Por Bruno Verdenelli
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Alguna vez tomó mate con Robbie Williams en un avión privado. Otra visitó a Ron Wood en la habitación que el guitarrista de los Rolling Stones ocupaba dentro de un lujoso hotel porteño. Porque ser el secretario personal de Diego Armando Maradona tenía sus complicaciones pero también traía aparejados privilegios de esa talla. Sin embargo, Gabriel Buono nunca se mareó ni abandonó el perfil bajo.

En el bar del NH Gran Hotel Provincial, donde siempre se aloja las, mínimo, dos veces por año que viaja a Mar del Plata, ciudad que adora, el hombre que supo ser la sombra del ídolo durante una década y media habló con LA CAPITAL sobre la marcha en reclamo de justicia que se realizará el próximo miércoles, y también explicó por qué cree que existió “una asociación ilícita de truchos que secuestraron a Diego para sacarle plata y lo llevaron a la muerte”.

“Escuchar los audios que salieron a la luz sobre lo que hizo la gente que trabajaba para Matías Morla con Maradona me dio la tranquilidad de que no me equivoqué en lo que dije el 27 de noviembre, pasadas poco más de 24 horas desde que había fallecido. Salí y dije, al mediodía del 27 de noviembre, que a Diego lo habían matado, que no era una muerte natural porque no se cuidaba o porque comía osobuco… No. Diego se muere por un abandono, por una desidia, y alrededor de él había una asociación ilícita. Lo voy a seguir sosteniendo y cada vez los audios me van dando la razón”, señaló Buono durante la entrevista.

Los registros audiovisuales lo avalan. Existen notas televisivas de 2019 en las que el ex secretario personal de Maradona denuncia el cerco que habían creado en torno al ídolo y que ahora es investigado por la Justicia. “Yo sabía que esto era así. Conocía, aunque no estaba, cómo se manejaba esta gente porque estuve 14 años ahí: fui el tipo que más años seguidos estuvo al lado de Diego sin intervalos, y el tipo que más lo cuidó y lo quiso, sacando a la familia”, indicó.

En ese marco, Buono explicó también que su alejamiento del ex capitán y director técnico de la Selección Argentina se produjo en 2011, por un problema económico. Sin embargo, a pesar de que el vínculo laboral terminó, la relación de amistad continuó hasta el fatídico 25 de noviembre de 2020. “La única vez que salí a hablar y a tirarle un palo lo hice para que me conteste una carta documento, porque mis abogados me lo dijeron y porque él no respondía. Fue la única vez, y obvio que todas esas cosas cuando nos vimos con Diego las aclaré. Estuve con él en la casa de su madre, Tota, en 2016 el día que le presentó a Diego Junior a las hermanas, y hablamos por teléfono hasta dos meses o un mes y medio antes de su muerte… Cuando conseguía los teléfonos, porque siempre se los cambiaban“, contó.

Buono fue secretario de Diego Maradona durante 14 años.

En ese marco, el ex secretario de Maradona manifestó que tiene en su poder audios en los que queda claro lo que ocurría: “Yo hablaba constantemente pero cuando se podía hablar, porque Diego no estaba bien. Lamentablemente no se le entendía nada en muchos de los audios, pobre… Estaba mal. Pero en los audios que son un poco claros yo le decía que no se dejara cambiar más el número de teléfono”, relató.

Y agregó: “Ahí él me contestaba que mi número le aparecía como privado y yo le explicaba que lo llamaba de esa forma porque si no me bloqueaban. Y él quería saber cómo tenía que hacer para desbloquearme. El pensaba que yo era el que tenía que hacerlo y me decía: ‘Cuando nos veamos, lo hacemos’. Esas conversaciones no las di a conocer por respeto a la familia, porque si la familia no me lo permite no las puedo presentar. Es muy berreta”.

La prioridad, el dinero

Al justificar su postura, Buono mencionó que “la prioridad de esta gente, que va de Matías Morla para abajo, era la plata, no la salud de Diego”. “Acá va a empezar a salir a la luz que fue una asociación ilícita de truchos. Dicen que no quería atender a nadie o que le manejaban los teléfonos porque la gente lo molestaba o lo mangueaba, pero no hay excusas: lo tenían dormido para seguir viviéndolo. Diego con la tecnología no se llevaba muy bien. Por eso, todos esos chats largos que supuestamente escribió él son chats que en realidad los escribía la gente que estaba al lado de él. Diego te mandaba audios o te llamaba. Y si no quería hablar con vos te decía: ‘No me llames nunca más’. Si le pedías plata, te decía que sí o que no. Era así”, sentenció.

Junto a Ron Wood.

A pesar de la bronca y la impotencia que aún lo invade, Buono admitió que “el final de Maradona es trágico y triste” y comparó su situación con la de otros ídolos argentinos que fallecieron en pésimas condiciones. “El tema es la gente que te rodea. En este caso no podés hacer responsable a Diego, porque él estaba mal, él ya no respondía… Estos delincuentes estaban haciéndole creer que no tenía amigos, que todos le querían sacar la plata. En uno de los chats hay uno de los audios en el que Morla le pide a la psiquiatra (Agustina Cosachov) un certificado que dijera que estaba lúcido, ubicado en tiempo y espacio, y la psiquiatra se ríe… Le pone ‘jaja’. Y la internación domiciliaria, si creemos 10 segundos en la voluntad del médico (Leopoldo) Luque, había que hacerla bien, no precaria”, precisó.

Y continuó: “Su voluntad se termina cuando yo veo que el tratamiento que quiere hacer ambulatorio no está dando frutos. Porque desde el momento en que un profesional no puede ver si su paciente toma o no la medicación, porque se la está dando el cuñado, el amigo o el sobrino ya no se está haciendo como tiene que hacerse el tratamiento o la internación domiciliaria. Entonces no podés echarle la responsabilidad a los hijos: la responsabilidad es del médico que les tiene que decir a ellos que lo que se está haciendo no da resultados. Y además así, con el camino de una internación voluntaria o forzada, se empezaba a sacar responsabilidades como profesional. Pero Luque no se sacó responsabilidades por plata, porque él recibía órdenes de arriba de que no había que tener una internación porque a ellos les servía un Diego dopado”.

Marcha y pedido de justicia

Al igual que ocurrirá en Capital Federal y en Rosario, en Mar del Plata habrá una marcha en reclamo de justicia por la muerte del ídolo el próximo miércoles a las 18 en el Monumento a San Martín. Para Buono “esto tiene que ser un precedente para que los que se creen vivos se den cuenta de que hay antecedentes de gente que queda presa”.

“Los que le sacaron plata, según está quedando claro en los audios, son ellos: Morla, el cuñado (Maximiliano Pomargo) y los amigotes, y su socio, Marcelo Trimarchi… Manejaban todo ellos. Porque yo quiero saber cómo era la vida de esta gente antes de Maradona. Diego venía desde el Mundial de Rusia mal… No solamente porque no van a poder justificar lo que tienen, deben quedar presos porque secuestraron a una persona y la llevaron a la muerte. No es joda. Y ojalá que en la marcha todos se puedan manifestar bien. Yo voy a ir, y ojalá puedan ir todos los argentinos, porque tiene que haber justicia por Diego. Una vez tiene que haber justicia”, exigió.

El Tren del Alba y las horas de Diego
en una casa cualquiera de Constitución

Entre los muchos recuerdos que Buono atesora en su memoria junto a Maradona, hay varios que tienen a Mar del Plata como escenario principal. Estuvo en el Tren del Alba, fue invitado a alguna fiesta privada y también lo acompañó cuando era entrenador de la Selección Argentina y jugador de Indoor Show.

“A este hotel vinimos cuando fue el amistoso con Jamaica. No la pasamos bien en ese partido. Fue bravo, pensamos que le íbamos a hacer 6 y terminamos pidiendo la hora (risas). A él le gustaba Mar del Plata, él estaba feliz porque estaba en la Selección. Me voy a llevar conmigo que la segunda alegría futbolística social se la regalé yo a Diego, que fue hacer yo solo la gestión para que vaya a la Selección Argentina como director técnico. La hice yo solo con Julio Grondona, Daniel Pellegrino, Carlos Bilardo y Humbertito Grondona“, dijo.

Pero hay una anécdota prácticamente desconocida. “Vinimos con el Tren del Alba para la Contracumbre y estaba todo el centro blindado. No teníamos hotel y entonces nos fuimos a la casa de un amigo en común hasta que fue el horario de ir al estadio, al que Diego iba con Hugo Chávez. Los vecinos se enteraron y se empezó a arrimar gente a la puerta. Era una casita de la avenida Constitución, a dos cuadras de la costa, de un muchacho que se llama Gustavo, que en ese momento trabajaba en PAMI. Lo llamamos por teléfono y le dijimos que estábamos con Diego y si podíamos ir a la casa porque no había hoteles. No lo podía creer. Esa vez vinimos en el tren y después nos fuimos en una combi en el mismo día”, reveló Buono.