La Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) en representación de las cámaras y de los comerciantes, le pidió al municipio que cumpla con la ley y no permita la instalación de grandes superficies comerciales. “Decir alegremente que la instalación de grandes superficies es inversión y crecimiento en la ciudad es mentira. Estos grupos extranjeros absorben el dinero de la ciudad y se lo llevan al exterior”, alertó Raúl Lamacchia. Además agregó que “una vez que estas grandes superficies se hacen dueños del mercado, ellos son los que establecen las condiciones y los precios tanto al consumidor como al proveedor, buscando siempre presionar a los más débiles para obtener mejores ganancias”.
Estos proyectos violan ley provincial 12.573 que regula a las grandes superficies. La misma, en unos de sus artículos establece que la modificación del código de ordenamiento territorial de un predio para que se instale una gran superficie está totalmente prohibido. Además en ella se establece que “en una población de más de 300.000 habitantes solo se pueden instalar tres locales.”
Durante la reunión, comerciantes manifestaron su preocupación no sólo por su actividad comercial sino especialmente por su gente y por los puestos de trabajo que se podrían llegar a perder. “Con la apertura de dos nuevos hipermercados de capital extranjero en la ciudad, el ingreso en nuestros comercios se reduciría drásticamente. Al tener menos ingresos se nos va a hacer muy difícil mantener a nuestros empleados y es posible el cierre de comercios tradicionales de la ciudad”, explico Alfredo Antoniucci.
La instalación de las grandes superficies en Mar del Plata no solo dañará a los comerciantes de todos los rubros sino que el efecto negativo trasciende hacia los proveedores que se quedarán con menos clientes; a los empleados que perderán sus puestos de trabajo; y a las familias que verán reducidos sus ingresos.
Gustavo Ares, presidente de la Cámara de Ferreteros y Afines (Cafamar) explicó que “estas grandes cadenas monopólicas presentan una competencia desleal con los pequeños y medianos comerciantes. En el caso de las ferreterías, ellos al comprar a gran escala productos de baja calidad en Oriente, pueden ofrecer productos considerablemente más baratos, es decir a un precio que es inalcanzable para los ferreteros locales. Es por ello que no solo dejan afuera del sistema a las ferreterías, a los proveedores y a los productos locales y nacionales, sino que además les mienten a los consumidores”.