A los gritos, transpirando e insultando, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro quebró la serenidad que le asesoraron mantener de cara al balotaje, llamó de “borracho” a su rival electoral, Luiz Inácio Lula da Silva, y acusó de persecución al presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, que lo investiga en una causa sobre delitos contra el sistema democrático.

En una conferencia de prensa en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, Bolsonaro apareció en camisa, transpirado y gritó contra Lula y contra el juez Moraes.

“Si ustedes ponen a un borracho de cachaça a conducir Brasil, un tipo sin responsabilidad, que tiene pasado de corrupción, que desprecia a la familia brasileña, que ataca a sacerdotes, a pastores, a las Fuerzas Armadas, a la policía. ¿Creen que va a tener éxito? ¡Va a poner a Dilma Rousseff de ministra de Energía!”, manifestó en un trecho de su alocución.

En ese sentido, dijo que Lula “esconde” su posible gabinete y acusó al exsindicalista de querer poner nuevamente en el gobierno a su exjefe de gabinete José Dirceu, condenado por corrupción en dos escándalos de la era del PT, el mensalao y el petrolao.

Bolsonaro se encuentra en busca de aliados para enfrentar a Lula en el balotaje del 30 de octubre, luego de haber sido derrotado en primera vuelta por 48 a 43%.

El mandatario de ultraderecha fustigó la anulación de las causas contra Lula en el Supremo Tribunal Federal, después de que la corte considerara que la condena que sufrió estuvo manipulada por el entonces juez Sergio Moro, hoy senador de la extrema derecha.

“Muchos jueces de la corte prefieren a Lula. Porque podrán controlarlo, y también podrán sacar a Lula y poner a Geraldo Alckmin (vice de la fórmula opositora) porque es amigo del juez Moraes”, afirmó Bolsonaro.

Junto al presentador de programas sensacionalistas José Luiz Datena, de TV Bandeirantes, Bolsonaro dijo que el juez Moraes “comete todo tipo de crimen” en su contra, al fustigar las investigaciones abiertas por golpismo contra sus aliados, que militaban para que las Fuerzas Armadas intervinieran la máxima corte.

Bolsonaro inició el lunes la campaña del balotaje reduciendo el tono de sus declaraciones y buscando consensuar con sectores moderados para formar un frente anti-PT y antiLula, algo que logró con los acuerdos con los gobernadores de San Pablo y Minas Gerais, los principales estados del país.