Una “Experiencia Ópera Rock” se podrá vivir este sábado, a las 21, en los jardines de la Villa Victoria. Tras la exitosa Gala Lírica del año pasado, en esta oportunidad el tenor Miguel Silva Macías y la productora María Paula González están organizando un proyecto diferente, que contará con la participación de más de 40 artistas en escena.

“Es una conjunción de lenguajes musicales diversos que atraviesan siglos y estilos. Vamos a iniciar con una pieza compuesta en el 1600 por Johann Sebastian Bach, pero reimaginada con la instrumentación de Muse, banda británica contemporánea”, indicó el tenor marplatense.

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De esa forma ejemplificaron la conexión de la esencia de la ópera con los lenguajes musicales del siglo XXI. Además, el repertorio incluirá temas de Frank Sinatra, Andrea Bocelli, Elvis Presley y otros clásicos del rock y la música popular.

El espectáculo contará con la participación como director general y musical de Jonas Ickert y de Leopoldo Gaillour como asistente de dirección y pianista, además del bajista Jonatan Domínguez, el baterista Joel Borghi, las cantantes invitadas Camila Schualle y Agustina Chaio, un equipo de músicos de la banda-orquesta y tres coreutas.

A su vez, contará con la presencia de un coro de 40 integrantes, que se formó para la experiencia del verano pasado y que continuó ensayando e incorporando nuevo repertorio que combina la estructura de la música clásica con la libertad expresiva del rock. “Elegimos cuidadosamente a cada músico y cada pieza del repertorio”, señalaron.

De gala lírica a ópera rock

Este evento marca un crecimiento y el trazado de nuevos desafíos para Silva Macías y González, quienes trabajan juntos desde hace una década.

En 2024, su gala lírica clásica, también presentada en la Villa Victoria, les valió el premio Estrella de Mar en la categoría música clásica.

Para María Paula González, el desafío principal es conectar la música clásica con los diversos públicos: “Siempre hemos trabajado para que el lenguaje artístico sea un patrimonio accesible a todo público. El gran reto está en traducir ese lenguaje aparentemente erudito a una forma que convoque y emocione a todos”.

Pasión compartida

A González y Silva Macías los une su pasión por las artes. Miguel se acercó a la música como estudiante de piano, pero descubrió casi por casualidad su vocación en el canto.

María Paula, historiadora del arte y productora, encontró en la música una vía de conexión directa con las emociones humanas. Esta sinergia los llevó a crear y gestionar espectáculos que han evolucionado desde pequeños conciertos a producciones de gran envergadura.

“Hace diez años comenzamos con conciertos íntimos, pero con la idea clara de que el arte debe estar al alcance de todos”, comentó González. “Hemos trabajado en cada detalle, desde la selección de los músicos hasta las producciones más complejas, siempre pensando en transmitir algo más que simple entretenimiento: buscamos que las personas vivan una experiencia que los conecte con lo emocional.

En el marco de esta evolución, en los últimos años, han sido invitados a presentarse en países como Italia, Francia, Estados Unidos e Irlanda. Para 2025, preparan un calendario de giras que incluirá Austria y una renovada apuesta por el repertorio argentino dentro de la música académica. “Queremos dar a conocer la riqueza del repertorio argentino y, al mismo tiempo, mantener el vínculo con la ópera italiana, que es mi especialidad”, explicó Silva Macías.

Por su parte, González adelantó que “si bien hemos trabajado principalmente con música, nuestra meta es incorporar las artes plásticas y visuales en las producciones porque creemos que el arte es una experiencia integral”.

Entre la técnica y la emoción

“La conjunción de lo técnico y de lo emocional requiere un equilibrio perfecto. La técnica de canto debiera ser perfecta, pero cantar no debiera ser perfecto. Lo que tiene que ser perfecto es la búsqueda de la pureza del sonido, la unidad, pero la expresividad del canto tiene que ser humana. Creo que esa búsqueda, ese equilibrio es constante y es segundo a segundo y es una experiencia que le recomiendo a todos. Esa búsqueda de la nota justa en el momento preciso, con la emoción adecuada, es hermosa”, reflexionó Silva Macías sobre su técnica, su pasión y su trabajo.

Por su parte, González consideró que “todo artista tiene que dejarse trascender por el mensaje de la obra. Cuando el mensaje es la zanahoria que lo guía, ese equilibrio entre la técnica perfecta y la emoción humana se puede dar, para poder lograr que la obra diga lo que tiene que decir. Un cantante que es técnicamente perfecto probablemente sea algo aburrido. Creo que es clave la búsqueda de ese equilibrio entre la humanidad, el sentimiento, la emoción y la técnica que te permite llegar a eso”.