Era martes 13 de abril de 1993 y las previsiones climáticas no se manifestaban como las mejores para Mar del Plata y la zona. Había probabilidades de tormentas hacia la noche por la alta inestabilidad y principalmente por el robusto frente frío que se acercaba a cubrir toda la provincia. Eso podía ser todo, nada muy distinto a lo que estaba acostumbrada la ciudad con su proximidad al mar y su clima fácil de arremolinarse. Sin embargo, lo que sobrevino después de las 22 de aquel martes fue algo nunca visto, un tornado que arrasó con edificios, techos, clubes, centros educativos y dejó el lamentable saldo de 2 menores muertos, 60 heridos y 800 evacuados.

Hoy con la distancia que da el tiempo y la experiencia de los fenómenos meteorológicos que siguieron se la conoce a esa noche como “La Noche de los Tornados”, un evento clasificado por los expertos como “extraordinario” y que hasta el presente ninguna otra tormenta en Argentina logró igualar por la cantidad de tornados.
“Verdadero desastre en Mar del Plata” alcanzó a titular el diario LA CAPITAL en un edición que salió a altas horas de la madrugada a las calles que aún no podían recomponerse.

La Peatonal fue una de las zonas más afectadas.

El tornado que atravesó la ciudad fue uno de los 100, aproximadamente, que afectaron a gran parte de la provincia de Buenos Aires y tuvo ráfagas de 146 kilómetros por hora registradas a las 23.10.

No fue necesario que la luz del día siguiente llegara para advertir las consecuencias que Mar del Plata sufrió. Pasada la medianoche, con el viento soplando a intensidades increíbles pero en descenso, los vecinos quedaron atónitos al arriesgarse a dejar el refugio de sus casas o comercios. “Era como un inmenso rodillo color verde. Se veían luminosos relámpagos de ese color, mientras se escuchaban fuertes detonantes como de ametralladora”, dijo uno de los vecinos. Es que el cielo nocturno se transformó en una imagen distópica y los daños se sucedieron en forma de voladura de techos, derrumbes de algunas viviendas, cartelería caída y un desastre social que derivó en casi medio millar de casas inhabitables y centenares de evacuados.

El intendente Mario Russak decretó el estado de emergencia y suspendió las clases, además de desplegar un operativo sin precedente de asistencia social.

Artes Visuales y el
club Independiente

El servicio meteorológico recuerda hoy que después de las “20 horas de ese cálido 13 de abril, comenzaron a formarse tormentas sobre el centro de la provincia de Buenos Aires. Rápidamente se extendieron desde el partido de Pehuajó hasta la costa Atlántica entre Necochea y Mar del Plata. Los especialistas calcularon que el área total afectada fue superior a 4000 km2 y los estudios demostraron que el sistema de tormentas se desplazó a 130 km/h, una velocidad excepcionalmente alta”.

Escuela de Artes Visuales.

Esos vientos fueron el arma letal del meteoro que destrozaron la escuela de Artes Visuales Martín Malharro (en su viejo edificio de Funes y 9 de julio), el club Independiente (en San Juan y Maipú), varios locales de la Peatonal San Martín y las plazas Colón y San Martín.

Los barrios más carenciados, en especial la zona del Libertad y Florentino Ameghino fueron destruirse a 60 viviendas.

El tornado “voló” el cartel de la firma “Havanna” en lo alto del edificio más elevado de la ciudad y provocó daños estructurales a la comisaría primera, hoteles costeros y a la biblioteca Municipal que obligaron a una remodelación de fondo.