Mientras avanza la histórica sesión en el Senado donde se definirá la suerte del proyecto de despenalización del aborto, cientos de personas se reunieron en el monumento a San Martín para hacer la vigilia con un nuevo pañuelazo y esperar la votación.

Alrededor de 500 marplatenses viajaron a Capital Federal a participar de la vigilia en las inmediaciones del Congreso y muchas decidieron reunirse en la ciudad.

La concentración comenzó a la tarde, lentamente fue creciendo la convocatoria y el monumento se empezó a poblar de pañuelos verde. Hubo intervenciones artísticas, banderas, pancartas y cánticos para ponerle calor a la fría noche. “Que sea ley” fue el pedido que más se escuchó.

Por su parte, a pocos metros, en la catedral de Mar del Plata se realizó una “misa por la vida”, con la participación de aquellos que se oponen a la sanción de ley. La catedral permanece vallada y con custodia policial por precaución ante un posible ataque.

En el congreso

Las calles en los alrededores del Congreso se tiñeron de verde y celeste, cuando militantes a favor y en contra de la legalización del aborto se hicieron presentes para vivir de cerca la sesión y seguir con atención la votación prevista para la madrugada.
Con los pañuelos característicos de ambos bandos colgando de mochilas, rejas y agitados a lo alto, la marea humana que desbordó la Plaza del Congreso no se dejó amilanar por el frío y la lluvia y, al igual que en la sesión de la Cámara de Diputados de junio pasado, se preparó con ropa de abrigo, paraguas y mate para montar una vigilia a la espera de la decisión final.
La plaza volvió a dividirse en dos sectores en medio de un fuerte operativo de seguridad a cargo de la Policía Federal y de la Ciudad: aquellos que estaban a favor de la legalización del aborto permanecieron a lo largo de la Avenida Callao, mientras que los grupos denominados “provida” se ubicaron, del otro lado de la plaza, desde la Avenida Hipólito Yrigoyen hacia el sur.