El municipio multó a dos balnearios de la zona sur de la ciudad: en un caso, por falta de mantenimiento en las instalaciones, y, en el otro, por no desmantelar construcciones que no están permitidas.

Según se dio a conocer en el último boletín oficial, el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc) aplicó una sanción de $2.456.913 a la firma Rivan S.A, concesionaria de la UTF Arroyo Lobería (lleva como nombre de fantasía Manantiales Club de Mar), equivalente al 15% del canon vigente.

El municipio advirtió una “falta de mantenimiento general del predio” a partir de “rajaduras en paredes, techos, faltantes de vidrios, aberturas rotas y en mal estado de conservación, faltante de revestimientos y falta de reparación de techos y aleros”.

Asimismo, de acuerdo a lo informado por el ente a través de una resolución, se registraron “distintos materiales tirados en el suelo, falta de tapa de un pozo en el sector trasero de la pileta y spa”.

El concesionario se defendió y planteó que el sector se encuentra afectado por “los continuos actos de vandalismo de los que resulta víctima en el contexto judicial que se encuentra atravesando con los integrantes de la autodenominada Asamblea Luna Roja”.

Y señaló que la falta de mantenimiento está circunscripta a la parte de la pileta y el spa, lugar que “no se encuentra habilitado al público”.

A pesar de los planteos, el Emturyc consideró que la UTF tiene que encontrarse “en buen estado y en condiciones óptimas para poder prestar los servicios propios de cara al inicio de la temporada de verano”.

El concesionario debe “redoblar los esfuerzos para cumplir con dicha función y tener el edificio a punto para brindar servicios de calidad, independientemente de las acciones de vandalismo de las que resulte víctima”, consideró el ente.

Por otro lado, se aplicó una multa de $1.890.645, equivalente al 50% del canon vigente, al permisionario Residencias Cooperativas de Turismo, que tiene a cargo la UTF Siempre Verde (Parador Arameo).

El concesionario fue sancionado por no iniciar las tareas de desmonte y demolición que había ordenado el municipio en el balneario al constatar el año pasado “obras iniciadas sin autorización”. Por eso le exigió al concesionario restituir la UTF a su “estado anterior”.

Tras una inspección del Emturyc realizada el 28 de noviembre, se constató que no había “indicios de acción alguna de tal naturaleza ni de detracción de las cosas a su estado anterior”.

El ente hizo foco también en la situación de un puente en la UTF que se encuentra “sin baranda y con unos pilotes de cemento debajo que constituyen un peligro flagrante para cualquier persona que pueda caerse en el lugar”.

“Si bien las obras no tienen plazo, para finalizar primeramente deben comenzar y de los propios registros aportados por el concesionario se advierte que no hay desmonte ni demolición en curso, lo que, sumado al resultado de la inspección realizada, constituye un grave incumplimiento”, sentenció el Emturyc.