Por Fernando del Rio

El sábado 8 de octubre del año pasado un joven de 21 años y su novia disfrutaban de la vista del piso 17 del edificio Miralejos en la costanera de Necochea, un lujo que pocos pueden darse a esa edad a menos que se dediquen al negocio de las criptomonedas. El joven trader estaba allí sin ningún tipo de apremios cuando escuchó que alguien golpeaba la puerta del penthouse: al abrir un poco confundido, porque nadie golpea la puerta de otro millonario, se le metieron a la fuerza dos hombres armados tan solo con un cuchillo. Durante más de 4 horas los golpearon, los obligaron a hacer transferencias de criptomonedas y antes de irse le robaron miles de dólares en efectivo para cerrar un botín total de 70 millones de pesos.

Casi 9 meses después los investigadores encabezados por el fiscal Carlos Larrarte pudieron desentrañar el misterio de tan cinematográfico robo y mandaron a detener a un conocido comerciante necochense que, para un ingrediente más sensacional, vive en el mismo suntuoso edificio de avenida 75 y 2 de esa localidad. Matías Goñi fue detenido al igual que los que el fiscal Larrarte y la jueza Aída Lhez considera sus cómplices, los marplatenses Neri Panessi y Marcos Ané.

Los operativos para la detención de los tres implicados se desarrollaron el martes por parte de la DDI Necochea con colaboración de la DDI Mar del Plata y, casi sin perder tiempo, los funcionarios judiciales le tomaron declaración a Goñi, quien confirmó sus vínculos con la víctima y también con Panessi. Se cree que recién en la jornada de este miércoles se les formalizará la imputación a los dos marplatenses y podrán comparecer si es que su asesoramiento legal así lo ve conveniente.

El caso generó inquietud, expectativa y cierta conmoción en la tranquila localidad balnearia ubicada a 120 kilómetros al sur de Mar del Plata, no solo por la manera sincronizada en que actuó la banda sino, y tal vez principalmente, por el robo de algo tan abstracto, pero al mismo tiempo tan valioso como es una inversión en criptomonedas.

De acuerdo al expediente judicial ya reflejado con amplitud en medios necochenses, la banda planificó de manera detallada el robo al punto tal de elegir el fin de semana de largo de octubre para la ejecución del asalto. Con la excusa de ir a pasar esos feriados frente al mar, Panessi habría coordinado el alquiler de un departamento del primer piso del edificio Miralejos asegurando que serían dos parejas. Trascendió que el pago anticipado del departamento despejó cualquier sospecha. Lo que nadie sabía era que Panessi y Goñi se conocían.

Goñi tras ser detenido en la mañana del martes.

El robo

Lo cierto es que tras irrumpir en el penthouse del piso 17, los dos ladrones se tomaron con absoluta tranquilidad el robo, más allá de algún que otro golpe que aplicaron a la víctima para que cediera claves, billeteras virtuales y realizara las transferencias. Una de estas operaciones fue realizada a una cuenta de Panessi en el exchange más conocido del mundo que es Binance. Un exchange es un sistema de intercambio de criptomonedas.

Tras cometer el robo, los dos delincuentes salieron del edificio y abordaron un automóvil Peugeot, que si bien fue captado por cámaras de seguridad, su patente era falsa y pertenecía a otro vehículo, por lo cual no pudo rastrearse, indicaron las fuentes consultadas.

En la misma madrugada del hecho la policía fue alertada y se produjo un gran operativo en torno a la torre Miralejos, en un primer momento para brindar asistencia el “trader” y a su novia. Ya más tranquilo el joven explicó ante los investigadores que se dedicaba a la compra y venta de criptomonedas, que movía un volumen importante de dinero y que los ladrones lo sabían. Por eso le habían robado cerca de 130 mil pesos en criptomonedas en seis transferencias, 5 pendrives encriptados, varios teléfonos celulares, una computadora y dinero en efectivo: 10 mil dólares, 800 euros y casi 10 mil pesos argentinos.

La investigación se dividió en dos grandes escenarios: el mundo virtual y el real. Por un lado, técnicos informáticos rastrearon las transferencias hasta localizar a Panessi como uno de los destinatarios, mientras que por el otro los detectives de la DDI recibieron un dato clave. Según la víctima, a Panessi lo conocía de haberlo visto en la casa de un vecino suyo, el comerciante local Matías Goñi. Entones se supo que Goñi estaba al tanto de las actividades del joven “trader” e incluso había hecho algunos negocios con él.

Carlos Larrarte, fiscal de Necochea.

Todo se encaminó a fines del año pasado y por eso el fiscal Larrarte entendió que Goñi podía haber actuado como “entregador” y que su amigo Penassi como autor material del robo junto a otro marplatense. Por eso el 14 de diciembre pidió allanar el departamento de Goñi y una vivienda en Mar del Plata. En estos procedimientos se secuestraron 20 mil dólares, billeteras de criptomonedas, armas, discos duros y computadoras. Sin embargo, no hubo personas detenidas.

Desde entonces los investigadores se dedicaron a robustecer la prueba, siempre con los tiempos propios de una pesquisa que debe sumergirse en el mundo casi secreto de las criptomonedas, sin referencia de identidades, de tenedores, de quien transfiere y de quien recibe. También se buscó información cruzada para conocer la identidad de los autores materiales del robo y se llegó hasta Ané a partir de información aportada por la víctima. El análisis de los teléfonos, las computadoras, el rastreo del automóvil Peugeot, la procedencia de la chapa patente apócrifa y ciertas cuestiones fisonómicas que el “trader” pudo dar del “ladrón con el rostro cubierto” se llegó a la conclusión que Panessi estaba también involucrado.

Así fue como esta semana se libraron órdenes de detención contra Goñi, Panessi y Ané, las que se efectivizaron el martes. En Mar del Plata Panessi y Ané fueron detenidos por personal de la DDI Necochea con el apoyo de la DDI Mar del Plata en distintos puntos de la ciudad. A uno lo atraparon en San Lorenzo y Olavarría, y al restante en la zona del barrio Constitución, por calle Lijo López.

Goñi, un comerciante con negocios en el ploteo y el rubro automotor, cayó en el mismo edificio.