quedó prófugo y pasó a activarse su pedido de captura.
Ahora el fiscal Juan Pablo Lódola trabaja en develar los detalles de la pelea en la que Rodríguez recibió la puñalada final. Según las circunstancias que logren conocerse, si es que el hijastro decide declarar, podría saberse si hubo una agresión previa de la víctima o un ataque sin justificación de los dos imputados.