Mar del Plata acaba de dar un importante salto de calidad en el desarrollo de la biotecnología a través de la apertura de ClonAR, un innovador Centro de Desarrollo Biotecnológico único en la Argentina creado en estrecha asociación con el laboratorio Fares Taie, capaz de brindar servicios y soluciones a empresas, productores, investigadores y emprendedores de todo el país.

Sus modernas instalaciones, inauguradas este viernes en Juan B. Justo entre Olavarría y Güemes con la presencia de autoridades locales -entre ellas el intendente Guillermo Montenegro-, brindan un sinfín de posibilidades. La principal, ofrecer soluciones biotecnológicas sustentables para mejorar procesos productivos, la calidad e inocuidad de los alimentos y el cuidado del medio ambiente. También proporciona asesoramiento técnico, provisión, aplicación, montaje e instalaciones donde desarrolla procesos biotecnológicos a medida.

En diálogo con LA CAPITAL, el ingeniero agrónomo y desarrollador de ClonAR, Carlos Rosso, explicó de qué se trata de este nuevo espacio en el que ya se trabaja con plantas, hongos y levaduras, con la intención de que productores, empresas y grupos de investigación puedan utilizar su tecnología e instalaciones, únicas en su tipo en la región y el país.

“Proporcionamos el espacio para incubación y vinculaciones. Esto es como un ecosistema que se nutre de investigaciones públicas de investigación, empresas privadas y personas que tienen inquietudes o que vienen desarrollando ideas. Apostamos a instalar este lugar, que para Mar del Plata es un orgullo”, dijo Rosso.

Problemáticas difíciles de resolver como el cambio climático o la pérdida de áreas cultivables, pueden encontrar en ClonAR “un cambio para ir resolviéndose, ajustando procesos de la naturaleza, mejorándolos y acelerándolos para que esos problemas no causen tanto daño”.

En este laboratorio hay bancos de germoplasma de cada una de las especies (hongos, plantas y levaduras) para “escalar la cantidad de producto” y “abastecer a quien lo demande” o bien, “mejorar en condiciones particulares las cualidades de estos materiales”, precisó el ingeniero agrónomo.

En el ingreso a Clonar, un espacio exhibe cultivos de tejidos vegetales. “Una pequeña parte de la planta puede generar nuevas células que pueden generar nuevas plantas y así se pueden hacer miles de ejemplares de la misma planta clonada”, lo que permite garantizar a los productores, que su producción “estará asegurada genética y sanitariamente” con “una calidad óptima de inóculo”, explicó.

Entre las especies con las que ya trabaja ClonAR están la papa y el kiwi, pero hay un “desarrollo interesante” en torno al ajo junto al Instituto de Patología Vegetal de Córdoba, y una articulación con empresas de Mendoza que cultivan la planta de la uva, es decir, la vid, para producir vinos. A su vez, el lúpulo, plantas ornamentales y el cannabis están contempladas entre las “infinitas posibilidades” de este Centro de Desarrollos Biotecnológicos.

El intendente Guillermo Montenegro se acercó a conocer las instalaciones y los profesionales de ClonAR

Tres áreas

El Centro Biotecnológico ClonAr se despliega en tres áreas: vegetal, hongos y levaduras.

En el área vegetal se realizan servicios como la clonación a través de técnicas de cultivo de tejido vegetal, saneamiento y recuperación de especies contaminadas con virus, y la conservación genética en banco de germoplasma.

En el área de hongos se producen inóculos de calidad para la producción de hongos comestibles, medicinales y materiales biobasados.

En tanto, en el área levaduras se está consolidando la plataforma de investigación y desarrollo en biología molecular, con el fin de transformar levaduras en usinas celulares para la producción de biomoléculas.

Se producen también levaduras líquidas para la producción de bebidas fermentadas, con asesoramiento personalizado y análisis fisicoquímicos y microbiológicos para mejorar los procesos fermentativos.

Un paso estratégico

Desde ClonAR reconocieron que “es estratégico” que este centro creado en estrecha colaboración con Fares Taie “esté rodeado de toda la posibilidad analítica y de trabajo que ya la empresa tiene con actores del sector, a lo que se le suma esto como un plus de servicios y productos”.

“Hoy estamos mandando inóculo de hongos a todo el país y recién empezamos. Y ya cerramos estrategias de trabajo con otros grupos que ya vienen desarrollando la actividad”, precisó Carlos Rosso.

Los desarrollos se llevan a cabo gestionando equipos multidisciplinarios propios altamente capacitados y generando alianzas estratégicas con INTA, CONICET, universidades y centros de investigación especializados, trabajando con infraestructura y tecnología de punta bajo estrictas normas de calidad.

Fares Taie: “Era un anhelo de años”

Hernán Fares Taie, bioquímico y CEO del laboratorio homónimo, le contó a LA CAPITAL que la creación de ClonAR “era un anhelo de hace algunos años que se está cumpliendo” y destacó el impulso que el ingeniero agrónomo Carlos Rosso le dio al proyecto.

“Cuando Carlos se acercó con esta idea, viendo la fuerza de Fares Taie en biotecnología, empezamos a incubar y a hacer una startup. Ahora se hace realidad la posibilidad de darle a Mar del Plata y a todo el país un centro de clonación de plantas que mejora la eficiencia productiva, la calidad de los productos y su rendimiento”, sostuvo.

Hernán Fares Taie, bioquímico y CEO, junto a Blas Taladrid, presidente de la UCIP.

El desarrollo de ClonAR no es aislado, sino que se fusiona con los demás laboratorios de Fares Taie, es decir, con el original de estudios clínicos de fuerte desarrollo en biología molecular, y del Puerto, con gran potencial en el estudio de alimentos y medio ambiente.

“Este nuevo laboratorio va más allá de la parte analítica y empieza a trabajar sobre soluciones de los problemas que a veces encontramos en los análisis”, remarcó Fares Taie.

El bioquímico al mando de la empresa destacó: “Nuestra idea es siempre trabajar en un segmento de calidad con mucha eficiencia y seriedad. Nos gusta la excelencia, las cosas perfectas y ClonAR sigue ese camino”.

Hernán Fares Taie celebró también el “gran aporte” de distintos gobiernos en los últimos años para “empoderar a la ciencia y la tecnología”. Remarcó en ese sentido que si bien “antes no había un apoyo real”, hoy los subsidios, el apoyo del Estado y los créditos blandos “nos ha favorecido para todo este desarrollo de primera calidad”.