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Policiales 2 de marzo de 2025

Abuso de menores y pornografía infantil: se encienden las alarmas

En los últimos días, Mar del Plata fue escenario de tres allanamientos derivados de distintas causas judiciales iniciadas cuando en Estados Unidos la organización Missing Children detectó en internet tráfico de material pornográfico de niños.

Personal de la PFA allanó ayer la casa de Avellaneda al 9200 y detuvo al tercer hombre acusado de divulgar o producir pornografía infantil en cinco días.

Un nuevo caso de pornografía infantil, el tercero en cinco días, se registró ayer en Mar del Plata y el acusado fue detenido en una vivienda del barrio Caribe.

Cada uno de los hechos cuenta con particularidades diferentes, pero en su conjunto constituyeron una estadística que, a simple vista, podría resultar estremecedora.

El último de esta seguidilla salió a la luz ayer, cuando en una vivienda de Avellaneda al 9200 fue detenido un hombre de 44 años oriundo de Bariloche. Conforme pudo saber LA CAPITAL, éste se desempeñaba como cuidacoches en la zona de 9 de Julio y Dorrego.

Si bien los datos filiatorios del acusado no serán publicados en esta y otras notas relacionadas al caso, a los fines reales de preservar la identidad de la víctima, que es su hijastra, este medio pudo saber que se afincó en la ciudad en el pasado y formó pareja con una mujer, con la que convivía en una casa de Avellaneda al 9200.

Pero lo más sorprendente es que el padre del detenido fue condenado por un hecho similar de abuso sexual infantil en la provincia de Río Negro. Es decir, casi una repetición de la historia.

En ese caso, se trató de un taxista que en el verano de 2008, cuando tenía 53 años, violó a una niña de 11. Producto de ello, la menor quedó embarazada.

Tal hecho ocurrió en inmediaciones de la calle Charcao, en el barrio El Frutillar de Bariloche. Tiempo después, tras un juicio abreviado, el abusador fue condenado a ocho años de prisión efectiva.

En el caso de su hijo, LA CAPITAL pudo saber que está acusado de haber abusado sexualmente de la hija de su pareja, cuando también tenía 11 años, y de tomarle fotografías que fueron detectadas desde Estados Unidos.

El operativo llevado a cabo por la Policía Federal contó con el respaldo judicial de Graciela Trill, la titular de la Oficina de Composición Temprana de Conflictos, y por el detective judicial Emiliano Fortunato.

La investigación se inició hace solo unos días cuando, al igual que en los otros dos casos previos, llegó el reporte de la organización Missing Children directamente desde Estados Unidos. El informe alertaba sobre una fotografía de producción casera en la que se veía a una niña, de evidente edad menor a 13 años, en una situación de abuso sexual. Según pudo saber este medio, la imagen fue tomada por un dispositivo electrónico y subida automáticamente a Google Drive.

Desde ese momento, Trill y su equipo se pusieron al frente de la investigación y tras identificar al usuario rastrearon sus redes sociales. En ese análisis encontraron una imagen de la misma menor y con la misma ropa en el perfil del hombre en Facebook, lo que confirmó que se trataba de las mismas personas y la misma casa de Avellaneda al 9200.

Durante el procedimiento realizado ayer mañana, tanto la policía como los operadores judiciales rescataron a la niña –ahora tiene 12 años– y constataron que estaba en total estado de vulnerabilidad con un presunto retraso madurativo. También la madre fue sacada de la vivienda y se la someterá a estudios psiquiátricos para conocer a fondo su condición.

En tanto, el detenido pasará la noche en la Unidad Penal de Batán y hoy será trasladado a Tribunales para declarar ante la fiscal Trill. Por su parte, personal de la Dirección de Niñez y Adolescencia dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social municipal examinará la situación de la menor para determinar si permanece bajo la guarda de la mujer o es trasladada a un hogar.

Las otras investigaciones

El conocido ayer a la mañana fue el tercer caso de abuso sexual de menores en Mar del Plata en tan solo cinco días. Los anteriores habían salido a la luz el martes y el jueves, respectivamente, tras allanamientos en los barrios Villa Primera y Caisamar.

El primero de la seguidilla se había registrado el martes en Ituzaingó al 4600, cuando un joven cosmetólogo de 23 años fue apresado por orden del fiscal Walter Mércuri, de Villa Gesell. Allí se había iniciado una investigación en noviembre de 2024, también tras el alerta de Missing Children enviado desde Estados Unidos, por la activación del IP de un teléfono celular de dicha localidad desde el cual se traficaba material pornográfico infantil.

La causa derivó en Mar del Plata debido a que, en realidad, el acusado vive en el barrio Villa Primera, frente a un jardín de infantes. El inmueble en el que reside, entonces, fue allanado y se descubrió que en dicho lugar filmaba videos con al menos dos niñas menores de 10 años cercanas a él, las fotografiaba, y luego cargaba los documentos en internet.

“Era una casa toda transparente, que si de día se podía ver desde otras viviendas, de noche con la iluminación mucho más”, relató el investigador a LA CAPITAL. Allí se hallaron caretas, prendas de vestir, pelucas, chaleco salvavidas de tamaño infantil, juguetes para niños y de los otros, de uso sexual para adultos. Todo eso junto a reflectores, un cartel luminoso que al encenderse decía “Aplausos” o “Risas”, que quedaron secuestrados a cargo del personal de la División Unidad Operativa Federal Mar del Plata, de la Policía Federal Argentina (PFA).

Del operativo, en suma, participó el activista estadounidense Tim Ballard, quien el fin de semana anterior había estado reunido con el presidente Javier Milei en Washington. “Argentina necesita recursos para luchar contra la trata infantil”, dijo en una entrevista exclusiva con este medio el exagente de seguridad norteamericano que inspiró la película “Sonido de libertad”.

El caso restante se conoció con la detención, el jueves, de un hombre de 35 años, que trabaja en un pub de esta ciudad, luego de que se detectara que había compartido un archivo con pornografía infantil desde su dispositivo telefónico.

En un allanamiento a la vivienda de Storni al 6000, donde vivía con sus padres, el acusado fue aprehendido y puesto a disposición de la fiscal Graciela Trill, quien impulsó la investigación tras una denuncia del National Center for Missing & Exploited Children desde los Estados Unidos.

Esa agencia que escanea en tiempo real internet y tiene la capacidad de generar alertas ante el “delivery” de archivos con potencial contenido de pornografía infantil avisó que a las 4.04 de la madrugada del 27 de julio pasado, un usuario de la aplicación KIK compartió un archivo en donde se representaba el abuso sexual sufrido por una niña menor de 13 años por parte de un adulto.

De inmediato, se activó el Cyber Tipeline Report y se le dio aviso a la oficina de ciberdelitos en Buenos Aires. El proceso para iniciar una investigación sobre esos alertas prosigue con la comunicación a la fiscalía jurisdiccional del IP (dirección de internet) y así fue como le llegó a la Oficina de Composición Temprana de Conflictos de Trill.

Penas según la ley

En esta temática, el Código Procesal Penal prevé penas de hasta seis años de prisión para quien posea o distribuya con inequívocos fines de comercialización material pornográfico infantil que tenga como víctimas a menores de 14 años.

Ahora bien, si se descubre que una persona produjo ese material –sean fotografías o videos– además de distribuirlo, puede llegar a ser condenada entonces por el delito de abuso sexual, que con sus agravantes contempla penas de hasta 20 años de prisión.

Vale la aclaración porque, en el marco de los tres casos ocurridos en estos días en Mar del Plata, podrían darse las distintas situaciones mencionadas y previstas por la ley.