Abrió la muestra “Brutto”, ambigüedad y extrañeza en el arte visual del Indio Solari
Un grupo de cuadros realizados con arte digital por el músico forman esta muestra, que despertó este miércoles gran entusiasmo por parte de su fiel comunidad de seguidores. Se la puede ver en el Museo de Arte Contemporáneo MAR con entrada gratuita.

Detalle de una de las obras.
En catorce cuadros, Carlos “El Indio” Solari vuelve a mostrar su particular manera de ver el mundo. Si las hermosas letras que escribió para la historia del rock en castellano con Los Redonditos de Ricota resultan crípticas; acá las imágenes también apelan a la ambigüedad. Extrañas y oscuras, parecen recién salidas de una cinematografía apocalíptica, de un horror no se sabe qué tan lejano. Son quizá el reverso visual de aquellas letras eternas.
Los cuadros forman parte de “Brutto”, la exposición que inauguró ayer el Museo de Arte Contemporáneo MAR de Mar del Plata. Se trata de un trabajo que cuenta con la curaduría del mismo Indio y con un prólogo de Bárbara Maier y Marcelo Figueras.

Algunas de las obras que forman parte de la muestra “Brutto”.
Colores sucios, figuras que se mezclan con el fondo, contornos difusos, a veces su rostro icónico, otras una guitarra y siempre una atmósfera confusa -por momentos expresionista- rodean estas obras, que se pueden observar en el primer piso del museo ubicado en Félix U. Camet y López de Gomara. Estará disponible hasta el 3 de agosto.
Gran entusiasmo generó la muestra, cuyas obras están realizadas en arte digital. Ni el frío ni la tarde otoñal ni la amenaza de lluvia permanente amedrentó a fanáticos y fanáticas que, desde la tarde temprano, encontraron en la muestra otro modo de celebrar la misa ricotera y de mostrar la devoción al ídolo indiscutido.

Otra de las obras.
Mientras sonó algún cantito de “Vamos los Redó”, el público de todas las edades -muchos padres y madres con hijas e hijos- esperó estoico hasta que las puertas del museo se abrieron a las 19. Así, la fila empezó a mover.
“Me pedí el franco”, advierte Agostina, 25 años, oriunda de Batán y la primera de la fila. Sentada sobre las vereda de piedra del museo, al lado está su pareja, Marcelo. “Nosotros nos pusimos de novios porque fuimos a una fiesta en la que yo estaba con una remera de Los Redondos y él vino y me dijo ‘Uy qué linda remera’ y nos pusimos hablar”, recuerda ella.
Con un trayecto juntos que cumple siete años, él resume el amor al músico: “El Indio es parte de la cultura nacional”.

Largas colas durante la tarde de este miércoles para ver la muestra.
“Ni Boca, ni River, lo que me da el Indio no me lo da el fútbol”, agrega para LA CAPITAL Martín, 41 años, marplatense y acompañado por sus hijas adolescentes. “Lo sigo desde los 14 años, pude ir a todos los lugares en los que tocó, me gusta de corazón”, aporta.
Irina, de San Juan, recuerda que la música del Indio “viene de familia”. “Los Redondos me acompañaron en todas las situaciones de mi vida: soltería, matrimonio, maternidad, divorcio, el Indio es familia”, apunta, conciente de que ver la muestra es una forma de acompañar el nuevo desafío de este artista integral.
“En esta deriva digital, lo Brutto no es solo una estética aparente sino también una manera de narrar, una visión del mundo, con significados que emergen tanto de la experiencia onírica como del universo digital“, expresaron Meier y Federico Ruvituso sobre la muestra Brutto, en un texto que se puede leer en otra de las paredes del Museo.
Otra vez el arte de Solari “se resiste a ser traducido como discurso ordenado, no hay aquí ninguna amabilidad sino la crudeza de una imaginación que se manifiesta imperturbable”, agregaron sobre lo visual. Un concepto que aplicaría a su pregnante y contemporánea obra musical.
