Una mujer fue detenida esta tarde en proximidades de la estación Ferroautomotora y quedó acusada de participar en el asesinato del mecánico Daniel Garófalo (41).

De acuerdo a la información surgida de fuentes oficiales, la mujer fue identificada como Ana Guzmán y es la propietaria del vehículo Volkswagen Polo que generó la disputa debido a que Garófalo lo tenían en su taller desde hacía casi dos meses, un plazo muy superior al que había previsto para su arreglo.

Un video que circuló este jueves por las redes sociales muestra a la mujer, a un hombre y a otro acompañante -no aparece por ser quien graba la secuencia- irrumpir en la casa de Garófalo días atrás para exigir la devolución del automóvil. De esa manera se confirma el móvil de la agresión fatal sufrida por el mecánico en su casa de 9 de Julio al 8000.

Además de la detención de la mujer también se confirmó el hallazgo del automóvil Volkswagen Bora en el cual se movilizaban los atacantes. Para el fiscal Carlos Russo, la ahora imputada conducía ese vehículo y por eso deberá, en principio, afrontar cargos por su rol como partícipe necesario del delito de homicidio agravado.

La mujer detenida es dueña de una rotisería del mismo barrio y tiempo atrás había entregado su Polo a Garófalo para el arreglo del motor. El trabajo que debía tomar 15 días se demoró casi dos meses, lo que provocó el inicio de los reclamos. Sin embargo, del simple reproche se pasó a la amenaza y finalmente a la violación de domicilio, tal como se ve en el video.

Al momento de ser detenida llevaba consigo las llaves del Bora, el que había dejado estacionada a pocas cuadras. Ese vehículo pertenecía a su expareja.

El crimen

Golpearon la puerta y como el mecánico no salía, tal vez porque imaginaba el desenlace, dos jóvenes armados saltaron los paredones perimetrales, irrumpieron en la vivienda y lo asesinaron tiros frente a su pareja.

Garófalo temía que la situación se agravara. En las últimas horas -algunos dicen que el mismo miércoles a la tarde- había mantenido una fuerte discusión con uno de sus clientes, quien le recriminaba la demora y el incumplimiento en un trabajo sobre un motor.

Quizás por eso ayer a la mañana no quiso abrir la puerta de su vivienda del barrio Malvinas Argentinas, donde también funcionaba su taller casero. Sin embargo, cerca de las 10.30, los asesinos ingresaron de todas formas y le dieron muerte adelante de su mujer.

El fiscal Carlos Russo y los efectivos de la comisaría sexta que investigan el caso descartaron casi de inmediato que se hubiera tratado de un robo. En el comienzo de las averiguaciones ya se sabía que a Garófalo lo habían ido a buscar con inequívocos fines de amedrentarlo o matarlo directamente.

Según pudo saber LA CAPITAL tras dialogar con sus vecinos, el hombre había residido siempre en la zona y era una persona “laburante”.

“Siempre se las rebuscó, era una persona de trabajo. Se crió acá, lo conocen todos desde que era chico. Como sabía mucho de fierros en el último tiempo arreglaba autos y motos ahí en la casa”, dijo un amigo del mecánico a este medio. En ese marco, el mismo informante señaló que horas antes la víctima había mantenido una discusión con un cliente conocido en el barrio por el trabajo en un motor demorado por más de dos meses.

Esa versión no solamente la dio el vecino de la zona, sino también sería la que sostuvo entre sus allegados, y en pleno shock nervioso, la esposa de Garófalo.

El crimen del mecánico, que tenía dos hijos de 20 y 9 años, se registró alrededor de las 10.30 de ayer, cuando al menos dos jóvenes se presentaron en la puerta de su vivienda ubicada en el cruce de las calles 9 de Julio y Chilabert y comenzaron a golpear la puerta. Como el mecánico no salió a su encuentro, saltaron los paredones, entraron a la propiedad en forma violenta y le dispararon en la cabeza frente a su pareja.

De inmediato, los asesinos escaparon y, de acuerdo a la reconstrucción preliminar del caso, abordaron un automóvil marca Volkswagen Bora de color gris en el que los habrían esperado otros dos ocupantes. En dicho rodado escaparon a toda velocidad de la zona.

Desesperada, la mujer pidió ayuda y momentos después arribó al lugar personal policial, que constató el deceso de Garófalo. En un comienzo, trascendió que había recibido tres balazos -el mortal en la cabeza-, pero esos datos no son oficiales porque resta realizarse la autopsia al cadáver.

Por el hecho se inició una causa judicial caratulada “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y el fiscal Russo ordenó la realización de una serie de peritajes a la Policía Científica, cuyos efectivos trabajaron en el lugar. También participó del operativo el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local.

Horas después se pudo confirmar la hipótesis vinculada a la discusión por el auto nunca arreglado y por la tarde finalmente fue detenida la mujer.