El comienzo de una nueva temporada de verano es inminente. Se da en medio de un año complejo para Argentina, con caída en el consumo y la actividad. A ello se suma el dólar apreciado, un factor que podría elevar la demanda de visitantes en países vecinos como Brasil, destino que podría competir con Mar del Plata.

Pero eso no parece preocupar a Montenegro, que trazó un balance positivo sobre el desarrollo turístico en la ciudad a partir de la variedad de ofertas y del público joven.

“Cuando ves que uno de cada cinco turistas que venían en 2020 eran sub 30, y hoy son uno de cada tres, quiere decir que nos empezaron a elegir los jóvenes en el verano. Yo hablo de verano, no de temporada. Porque la temporada es todo el año. En 2023 vinieron nueve millones de personas y, en el verano, cerca de tres millones. Esto habla de decisiones que se fueron tomando para atraer eventos”, analizó en el marco de la entrevista realizada con LA CAPITAL.

-Vamos rumbo a una nueva temporada. Días atrás, habló de la importancia de que la ciudad sea elegida a pesar de la situación económica. ¿Preocupa la pérdida de competitividad con respecto a destinos como Brasil?

-Si nosotros vamos a depender del tipo de cambio, estamos jodidos. Tenemos que pensar en la oferta. En una buena oferta, incluso cuando el tipo de cambio no te va a favorecer. Porque si no, solamente vas a pensar en preparar todo para cuando te convenga.
Mar del Plata te ofrece gastronomía, entretenimientos y la nocturnidad cuidada con los jóvenes; ahí la ciudad tiene una marca registrada, esa es la fortaleza. Venimos planificando desde julio los eventos de verano. El objetivo siempre es extender la temporada, que sea los 12 meses, eso tiene que ver con ser competitivo. No solo en el tipo de cambio, sino en el producto que tenés.

-¿Y cuál es la expectativa teniendo en cuenta la situación económica?

-A nosotros nos van a elegir si somos buenos a partir de nuestras fortalezas. Después, cuando ves los números del año pasado con respecto a este, la variación es muy chica. Porque nos eligieron, a pesar de las distintas cuestiones económicas que pueden acompañar o no los momentos.