“Una vez le comenté a (Atahualpa) Yupanqui que un crítico musical había escrito que por qué había cantado el Ave María, que siempre cantaba el Ave María… Y él, reflexivo, porque era muy reflexivo, me dijo: ‘Con qué derecho vas a castigar a la gente no cantándoles esa canción’“.

Mientras actualiza recuerdos, Jairo se recupera de la dolencia abdominal que terminó en una intervención quirúrgica de urgencia mientras se encontraba en Córdoba.

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El aplauso “supongo que debe ser como para un jugador de fútbol hacer un gol. O para un deportista tener un momento de éxito deportivo”

De excelente ánimo, el artista prepara el recital que realizará en Mar del Plata el lunes 27 de enero próximo, cuando se presente en el escenario del Hermitage Hotel con un repertorio que incluye buena parte de sus clásicos.

“Fue grave pero tomado muy a tiempo y tratado por maravllosos profesionales. Ya estoy dispuesto a salir al ruedo. Cualquier cosa que sufra, sea una cosa importante como ésta o algo menos grave, siempre busco todos los recursos, absolutamente todos para poder superarlo y salir de las situaciones, porque nada me hace más feliz que salir a cantar, pienso que si no lo hago estoy desaprovechando una oportunidad que es única, que es irrepetible, así que estoy muy feliz porque veo que lo puedo hacer en muy buenas condiciones”, dijo en una entrevista con LA CAPITAL.

-Muchos artistas dicen que el escenario cura, que ahí arriba no se sienten dolencias. ¿Usted piensa igual?

-Yo creo que sí. Debe haber algo así. En general creo que la música sana. La música es sanadora porque serena, te transporta a algún lugar mucho más asequible al bienestar, te asoma a un momento, en un momento difícil te saca de una situación y te pone en otra totalmente distinta porque estás disfrutando a pleno de algo muy hermoso, la cosa estética también juega mucho, el gusto por la música, el placer. Yo además soy generador de la música y es mucho más todavía, me imagino. El escenario te da un toque de fuerza, es como un empujón, digamos como si alguien te llevara de la mano para salir y para salir adelante y estar frente al público y ya está. Y eso que no lo ves al público, lo percibís al público, por la cuestión de las luces. Aún así sentís muy cerca todo.

-¿El aplauso es muy energético?

-Sí, claro, por supuesto. Yo supongo que debe ser como para un jugador de fútbol hacer un gol. O para un deportista tener un momento de éxito deportivo. O para un artista plástico cuando ve que la obra transmite lo que él deseaba. Te genera una energía nueva.

-¿Cómo pensó el show de Mar del Plata?

-Habrá un poco de todo, en general es muy difícil no recorrer por lo menos una parte de los clásicos, en mi caso son muchos años y porque son muhas canciones las que se han acumulado bajo el signo de clásicos. La gente las pide. Cuesta muy poco hacer feliz a alguien que quiere escuchar una canción: cantársela. Un tipo que quiere escuchar una canción y se la cantan, ya está, ha cumplio el show.