El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata ya está formalmente vinculado con el Festival de Málaga, en el marco de un convenio que suscribieron autoridades de ambos eventos.

Desde el domingo se encuentra en Mar del Plata el presidente del festival de la ciudad costera española, Juan Antonio Vigar, junto a la directora artística Anabelle Aramburu, quienes formalizaron el acuerdo junto al presidente del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (Incaa), Carlos Pirovano, y los directores artísticos del Festival de Mar del Plata, Gabriel Lerman y Jorge Stamadianos.

El objetivo de la vinculación es, según definió Vigar en una charla con LA CAPITAL, “trabajar desde la complementariedad y llegar a la gente, a los espectadores”. “Eso es algo que hemos desarrollado en el Festival de Málaga con otros festivales en el ámbito nacional e internacional. Nos sentimos muy orgullosos de que Málaga se pueda convertir en un festival que trabaje desde la armonía con muchos eventos del mundo audiovisual. En el caso de Mar del Plata, nuestra voluntad es generar una relación que pueda ser constructiva a futuro, que pueda ampliarse y que nos permita reforzarnos mutuamente”.

Vigar destacó que los eventos audiovisuales están por encima de las personas que los gestionan. “Estoy convencido que el festival me trascenderá décadas y décadas y creo que lo que tenemos que hacer es apoyar a los eventos y a los festivales que trabajan como nosotros por traer el mejor cine, por mostrar el mejor cine al público. Por eso, este primer contacto es de análisis y de relación para ver, a partir de ahí, cómo se construyen lazos que sean más firmes en el futuro”.

En cuanto a lo que observó hasta ahora del festival, Vigar sostuvo que “pude comprobar la ilusión con la que están trabajando y la gran profesionalidad que tienen en cuanto a la selección de películas y en cuanto a la gestión del día a día. También he aprovechado para ver películas, porque al final uno está en la organización de un festival porque le gusta el cine”, señaló.

En ese sentido, también destacó que “las salas están llenas de público y que todo transcurre dentro de la máxima normalidad de un festival. Me agrada ver que el público esté acudiendo, porque al final trabajamos para ellos.

Trabajamos para que la cultura llegue al público. No basta con hacer cosas e intentar hacerlas bien, sino que tiene que llegar a los espectadores, ese es el objetivo final”.