A la espera del calor, el shopping y los paseos son los más elegidos por los turistas
Con apenas 21° y episodios de llovizna y viento constante, se imponen los programas de interior y las caminatas por los centros comerciales. El Paseo Aldrey, una de las propuestas más atractivas.
A pesar de algunas esporádicas apariciones del sol durante la mañana, las condiciones climáticas en Mar del Plata se mantienen en “modo otoñal”, obligando a turistas y residentes a buscar alternativas ante la imposibilidad de disfrutar de la playa.
Aunque algunos ayer se animaron a realizar caminatas por el sector costero a pesar del incesante viento, la mayoría optó por visitar diversas zonas comerciales de la ciudad. Compras, recorridas gastronómicas y juegos electrónicos fueron algunas de las opciones más elegidas.
En los concurridos pasillos del Paseo Aldrey, Sebastián y su hermano Hernán intentaban controlar a sus hijos para no perder de vista a ninguno. “Todos quieren hacer algo diferente, así que tenemos que organizarnos”, dijo uno de los hermanos, llegado desde Salliqueló junto a toda su familia. Y agregó: “Las mujeres decidieron descansar y nos tocó a nosotros sacar a los chicos. Fuimos a una plaza, pero empezó a lloviznar, así que se nos ocurrió venir al shopping, donde hay alternativas para todos”.
Gonzalo y Valentín, ambos de 22 años, llegaron ayer desde Rosario. “Fuimos directo a la playa después de dejar las cosas en el hotel porque él no conocía el mar. Pero apenas pisamos la arena comenzó a llover, así que cambiamos de plan”, relató Valentín mientras su amigo disputaba una carrera en el videojuego Rápido y Furioso en el sector de juegos del Paseo Aldrey. Los jóvenes, que planean quedarse en la ciudad hasta el 9 de este mes, comentaron que su plan básico es “salir de noche y hacer playa si el clima nos deja”.
Una de las mayores atracciones del centro de juegos es el dispositivo de realidad virtual Virtual Rabbids, que permite elegir experiencias de nieve, montaña rusa o Navidad. Está destinado a niños mayores de 1,10 metros y fue uno de los juegos más concurridos de la jornada, generando largas filas. “Estuvimos a full todo el día, desde que abrimos. Es por el clima, parece invierno”, comentó una empleada encargada de supervisar la atracción.
En la fila, Juan Martín calmaba la ansiedad de su hijo Mateo y su sobrino Joaquín. “Me tocó quedarme con ellos porque mi mujer y mi hermana están recorriendo el shopping”, explicó Juan, quien llegó con su familia desde La Pampa para pasar el fin de año en la casa de sus padres. “Nos quedamos hasta el 10. Espero que mejore el clima, así podemos ir a la playa”, señaló.
En el sector gastronómico del Paseo Aldrey, los locales trabajaron al máximo de su capacidad durante todo el día. “Se vacía una mesa y enseguida se ocupa, tanto al mediodía como durante la merienda. Calculo que a la noche será igual”, comentaron desde Tostados Café Club. La misma situación se vivió en otros sectores del patio de comidas e, incluso, durante la tarde debieron cerrar temporariamente el estacionamiento por falta de espacio.
Paseos en otros sectores
Con una máxima de 21° registrada a las 14.30, según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la zona de Güemes y sus alrededores recibió a numerosos turistas. Aunque muchos se negaron a abandonar los shorts, recurrieron a buzos o camperas livianas para combatir la brisa fresca.
Melina, una joven llegada desde La Plata con un grupo de nueve amigas de entre 17 y 19 años, compartió: “Llegamos hace un rato y vamos a comer una hamburguesa. Nos estamos quedando en un hostel cercano, pero es horrible”, confesó. “Da miedo”, añadió una de sus amigas. Sin embargo, otras optaron por el optimismo: “Vamos a estar pocos días, es solo para dormir”.
Ángel, un turista mendocino que llegó para recibir el 2025 y festejar su cumpleaños el 1 de enero junto a su hermano Carlos y su cuñada Diana, relató: “Fui a la playa, incluso me metí al mar, y hoy al mediodía fuimos al puerto”. Alojado en la zona de La Perla, disfrutaba un café con leche acompañado de medialunas y torta. “La ciudad es muy linda; básicamente, me encantó el mar”, destacó.
Por otro lado, Mariana, una turista santafesina, contó mientras compraba un helado para su hijo en una heladería de Güemes y Rawson: “Nos quedamos hasta el 10 y espero que salga el sol de una vez, porque si no, todos los programas nos van a agotar el presupuesto antes de tiempo”.