Una mujer de 39 años fue abusada sexualmente en Miramar el domingo a la tarde y por el hecho fueron detenidos tres hombres, provenientes del Conurbano Bonaerense, que casi fueron linchados por vecinos y tras declarar que no tuvieron ningún tipo de participación en el hecho seguirán detenidos mientras avanza la investigación.

El hecho que investiga la fiscal Ana Caro ocurrió el domingo cerca de las 15.30 en la periferia de Miramar, en una zona del barrio Oeste cercana al Cementerio. Según relató la víctima, fue abordada por tres hombres y mientras uno la sujeta los otros dos la violaron, para luego irse y dejarla tirada en un descampado.

La mujer radicó la denuncia en la comisaría de la Mujer y la Familia, donde constaron que tenía lesiones físicas compatibles con un abuso sexual. Luego, en el barrio, corrió la noticia del abuso sexual por lo que los vecinos salieron en búsqueda de los supuestos violadores.

A unos 200 metros del descampado donde ocurrieron los abusos, el grupo de vecinos irrumpió en una casa en la que se encontraban tres jóvenes, de entre 20 y 27 años, ajenos al barrio, que habían llegado hacía dos semanas desde la localidad de Monte Grande, del partido de Echeverría, y se encontraban allí para construir unas cabañas para el verano.

La situación escaló al instante: los vecinos prendieron fuego la casa, atacaron a los tres jóvenes, golpearon a otros hombres y a punto estuvieron de lincharlos, si no fuera por la intervención de la policía, que para “defender” a los acusados, los detuvieron rápidamente y se los llevaron a la comisaría, donde pasaron la noche.

Este lunes, los tres acusados, de 20, 23 y 27 años, representados por el abogado particular Mauricio Varela, se presentaron ante la fiscal Ana Caro para declarar por el delito de “abuso sexual agravado”.

Según explicó el abogado Varela a LA CAPITAL, los tres imputados aseguraron a la fiscal ser inocentes y le explicaron en sus declaraciones que “no tuvieron nada que ver”.

El abogado reconoció que hay circunstancias que ponen a los tres hombres bajo sospecha: como por ejemplo que la víctima dijo que fueron tres los violadores, que el hecho ocurrió a unos 200 metros y que llegó a describir unas prendas de ropa similares a las que uno tenía puestas.

Es por esto que no cuestionan los dichos de la víctima ni ponen en duda lo que le sucedió, si no que los hombres aseguran que son inocentes y que los verdaderos violadores se encuentran libres en Miramar.

Durante la declaración, los imputados explicaron que son gente de trabajo y que llegaron a Miramar para construir unas cabañas. Ese domingo se habían levantado a las 9 de la mañana, fueron a comprar elementos para el almuerzo y que después estuvieron hablando por whatsapp con sus familias. Por lo que habrían intercambios de mensajes y audios que podrían ser la coartada, ya que según aseguraron coincidirían con el horario en que ocurrió el abuso sexual.

Además, los imputados solicitaron que se les extrajera sangre a cada uno para realizar cualquier tipo de cotejo de ADN con material genético hallado en el cuerpo de la víctima, y así demostrar su inocencia.

La policía incautó dos celulares, ya que el tercero fue robado durante el intento de linchamiento. Los imputados no se opusieron a que se los revisaran y ofrecieron las contraseñas para que la Justicia pudiera acceder al contenido de sus celulares.

Ante este panorama complejo, la fiscal Caro sostuvo la imputación por abuso sexual contra los tres acusados y ordenó que siguieran detenidos mientras avanza la investigación en su contra. Ordenó también el análisis de los celulares, estudios genéticos y otras pericias para poder comprobar o no las declaraciones de los hombres.

Por su parte, el municipio de General Alvarado informó que puso a disposición de la víctima los equipos de salud, dirección de género y salud mental, para que se activaran todos los protocolos de protección de rigor.