Tras la audiencia pública de la semana pasada, en la que hubo tanto voces a favor como en contra, el gobierno local rechazó una presentación contra el proyecto inmobiliario en el balneario La Reserva, donde se busca construir 9 edificios de 12 metros de altura frente al mar.

En concreto, el Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur) no dio lugar a un recurso de reconsideración con jerárquico en subsidio que había presentado el Observatorio Ciudadano del Paseo Costanero Sur para revocar la declaración preliminar de impacto ambiental de la iniciativa, otorgada en julio.

Desde esa organización, en coordinación con varios vecinos de la zona sur, han planteado desde el inicio una férrea oposición al proyecto inmobiliario que se busca emplazar en el kilómetro 530 de la ruta 11. El motivo es la vulneración de diversas leyes provinciales y municipales.

El Observatorio Ciudadano del Paseo Costanero Sur había pedido la revisión de la declaración preliminar de impacto ambiental al denunciar supuestos movimientos de suelo y deforestación como “acondicionamiento al inicio de obras en el predio de referencia”. Se trata de tareas que no habían sido autorizadas.

Pero el área que conduce Santiago Bonifatti desestimó el planteo al entender que en el lugar en cuestión se certificó “la inexistencia de movimientos de suelo o inicio de las obras proyectadas”. Y que esto fue “respaldado por el material fotográfico aportado”, por lo que “no corresponde dar lugar” al recurso de revocatoria mencionado.

A grandes rasgos, el Observatorio señaló en su momento que la declaración preliminar de impacto ambiental estaba “viciada de ilegalidad manifiesta”. Y que la iniciativa implica  “un acto lesivo del ordenamiento jurídico y de derechos de incidencia colectiva”, además de generar un “potencial daño al patrimonio natural, paleontológico y cultural”.

Tal como informó LA CAPITAL, la polémica comenzó a partir de la sanción, en diciembre de 2022, de una ordenanza en el Concejo Deliberante que autorizó el emplazamiento de un complejo de edificios para “uso residencial uni o multifamiliar” a metros del mar, entre la arboleda, dentro del complejo La Reserva.

Su aprobación generó múltiples cuestionamientos por parte de diversos sectores de la sociedad civil. En particular, vecinos del barrio Alfar lanzaron diversas críticas. 

Apuntaron contra el proyecto por la intención de llevarlo a cabo en una zona residencial, por no tener convalidación provincial, por el impacto ambiental que implica, por infringir el Código de Aguas de la Provincia de Buenos Aires –que prohíbe el loteo y la edificación en una franja de 150 metros aledaña al Océano Atlántico–, y porque, por sobre todas las cosas, “no quieren esto” para el barrio ni para sus familias, entre otros argumentos.

Estos argumentos fueron retomados en el marco de la audiencia pública, no vinculante, que se llevó a cabo la semana pasada. Esta instancia es un paso previo para la declaración definitiva de impacto ambiental, que aún no fue oficializada por el Emsur.